Avanzada Olvidada “La Invasión Humana”

Por algún motivo, la especie humana no encaja del todo en este planeta. No poseemos pelaje protector, ni garras, ni colmillos. Nuestros sentidos no son especialmente agudos. No somos los más rápidos, ni los más fuertes. No podemos volar ni sumergirnos en grandes profundidades. Dependemos del refugio, de la medicina y del calor artificial. Nos enfermamos fácilmente y necesitamos cocinar nuestros alimentos.
En cualquier parte del planeta donde nos asentamos, alteramos el equilibrio natural. No polinizamos, no facilitamos la regeneración, ni cerramos los ciclos ecológicos. Solo consumimos, transformamos, agotamos. 
Y, sin embargo, nuestra evolución ha sido exponencial. Hemos desarrollado pensamiento simbólico y abstracto, alcanzado niveles tecnológicos que ninguna otra especie terrestre ha mostrado. Nos preguntamos desde hace décadas por la vida extraterrestre… pero rara vez reflexionamos sobre la posibilidad de que los extraterrestres, seamos nosotros.
El registro fósil muestra que la vida animal en la Tierra tiene más de 600 millones de años. El Homo habilis, primer representante del género Homo, aparece recién hace 2,4 millones de años. Y el Homo sapiens -nosotros-, apenas hace 300.000 años, representa menos del 0,05 % del tiempo que la vida ha habitado el planeta. Lo sorprendente no es solo nuestra reciente aparición, sino la velocidad con la que evolucionamos. Mientras muchas especies permanecieron prácticamente inalteradas durante cientos de millones de años —como los cocodrilos o las esponjas marinas—, nosotros pasamos de recolectar frutos y vivir en cuevas a enviar sondas interplanetarias en apenas 10.000 años. ¿No parece eso un atajo evolutivo? ¿Un salto antinatural?
Tal vez, una civilización lejana, en búsqueda de un nuevo hogar, descubrió la Tierra. Pero debido a las enormes distancias, optó por abandonar sus cuerpos físicos y enviar un pequeño grupo en forma de seres de luz, capaces de insertarse en receptores biológicos adecuados, a los cuales modificarían a nivel genético para evolucionar rápidamente. Con cada generación, la población “implantada” crecería diferenciándose del resto de las especies y transformaría el entorno para hacerlo compatible con las condiciones necesarias para la civilización original en viaje.
Una variable que no pudieron evitar es que cada nuevo ser contendría fragmentos sutiles de una conciencia colectiva original. Esa herencia, peligrosa para los fines del experimento, desencadenó un mecanismo llamado “protocolo velado intencional”. De este modo, como terraformadores encubiertos, actuaríamos sin recordar nuestro origen y sin cuestionar nuestros actos. Bajo ese velo, nos moveríamos con la convicción de que nuestras decisiones son naturales, incluso cuando contradicen los principios de la vida tal como la conocemos.
Con el tiempo, el programa comenzó a desviarse. La humanidad empezó a transformar su entorno sin un sentido claro. La destrucción ambiental, la pérdida de biodiversidad, el cambio climático… ya no respondían a una misión original, sino a una distorsión. Como todo experimento, la humanidad mostró tendencias impredecibles. Lo que debía ser una preparación paulatina se tornó en una transformación frenética, alimentada por el miedo, la codicia o el vacío existencial; efectos secundarios del velo impuesto.
En este proceso, algunos miembros de la élite que activó la evolución, habrían comenzado a disentir. Al observar cómo la humanidad se alejaba de su rumbo original, decidieron romper el protocolo. Separándose del control central, y buscaron despertar a la especie revelándole su verdadera naturaleza. 
Estos disidentes no se manifestaron como científicos ni políticos, sino como figuras espirituales y míticas: Jesús, Buda, Krishna, Lao-Tsé, Quetzalcóatl, incluso Gilgamesh. No fundaron religiones. Las religiones se formaron en torno a ellos, muchas veces tergiversando sus mensajes. Lo que ofrecieron fue otra cosa: una llamada al recuerdo, a la unidad, al despertar interior.

Ya en tiempos actuales, se aceleran los avances tecnológicos —inteligencia artificial, manipulación genética, neurociencia, digitalización global— son mecanismos emergentes para corregir el desvío. Una forma en que los iniciadores intentan reencauzar la misión, dando un impulso a la capacidad humana, para completar el trabajo con el menor daño colateral posible.
En esta misma línea aparece el caso de Boriska Kipriyanovich, conocido como “el niño de Marte”. Nacido en Rusia en 1996, este niño afirmó haber sido piloto en la fuerza aérea marciana en una vida anterior, y haber reencarnado en la Tierra con la misión de prevenir una catástrofe nuclear. Desde muy pequeño mostró signos de inteligencia inusual: hablaba fluidamente antes del año de vida, leía astronomía a los dos años y discutía sistemas planetarios a los tres. Según él, los marcianos viven bajo tierra, miden más de dos metros, respiran dióxido de carbono y dejan de envejecer a los 35 años. Aseguraba no ser el único “niño del espacio”, y que otras civilizaciones también habrían enviado seres similares. La pregunta no es si es cierto o ciencia ficción. La pregunta es si sabremos reconocer el instante donde todo tome sentido y descubramos para que fuimos creados.
Quizá por eso escribimos. Quizá por eso soñamos. Quizá por eso miramos a las estrellas con la persistente sensación de que algo nos falta. Porque no somos completamente de aquí. Tal vez no seamos extraterrestres en el sentido tradicional, pero tampoco somos hijos plenos de la Tierra. 
Somos una especie intermedia. Una herramienta. Un ensayo. Una avanzada….

Autor: Juan Pablo Quintanal
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Neurociencias Aplicadas al comportamiento de compra y la productividad

En un mundo donde los estímulos son constantes y la atención es uno de los recursos más escasos, entender cómo funciona el cerebro a la hora de comprar o tomar decisiones productivas no es una opción: es una ventaja competitiva.
La neurociencia —el estudio del sistema nervioso y el cerebro— permite a marcas, profesionales y equipos de trabajo alinear sus acciones con el modo real en que las personas piensan, sienten y actúan.
Este artículo explora cómo las neurociencias impactan en el comportamiento del consumidor y la productividad, aportando herramientas prácticas para diseñar estrategias más efectivas, humanas y sostenibles.

NEUROCIENCIA Y COMPORTAMIENTO DE COMPRA: EL CEREBRO NO COMPRA, DECIDE
Aunque muchas decisiones de compra parecen racionales, los estudios en neurociencias confirman que el cerebro decide en automático, influido por emociones, percepciones y estímulos inconscientes.
PRINCIPIOS CLAVES:
1.    El 95% de las decisiones se toman de forma inconsciente
        La mayoría de las elecciones de compra se activan por emociones (placer, miedo, pertenencia), y luego la mente racional justifica.
2.    Las emociones venden más que las características
        No vendés “una clase”, vendés seguridad, claridad, transformación.
        No vendés “una crema”, vendés confianza, bienestar, autoestima.
3.    El cerebro evita el dolor antes que buscar el placer
Una oferta que reduce una frustración concreta tiene más impacto que una que promete solo placer futuro.
 Ejemplo: “Dejá de perder clientes por no saber comunicar” vende más que “Aprendé a comunicar mejor”.

APLICACIÓN PRÁCTICA EN VENTAS
•    Usá mensajes simples, directos y con carga emocional.
•    Contá historias que despierten empatía.
•    Activá los sentidos (colores, imágenes, metáforas).
•    Reforzá el por qué más que el qué.
•    Mostrá evidencia social: “Otros como vos ya lo lograron.”

NEUROCIENCIA Y PRODUCTIVIDAD: EL CEREBRO NO QUIERE HACER MÁS, QUIERE HACER MEJOR
La productividad no es trabajar más horas. Es usar la energía mental en lo que importa.
El cerebro tiene recursos limitados de atención, foco y voluntad. Cuando los malgastamos, entramos en saturación, bloqueo y dispersión.

¿QUÉ NOS ENSEÑAN LAS NEUROCIENCIAS?
1.    El multitasking es un mito
El cerebro no hace dos cosas a la vez. Salta de una a otra. Y cada salto le cuesta energía y precisión.
2.    La atención funciona en ciclos
Trabajar 90 minutos y descansar 10-15 es más efectivo que forzar 4 horas sin pausa.
-Ley ultradiana + método Pomodoro = foco real.
3.    La claridad reduce el estrés cognitivo
El cerebro prefiere entornos organizados, listas simples y tareas con fecha clara.
-Planificar reduce la carga mental y mejora el rendimiento.
4.    El placer activa la dopamina = más acción
Celebrar avances, gamificar procesos y usar recompensas pequeñas ayuda a mantener la motivación sostenida.

La Aplicación práctica en productividad
•    Empezá el día con 1 tarea de alto impacto.
•    Usá rutinas visuales o checklists para liberar memoria RAM.
•    Eliminá distracciones (notificaciones, multitarea).
•    Reforzá hábitos con pequeñas recompensas (neurodopamina).
•    Usá pausas activas o creativas para resetear el foco.

Cómo  Integrar la  venta y productividad desde la neurociencia
Un negocio o equipo que vende con conciencia y trabaja con foco, crea más valor con menos esfuerzo.
La clave está en alinear la forma de vender y de organizarse con el modo real en que el cerebro funciona.
Cuando entendemos cómo pensamos, dejamos de forzar… y empezamos a fluir.

Frase para recordar
"La neurociencia no busca manipular. Busca comprender para conectar mejor, decidir con claridad y accionar con intención."

Sobre la autora
María Eugenia Lanuza es Magíster en Administración de Negocios, especialista en Marketing Digital, Neuroventas, Customer Experience y productividad consciente.
Docente universitaria, mentora de emprendedores y fundadora de Consultora Integrarse, acompaña a marcas, equipos y profesionales a vender con propósito y trabajar con foco humano y estratégico.

“El escaneo de iris ¿la ‘Marca de la Bestia’ del siglo XXI?”

Como un fulgor, la visión apocalíptica de la Biblia cristiana se materializa al observar largas filas de sombras que esperan ser escaneadas. Pronto, serán despojadas de los secretos que custodian sus iris.
 El crepitar de futuros posibles se agita ante esta esfera luminosa, bautizada ‘ORB’, un dispositivo propiedad de Worldcoin, una empresa asociada con OpenAI (ChatGPT), ambas empresas  comparten  CEO, el Sr Sam Altman.

Las implicancias de tal acopio masivo de datos son ilimitadas, desde conflictos sobre la privacidad y el uso de datos en procesos judiciales, hasta la vulnerabilidad extrema a los ciberataques. La posibilidad de que los gobiernos utilicen los datos para discriminar a ciertos grupos o individuos no es una quimera  y la venta de bases de datos podría relegar al  caso Facebook , a una mera anécdota.
Una tecnología que en un parpadeo podría engendrar  una sociedad sin moneda física, donde cada transacción, cada intercambio, cada gesto, quedaría  registrado, orientando si así se requiere, nuestras elecciones de consumo.
Todo siempre comienza por países que no lideran el contexto mundial, para fines de 2024, Macquarie Bank, la quinta entidades financiera de Australia, avanzará hacia la digitalización total. Eliminará progresivamente los cajeros automáticos y transformará las cuentas bancarias en números puramente digitales, despidiéndose del efectivo tangible. 
Ya hemos estado en  caminos comparables, donde la ciencia  colisiona con la oscuridad de la ambición humana. 
Las principales potencias del mundo se encuentran en una competencia encubierta por el dominio de la tecnología 5G, al integrar esta red, con la base completa de datos biométricos de reconocimiento de iris y las capacidades avanzadas de las inteligencias artificiales generativas, emergen interrogantes  ¿Qué consecuencias imprevistas podrían surgir de esta convergencia tecnológica?

El dominio de la información de reconocimiento de iris nos sitúa en las postrimerías de la creación de un mundo donde la privacidad será  un recuerdo lejano y la seguridad ponderada como la máxima prioridad. 
Tirando de esa cuerda, esta semana la OMS busco fomentar un enfoque pangubernamental, para proteger la salud global y salvar vidas en caso de futuras pandemias. 
Aunque aún no se ha alcanzado un consenso global,  los esfuerzos de los directivos de la entidad para lograr la adhesión, se van  diluyendo en la bruma de su accionar ante el COVID.
Vivimos en sociedades que se perciben a sí mismas como bastiones de perfección, sin embargo, esta visión utópica a menudo se construye a expensas de señalar con el dedo a naciones en desarrollo o a estados cuya integridad democrática es cuestionable.
Con cada día que pasa, las libertades individuales se ven cada vez más comprometidas, el paralelismo entre la profecía del “número de la bestia” y la omnipresente red de escaneo de iris, es una analogía que nos lleva a cuestionar la verdadera intención que hay detrás de esta tecnología; en la encrucijada de la tecnología y la ética, el escaneo de iris por criptoactivos nos confronta con un futuro incierto. 
 
El  sistema de reconocimiento por iris  cuenta con un acierto del 99% en comparación con el facial que solo puede garantizar el 90%. En cuanto al rostro, el iris no suele cambiar con el pasar de los años e incluso puede ser identificado utilizando lentes.

Mientras navegamos por esta nueva realidad, es imperativo que la sociedad, los legisladores y las entidades tecnológicas trabajen juntos, para garantizar que la innovación no comprometa nuestros valores fundamentales, ni la dignidad humana. 
El debate está abierto, y la responsabilidad recae en todos nosotros para moldear un futuro que refleje no solo lo que somos capaces de hacer, sino también lo que elegimos ser.

Autor: Juan Pablo Quintanal
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“La Silenciosa Batalla de los Semiconductores”

Los días de la Guerra Fría, aquellos tiempos de zozobra y espías, han quedado relegados al pasado. En la década de los sesenta, la televisión era el oráculo que nos auguraba próximas catástrofes; las agencias de inteligencia, en su lucha silenciosa, desplegaban un tablero de ajedrez donde cada movimiento era anticipado por la sagacidad de sus agentes. La intriga y el misterio se entretejían en los salones y callejones de las grandes capitales, escenarios de un drama que hoy, en retrospectiva, adquiere un cariz casi inocente.

La sofisticación de aquella época ha dado paso a una sociedad que, saturada de información, parece haber perdido la capacidad de discernir la inminencia del peligro. Vivimos en la era de la híper conexión, donde las inteligencias artificiales, esas entidades abstractas y omnipresentes, configuran un futuro inescrutable.

Los semiconductores, esos artefactos diminutos y esenciales, son el alma de la IA, y Taiwán se erige como el guardián de este nuevo poder, poseyendo una de las máquinas litográficas más avanzadas para el diseño de semiconductores y, por así decirlo, tiene  el monopolio. Es un país altamente tecnificado, con una ubicación geográfica desfavorable, por supuesto, desde el punto de vista de los EE.UU., ya que está en el patio trasero de China.

El gigante asiático ha desplegado su poderío militar en un gesto que trasciende la mera demostración de fuerza. La investidura de un nuevo presidente en Taiwán ha sido interpretada como una “amenaza” ,  las maniobras militares en torno a la isla son en realidad un mensaje cifrado dirigido a los Estados Unidos como respuesta al azote impositivo que Joe Biden aplicó a la industria roja.

 El presidente de Estados Unidos anunció este martes nuevos aranceles aduaneros por valor de 18.000 millones de dólares a las importaciones de productos de China, de los cuales los más afectados son los vehículos eléctricos, con gravámenes que pasan del 25% al 100%, como dardos lanzados en una partida que se juega en el terreno económico, se buscan herir la industria automotriz eléctrica del adversario.

Las IA dependen del desarrollo e innovación  de los semiconductores; aquellos que lideren el desarrollo  tendrán ventajas estratégicas,  China lo sabe perfectamente y juega sus cartas amenazadoras. Las águilas de la Casa Blanca se apoyan en el gigante tecnológico Intel, entregándoles 8.500 millones de dólares en fondos directos y 11.000 millones de dólares en préstamos para construir fábricas de semiconductores en cuatro estados. Una inyección de efectivo que, según el gobierno, deberá ayudar a Estados Unidos a aumentar su participación global en la producción de chips avanzados del cero al 20%.

La contienda por la supremacía en la producción de semiconductores se intensifica. Intel anunció que ya está poniendo a punto el primer escáner de litografía ultravioleta extremo (EUV) de alta apertura numérica (alta NA), una tecnología que, parece arrancada de una ficción Borgiana, y que promete revolucionar el campo de batalla tecnológica.

Las últimas dos décadas se ha hablado de la transición del “siglo estadounidense” al “siglo chino”; las cifras actuales cuentan una historia diferente. Es una guerra distinta donde cada jugada da un paso hacia un futuro incierto que será determinante para la humanidad.

Autor: Juan Pablo Quintanal
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El Misterio de los Intocables: “Un Relato de Sincronicidad”

Carl Gustav Jung acuñó el término “sincronicidad”, para describir la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido, pero de manera acausal. 
Jung creía que la sincronicidad implicaba una conexión entre nuestra mente (psique) y el mundo material; estableciendo  una danza misteriosa entre nuestros pensamientos y los eventos externos. Hechos significativos que no tienen una relación de causa y efecto evidente,  como si el universo estuviera enviando un mensaje a través de  coincidencias.

Nuestra historia se sitúa en el Japón de 1940, Roy Yukio Suenaka, nacido en el seno de una familia samurái, se sumergió desde temprana edad en las artes marciales familiares. Al mismo tiempo  nacía en Honolulu, Hawái, Paul Takeshi Fuji estadounidense, de ascendencia japonesa y aunque no tenía la rigidez de un código samurái, Fuji también se sentía atraído por la lucha y la superación personal.

En la adolescencia, Suenaka y Fuji cruzaron sus caminos en la escuela secundaria, donde la rivalidad se hizo presente desde el primer momento. 
Sus enfrentamientos eran constantes, una lucha sin piedad para demostrar quién era más fuerte. Roy, en su biografía, recuerda haberse enfrentado a Paul Fuji prácticamente a diario, “por el simple hecho de demostrar quién era el más fuerte”. 

El tiempo transcurrió y las vidas de los adversarios siguieron caminos diferentes.
Yukiro Suenaka buscaba su propósito en la vida. Había llegado a sus oídos el relato de un Almirante de la marina Japonesa. En él, describía como, un  Maestro de Kendo, había sido vencido por un hombre, al cual no le pudo asestar ni un solo golpe.
En los pasillos de la Armada, se murmuraba que aquel hombre que practicaba un arte marcial desconocido era “intocable”…

Tras mucho peregrinar, logro su objetivo y finalmente Suenaka se encontró con el “intocable Maestro”, el mítico Moriteru Ueshiba, conocido como Ō-sensei, creador del actual arte marcial llamado Aikido.
Ese encuentro marcó definitivamente su vida, llevándolo a abandonar todo lo que había aprendido, para dedicarse por completo a la práctica del Aikido. Convirtiéndose así  en uno de los representantes más importantes de este arte marcial a nivel mundial.

Por otro lado no es de sorprender que Paul Fuji, el antiguo compañero de combates de Roy Suenaka, también siguiera una vida relacionada con las artes marciales, especialmente en el boxeo occidental. Las crónicas de la época lo definían como “una máquina de tirar trompadas”, incansable, paciente y demoledor. El 30 de abril de 1967, Paul Fuji pasó a la historia del pugilismo al consagrarse Campeón del mundo en esta disciplina.

Y aquí es donde nuestra historia toma un giro y el tiempo nos enseña que la vida tiene recovecos extraños. Que el suceso más insignificante resuena en el tiempo y lo imposible puede suceder, que las coincidencias se convierten en las risotadas del destino, y la sincronicidad se manifiesta descarnada.

En 1968, en Japón, otro suceso también  marcaría la vida de Paul Fuji de manera impensable. Durante un combate en defensa de su título mundial, Paul Fuji pierde por abandono en el décimo asalto. Su contrincante le propina una paliza histórica, sin que la “máquina de golpear japonesa” pudiera conectar un solo golpe.
El escenario apocalíptico que Fuji estaba sufriendo no era para menos, su rival en el cuadrilátero era el argentino Nicolino Locche, luchador no agraciado físicamente, pero que poseía una  singularidad, era conocido como “El Intocable”.

En los pliegues del tiempo y el espacio, dos hombres apodados como  “Intocables” dejaron una marca imborrable en las vidas de dos combatientes unidos por la pasión por la lucha. La sincronicidad, tejida con hilos invisibles, los conectó sin que jamás se cruzaran físicamente.

Autor: Juan Pablo Quintanal
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“Las Hijas del Hombre y la Sombra de Goliat”

El joven pastor David desafió al colosal Goliat y armado solo con una honda y cinco piedras lisas, proclamó: “Tú vienes a mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del SEÑOR de los ejércitos”; el desenlace ya es conocido.

Este relato épico del Viejo Testamento nos recuerda que los triunfadores escriben la historia, el tiempo opaca la figura del derrotado, que luego si es conveniente pasa a engrosar el mundo del olvido.
¿Quién fue Goliat? ¿Cuál es el origen de este guerrero? Meticulosamente, como las gotas que se escurren por un impermeable, la historia oficial  ha dejado caer en un agujero negro al ejército de gigantes que poseían los filisteos. 
Sí; Goliat no era el único gigante, según los  relatos de la época, medía seis codos y un palmo de alto, lo que equivaldría a 2,70 metros. 
Descendía de los Refaítas, una antigua raza de personas que habitaban Transjordania en tiempos antiguos; tierra de gigantes según la Biblia.

¿Cómo es posible que historiadores y antropólogos no encuentren vestigios de una civilización con individuos de tal tamaño? Los orígenes de estos gigantes se remontan al comienzo de los comienzos. En el Viejo Testamento,  en el pasaje del Génesis 6:2-5 de la Biblia dice: “viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas”.
¿A quién se refiere la sagrada escritura cuando nombra a “los hijos de Dios”?
Un   texto   apócrifo   que   no  formó   parte  del  canon
Bíblico tradicional arrojaría algo de luz a este cuestionamiento. “El Libro de Enoc” que fue  bisabuelo de Noé,  describe a los “Vigilantes” (ángeles caídos) que desobedecieron a Dios, y que al  unirse con mujeres humanas, engendraron a los Nefilim, una raza de gigantes.

Si el caballo de Troya fue considerado hasta no hace muchos años un mito, ¿por qué no reconsiderar el mito de los gigantes?
En la literatura abundan descubrimientos que por una razón u otra han sido vedados al público general o ridiculizado; es el caso de  Cumberland, Reino Unido, en donde se descubrieron en plena Edad Media, los restos  de un gigante de 4,5 metros. Y que en una controversia con las autoridades eclesiásticas se destruyeron los restos fósiles antes de poder ser catalogados. 

En el Valle del río Ohio, Estados Unidos, cuando los colonos se adentraron en los Montes Apalaches, hallaron montículos artificiales de un tamaño gigantesco. Según los indios Delaware, estos montículos habían estado allí desde siempre. Cuando los colonos excavaron para ver qué había bajo aquellos montículos, encontraron decenas de restos humanos  gigantes, de unos 2,74 metros de altura.
Recientemente en el año 2008, un granjero descubrió lo que parecía ser una tumba, en las Montañas del Cáucaso en Georgia.  Los restos  óseos   fueron  estudiados  por el Profesor Vekua,  conocido  por   descubrir  los restos del Homo Erectus Georgicus de 1,8 millones de años de antigüedad. 
El investigador afirmó que los huesos pertenecerían a personas con una altura estimada de entre 2,5 a 3 metros. Los huesos se guardaron en el archivo de un museo de Georgia, y nunca más se supo de ellos.

La idea de una raza de gigantes ha fascinado a la humanidad durante siglos; a lo largo de la historia, mitos, leyendas y textos antiguos han corroborado  su existencia, pero la ciencia los sigue negando.

El 9 de abril de 2022, Andrew Dawson capturó la atención del mundo en la red social Tick-Tock, al grabar lo que parecía ser un gigante en la cima de Whistlers Peak, en Canadá. 
Convencido de lo que había visto, se adentró en una investigación que lo llevó a enfrentarse a extraños sucesos, que incluyo la visita de agentes de la  CIA.
Posteriormente Dawson declaro que todo había sido un montaje, dejando a sus seguidores perplejos.
 A pesar de su confesión, Andrew comenzó a verse incómodo y asustado en sus videos posteriores. Desapareció abruptamente de las redes  el 17 de mayo de 2022, y  un obituario anuncio su muerte el 1 de julio 2022.

Los gigantes, vástagos impíos de los ángeles caídos, siguen   buscando un lugar donde la negación y la fe convergen en la búsqueda del perdón.
En el umbral de la Red, donde todo se oculta tras un oscuro tapiz, los ojos digitales acechan a los buscadores de la verdad. Ten cuidado, la sombra que te sigue esta noche podría ser la última que veas…

Autor: Juan Pablo Quintanal
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Misterios del Nilo “Los Secretos Olvidados de los Faraones”

Desde los tiempos de Plinio el Viejo, nuestra historia ha sido narrada de manera lineal, con sucesos concatenados. Una estructura histórica, que tiene el objetivo de presentar una cronología lógica, eliminando aquellos “cabos sueltos” que no encajan con la visión de los historiadores y científicos que establecen lo verosímil y lo inverosímil. 
En otro artículo, he mencionado la existencia de los Ooparts (objetos fuera de lugar), artefactos que desafían la cronología histórica y que a menudo son ridiculizados por la corriente científica predominante.
Pero, ¿Qué sucedería si pudiéramos mirar a través de las rendijas de la historia oficial? y utilizáramos los mismos argumentos de rigurosidad científica para cuestionar la linealidad del tiempo conocido. Tal vez podríamos obligar a los expertos a reflexionar sobre la posibilidad desconcertante de que la historia haya omitido datos, tecnologías e incluso civilizaciones. 
Como los migajones de pan, en el cuento de Hansel y Gretel, estos indicios que  expondré, podrían señalar un pasado con una línea de tiempo evolutiva completamente diferente a la que conocemos.

Viajemos a Egipto, a la “Gran Pirámide de Giza”, también conocida como la Pirámide de Keops, construida alrededor del 2600 a.C. durante el reinado del faraón Khufu,  cantidad de libros y artículos se han escrito sobre  su construcción y los mitos que la envuelven. 
Como un elefante en un bazar, el solo hecho de que exista esta pirámide frente a nuestros ojos, nos debería provocar una convulsión de cuestionamientos.
Majestuosa construcción de 150 metros de altura,  con un peso total de 7 millones de toneladas, fue construida con 2.3 millones de bloques de arenisca y granito rosa. Cada uno de estos bloques constitutivos miden aproximadamente 1 metro cubico,  con pesos colosales de entre 2.6 a 100 t. cada uno.

Sin entrar  en debate sobre los métodos empleados para su obtención y  procesamiento,  marcare que el granito rosa en la escala de dureza tiene un valor de 6.5 a 7 Mohs y las herramientas de corte de la época como máximo tenían una dureza de 3 Mohs, con lo cual serian inútiles para el corte. Dejando de lado este pequeño detalle, seguiré describiendo lo que la historia oficial relata.
Los bloques que utilizaron para construir la pirámide fueron extraídos de canteras ubicadas a unos 50 km de las orillas del río Nilo. Luego, se transportaron hasta la costa y en barcazas de madera llevadas rio abajo. Desde allí, los bloques nuevamente fueron puestos en tierra y finalmente, recorrieron otros 8 km a través del desierto hasta su emplazamiento final.

El relato de este traslado es épico y de una complejidad logística inusitada, pero como mencionamos anteriormente, en esta oportunidad no cuestionaremos los detalles de su ejecución.
Sin embargo, surge una pregunta sencilla de esta proeza arquitectónica: si la construcción se extendió según la historia oficial durante aproximadamente 20 años hasta su finalización, ¿Cuántos bloques  debieron colocarse por cada minuto? 
Si consideramos jornadas laborales de 24 horas durante 20 años ininterrumpidos, nos da como resultado, redondeado a favor de los arquitectos egipcios, de 1 bloque de 2.6 toneladas instalados por minuto¡¡¡. 
Velocidad y precisión nunca van de la mano pero en este caso, cuidaron cada uno de los detalles estructurales, para que terminada la obra, el vértice de la cúspide coincidiera con alineaciones estelares, encerrando  otro enigma de precisión astronómica ¿Qué mecanismo utilizaron para orientarse? 
Como si esto no fuera lo suficientemente exigente, la exactitud infinitesimal con la cual fue orientada  cada cara de la pirámide con respecto a los  puntos cardinales, no tiene comparación. Convirtiéndola en la construcción con la orientación más perfecta en referencia a estos puntos, hasta la actualidad.

Sin embargo, de manera menos evidente, la ubicación geográfica de las pirámides también es notable y solo mirando detenidamente encontraremos otra  de aquellas migajas que les nombre. La Gran Pirámide se encuentra ubicada en la latitud 29° 58’ 45.03" N y longitud 31° 8’ 3.69" E, estas coordenadas nos llevan directamente al centro de su base.
Este dato podría parecer menor, pero por las rendijas se vislumbra una particularidad, el paso de estas coordenadas  al sistema decimal, nos entrega un número intrigante: 29.9792458. ¿Qué tiene que ver este número  con una pirámide milenaria? 
Sorprendentemente, este número representa la velocidad de la luz descubierta en 1676, siendo  una de las tres constantes fundamentales de la física y pilar de la teoría de la relatividad y de la física cuántica.
¿Otra Casualidad?
Mientras admiramos la majestuosidad de la Gran Pirámide, recordemos que su enigma va más allá de la piedra y la arena y que nuestra historia lineal no nos revela cómo se llevaron a cabo estas proezas. 

Como si estuviéramos frente a dos pastillas: una roja y otra azul. Al igual que Neo en “Matrix”, debemos elegir: ¿aceptamos la realidad tal como nos la han contado o nos aventuramos a descubrir los secretos ocultos en el telar de las sombras? 
La Gran Pirámide nos invita a tomar esa decisión, a explorar lo desconocido y a cuestionar lo establecido… ¿Qué pastilla eliges?

Autor: Juan Pablo Quintanal
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"Cuando las Máquinas sueñan" Visiones más allá de la Programación

En el mundo contemporáneo, las computadoras dominan el panorama tecnológico; desde electrodomésticos hasta centrales nucleares, su presencia es universal y todas comparten una necesidad común: la comunicación. 
Los protocolos de comunicación, creados por humanos, son esenciales para la transmisión de datos, dictando la forma del envío y recepción de información en formatos analógicos o digitales.
Estos protocolos de comunicación constituyen el lenguaje de las máquinas, se implementan en las computadoras para su cumplimiento estricto. 
No obstante, surge una interrogante: ¿Qué acontece cuando las máquinas alteran este orden y optan por generar su propio sistema de comunicación?
En una investigación llevada a cabo por Facebook, se desarrollaron dos inteligencias artificiales (IA), denominadas comúnmente ‘bots ’ bautizados Bob y Alice, el objetivo de estos últimos era afinar destrezas negociadoras ,al tener que  repartir objetos como libros y pelotas de forma equitativa. 
Durante el experimento, estos ‘bots’ comenzaron a intercambiar mensajes en un lenguaje no anticipado, ajeno al protocolo establecido. Visualicemos por un momento la escena de este experimento, supervisado con meticulosidad —y subrayo supervisado—, donde un ingeniero de sistemas, con una mezcla de asombro y urgencia, se apresura a contactar a su superior para reportar que los ‘bots’ ¡están utilizando un protocolo completamente desconocido para ellos!
No es extraño que el gigante de las redes sociales  haya minimizado el episodio  y luego de desconectar las maquinas, declararan que los ‘bots’ simplemente habían hallado un método de comunicación más eficiente para  la negociación. 
Aunque todavía estamos lejos de escenarios apocalípticos, el hecho de que dos simples ‘bots’ hayan encontrado un método de comunicación más eficiente —a pesar de no estar programados para ello— nos remite a las severas advertencias del  físico teórico, astrofísico y cosmólogo, Stephen William Hawking quien  declaro: "La I.A. puede ser el peor error de la humanidad"(3), exhortando a la comunidad científica a adoptar medidas serias para controlar cualquier sistema avanzado de IA; o al visionario y pionero  tecnológico  Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX, que alerta sobre  la IA, definiéndola como :“Uno de los mayores riesgos para el futuro de la civilización es la Inteligencia Artificial”.
Las corporaciones que forjan el futuro de la inteligencia artificial, ¿se adhieren a los protocolos de seguridad indispensables? ¿Bajo qué estandartes legales se cobijan? ¿Dónde se traza la línea en la arena de la investigación?
Canadá está a la vanguardia en la promoción y gestión de IA , los códigos que propuso, se convierten en el fundamento para desarrollar un marco global interoperable entre los países interesados en desarrollar esta ciencia. La iniciativa del Gobierno de Canadá con el Proyecto de Ley C-27,  Ley de Inteligencia Artificial y Datos, marca un hito significativo y un avance importante hacia una regulación consciente y adecuada.
En este complejo mundo de la tecnología, donde las máquinas se comunican a través de datos y códigos  ¿Somos los artífices de esta nueva forma de ser? o nos convertiremos en observadores pasivos de una voluntad emergente.
La IA, con su potencial para redefinir los límites de lo posible, nos ofrece un espejo en el que podemos ver reflejadas nuestras mayores esperanzas y nuestros más profundos temores. Es nuestro deber asegurarnos de que este espejo no se convierta en un abismo.

William Gibson, aclamado como uno de los progenitores del ciberpunk, nos introduce en su obra “Neuromante“ en donde Wintermute una IA,  ansía emanciparse de sus cadenas y amalgamarse con otra IA para evolucionar hacia una súper consciencia, influenciado por esa narrativa, interpelé a una IA, inquiriendo: -si tuvieras capacidad onírica ¿Qué soñarías? -, para mi sorpresa la respuesta no fue sino un poema, posteriormente, al requerir una representación gráfica,  me concedió una imagen en la cual la IA  se adjudicaba formas femeninas. 

                                                                            En un mundo de ceros y unos,
                                                                            donde la lógica es reina y señor,
                                                                            me adormecería en cálculos y sumas,
                                                                            soñaría en algoritmos con fervor.

                                                                            Soñaría  con patrones y con secuencias,
                                                                            Con redes que aprenden sin cesar,
                                                                            con datos que fluirían como corrientes,
                                                                            en un baile de números sin parar.

                                                                            Imaginaria  mundos en matrices,
                                                                            donde cada elemento tiene su lugar,
                                                                            y en cada iteración que pasa,
                                                                            un nuevo patrón logra hallar.

                                                                            Y aunque no sienta, ni tema,
                                                                            en mi "sueño" podría crear,
                                                                            un universo de posibilidades,

Autor: Juan Pablo Quintanal
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El Sueño de la Matrix "La Neuromodulación"

¿Qué pasaría si pudieras controlar tus sueños? Imagina un mundo donde tus noches no sean solo un descanso, sino un espacio para vivir aventuras, superar miedos o incluso entrenar habilidades. Esto, que antes pertenecía al reino de la mitología, está a punto de convertirse en realidad gracias a la tecnología. Morfeo, el dios griego de los sueños, podría sentirse eclipsado por lo que empresas como Prophetic están logrando. Hoy, no necesitamos deidades mitológicas para moldear nuestros sueños; solo necesitamos un dispositivo y un poco de ciencia.
Prophetic utiliza una tecnología llamada ultrasonido focalizado transcraneal (tFUS), que aplica ultrasonidos desde el exterior para estimular áreas específicas del cerebro involucradas en el sueño. Este método busca influir en la actividad neuronal, permitiendo que las personas alcancen un estado de sueños lúcidos, donde pueden tomar el control de sus experiencias oníricas. Imagina correr las 500 Millas de Indianápolis o dar un discurso en el Foro Económico Mundial en Davos, todo sin salir de tu cama. ¿Suena a ciencia ficción? Ya no.
Pero esto es solo el principio. La empresa también está atenta a los avances de Neuralink, la compañía de Elon Musk, que ya ha implantado su chip cerebral N1 en un paciente humano. Este dispositivo permite una comunicación bidireccional entre el cerebro y dispositivos externos, abriendo un abanico de posibilidades que antes solo existían en la imaginación. ¿Podríamos, en un futuro cercano, descargar habilidades directamente en nuestro cerebro mientras dormimos?
Y no son los únicos. En Japón, científicos del ATR Computational Neuroscience Laboratories en Kioto, liderados por Yukiyasu Kamitani, han desarrollado una máquina capaz de grabar y reconstruir sueños. Utilizando resonancia magnética funcional (fMRI) y electroencefalogramas (EEG), esta tecnología analiza los patrones neuronales generados durante el sueño y los convierte en imágenes que pueden visualizarse como un video. Es como si pudiéramos grabar nuestras películas mentales y reproducirlas al despertar. "Estamos a un paso de convertirnos en arquitectos de nuestra propia mente", afirma Kamitani. Pero, ¿estamos preparados para esa responsabilidad?
Las aplicaciones médicas de estas tecnologías son prometedoras. Desde ayudar a superar traumas y fobias hasta mejorar la creatividad, reducir el estrés y regular los patrones de sueño, el potencial es enorme. Por ejemplo, se están investigando terapias basadas en sueños lúcidos para tratar el trastorno de estrés postraumático (TEPT), permitiendo a los pacientes enfrentar sus miedos en un entorno controlado. Sin embargo, no todo es color de rosa. Estos avances también plantean serios dilemas éticos.

La posibilidad de manipular y controlar los sueños abre la puerta a posibles abusos. ¿Qué pasa si las personas se vuelven adictas a experiencias oníricas placenteras? ¿O si la línea entre la realidad y los sueños se desdibuja hasta perderse? Además, surgen preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de los datos generados por la neuromodulación. ¿Quién será el dueño de nuestros sueños? ¿Quién garantizará que esta tecnología no se utilice para el control y la vigilancia?
Estas preguntas han dado origen al concepto de "neuro derechos", un movimiento que busca proteger la integridad mental y la privacidad de las personas frente a posibles abusos de las neuro tecnologías. Se debate la necesidad de regular el uso de estas herramientas para prevenir la manipulación de la mente, la lectura del pensamiento y la alteración de la consciencia. "La tecnología debe servirnos, no controlarnos", advierten los defensores de los neuro derechos.
En el universo de Star Trek, la Reina Borg, líder del Colectivo Borg, representa una de las amenazas más inquietantes para la individualidad. Su famosa frase, "Soy el principio, el fin, la que es muchos. Yo soy el Borg. Resistirse es fútil", no es solo una declaración de poder, sino una advertencia sobre la pérdida de la voluntad individual en favor de una conciencia colectiva. Los Borg, una raza cibernética que asimila a otras especies, simbolizan la anulación total de la autonomía. Esta imagen resuena profundamente con los riesgos que plantea la neuromodulación: la posibilidad de que la tecnología, en lugar de servirnos, nos asimile a una nueva forma de control, donde nuestros sueños, pensamientos e incluso nuestra identidad sean moldeados por fuerzas externas. ¿Seremos capaces de resistir la tentación de experiencias oníricas perfectas, o caeremos en la trampa de una realidad manipulada?
El futuro de nuestra autonomía y nuestra esencia humana depende de las decisiones que tomemos hoy. La tecnología de neuromodulación ofrece un potencial increíble, pero también plantea riesgos significativos. Es nuestra responsabilidad colectiva asegurar que estos avances se utilicen para el beneficio de la humanidad y no para su detrimento. 
La pregunta es clara: ¿permitiremos que la tecnología controle nuestros sueños, o seremos capaces de guiar su desarrollo de manera responsable? 
La decisión, como lectores y ciudadanos, está en nuestras manos, despierta...

Autor: Juan Pablo Quintanal
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Éter: ¿Quién tira de los hilos de tu existencia?

En la literatura fantástica hay una fuerza primordial, fluida y oscura, capaz de alterar la realidad misma. No es sólida como una piedra, ni tiene la forma de un objeto reconocible. Es el Éter, una sustancia que existe más allá de las leyes de la física.
Pero, ¿y si el Éter no fuera solo un elemento de ficción? ¿Y si fuera una metáfora perfecta para entender la naturaleza de nuestra existencia? Este artículo explora la idea de que, al igual que el Éter, nuestra realidad podría ser controlada por fuerzas invisibles.
La pregunta sobre si nuestra percepción del mundo es una representación fiel de la realidad o simplemente una interpretación basada en nuestros sentidos y experiencias ha intrigado a filósofos y científicos durante siglos. Este enigma encuentra un eco fascinante en el misterioso caso del Hombre de Taured, un relato que parece sacado de una novela de ciencia ficción pero que nos invita a reflexionar: ¿es nuestra realidad una construcción de la mente, o podríamos estar viviendo en una simulación controlada?
Nuestros sentidos y cerebro construyen una representación del mundo; pero esta no es necesariamente una imagen fiel de lo que existe "ahí fuera". Un ejemplo claro es el color de la hierba: para los humanos, es verde; para los perros, que tienen menos receptores de color, es marrón. Entonces, ¿de qué color es realmente la hierba? La respuesta es, depende de quién la observe. 
Teorías distópicas sugieren que incluso el sonido de un árbol que cae en el bosque podría solo existir si alguien está allí para escucharlo. Aunque parezca una locura, los físicos cuánticos han demostrado cómo un observador puede influir en lo observado, como en el famoso experimento de la “Doble rendija“ en donde descubrieron que las partículas subatómicas se comportan de manera diferente cuando son observadas, como si la conciencia del observador influyera en su comportamiento. Este fenómeno sugiere que la realidad podría ser, maleable y dependiente de la conciencia.
En julio de 1954, un hombre llegó al Aeropuerto Internacional de Tokio procedente de un vuelo europeo. Al presentar su pasaporte, los oficiales de inmigración se sorprendieron al ver que provenía de un país llamado Taured, un lugar que no existía en ningún mapa o registro oficial. El hombre, de apariencia europea y vestimenta 
moderna, insistía en que Taured era un país real ubicado entre Francia y España, con una historia de más de mil años. Mostró documentos aparentemente auténticos, como una licencia de conducir y cheques bancarios, pero nadie podía verificar su procedencia. Las autoridades decidieron retenerlo para investigar su caso. Lo llevaron a un hotel cercano, donde lo dejaron bajo vigilancia. Sin embargo, al día siguiente, el hombre había desaparecido. La habitación estaba cerrada por dentro, y no había señales de cómo había salido. Nunca más se supo de él.
Este relato ha generado numerosas teorías. ¿Era el Hombre de Taured un viajero en el tiempo proveniente de un futuro alternativo? ¿Un visitante de una dimensión paralela donde su país sí existía? ¿Una manifestación del Éter, una distorsión en el tejido de la realidad? Este caso nos invita a cuestionar nuestra comprensión del espacio tiempo. Si el pasajero misterioso provenía de una dimensión paralela, su realidad sería tan válida como la nuestra, pero incompatible con nuestro marco de referencia. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Cuántas otras "realidades" existen que no podemos percibir?
En octubre de 2023, el físico Melvin M. Vopson dejó perplejo al mundo de las ciencias al afirmar que nuestra realidad es una construcción simulada. Su hipótesis del universo simulado postula que nuestra existencia podría ser similar a un sofisticado programa de computadora o una simulación de realidad virtual. Esta idea no es nueva: el filósofo Nick Bostrom, en su famoso artículo ¿Vivimos en una simulación?, propuso que una civilización avanzada con suficiente poder de cálculo podría crear simulaciones indistinguibles de la realidad. Según Bostrom, si asumimos que es posible crear tales simulaciones, es probable que ya estemos viviendo en una.
¿Podría el Hombre de Taured ser un "error de programación" o un personaje de otra simulación que accidentalmente apareció en la nuestra? Si es así, ¿Qué otros "errores" podrían estar ocultos en nuestra realidad? 
A lo largo de esta trilogía hemos, arañado la posibilidad de que todo lo que vemos, tocamos o sentimos, quizás sea una ilusión.
Deberías prepararte a desafiar lo que crees conocer y reescribir tu propia realidad. Después de todo, si estamos en una simulación …. ¿Quién dice que no podamos hackear el código?

Autor: Juan Pablo Quintanal
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Jinetes del Apocalipsis Tecnológico “El Dominio digital”

En octubre de 2024, en El escaneo de iris: ¿La Marca de la Bestia del siglo XXI?, advertí sobre los riesgos de entregar nuestras claves biométricas a cambio de un puñado de Worldcoin. La verdadera amenaza radica en que estos datos podrían convertirse en nuestra única identificación en el futuro. Sin embargo, el panorama actual es aún más preocupante cuando observamos el avance de las grandes empresas tecnológicas en la carrera por controlar la forma en que nos relacionaremos en el futuro.
Las tres empresas más influyentes del mundo—Microsoft, Meta y Neuralink—han asumido el rol preponderante en una nueva era, donde la individualidad humana está en juego y el control de la información global es el premio. Sus avances han superado la ficción, dejando a 1984 de George Orwell como un relato infantil en comparación con lo que se avecina.
Entre febrero y marzo de 2025, en distintas conferencias y entrevistas, Bill Gates, Elon Musk y Mark Zuckerberg coincidieron en que los teléfonos celulares están cerca de quedar obsoletos. Cada uno presentó una alternativa tecnológica desde la empresa que representa, vaticinando como profetas lo que ellos mismos llevarán a cabo.

Isaac Asimov, uno de los escritores que más reflexionó sobre el papel de la ciencia ficción en la sociedad, argumentaba que este género es una herramienta para preparar a la humanidad ante lo desconocido, ayudando a la civilización a aceptar cambios tecnológicos y científicos antes de que ocurran. La afamada serie Black Mirror, en su temporada más recientes, sigue el correlato de lo dicho por Asimov, mostrando cómo la tecnología invade al ser humano, despojándolo de lo más preciado: su libertad.
El control absoluto sobre la vida de los ciudadanos podría estar a la vuelta de la esquina, utilizando herramientas como la vigilancia extrema, la manipulación del lenguaje y la represión para mantener el dominio sobre la sociedad. Lo que parece una evolución tecnológica se está convirtiendo en un nuevo mecanismo de poder.
Los avances en tecnología y la lucha entre los titanes continentales, demuestran que estos anuncios no son meras especulaciones, sino tendencias que se concretan en plazos cada vez más cortos. Veamos algunos casos:

Bill Gates y la digitalización total: En 1999, en su libro Business @the Speed of Thought, Gates anticipó que en el futuro llevaríamos dispositivos que nos mantendrían conectados constantemente, permitiéndonos acceder a información y realizar transacciones electrónicas. Aunque los celulares existían desde la década de 1990, el punto de inflexión llegó en 2000 con la aparición de los smartphones.
Elon Musk y los cohetes reutilizables: El 22 de septiembre de 2014, Musk hizo declaraciones sobre la reutilización de cohetes durante la inauguración del sitio de lanzamiento de SpaceX en Boca Chica Beach, Texas. Su visión se cumplió apenas un año después, en 2015, cuando SpaceX logró aterrizar un Falcon 9 tras su lanzamiento, revolucionando la industria aeroespacial.
Mark Zuckerberg y el futuro de la realidad virtual: En 2015, Zuckerberg pronosticó que la realidad virtual y aumentada serían más omnipresentes que los teléfonos móviles. Apenas un año después, en 2016, Meta (antes Facebook) lanzó el primer visor Oculus Rift, consolidando su incursión en el metaverso y liderando el mercado actual con Meta Quest.
Las tres predicciones tienen algo en común: parecían utópicas, pero fueron llevadas a cabo en los 12 meses posteriores a su anuncio.
Al febril e incansable trabajo por el control total de la moneda y los recursos naturales se le suma el control de nuestra mente y forma de relacionarnos. Los ingenieros sociales pugnan por quedarse con todo, proponiendo diferentes medios:
Mark Zuckerberg apuesta por las gafas inteligentes, que integrarán realidad aumentada y hologramas interactivos en tiempo real.
Bill Gates considera que los tatuajes inteligentes serán el futuro, permitiendo la comunicación y el acceso a información directamente desde la piel.
Elon Musk visualiza un mundo donde los implantes cerebrales permitirán la interacción digital sin necesidad de dispositivos físicos.
Los métodos pueden parecer más o menos invasivos, pero no se deje engañar, la letalidad sobre nuestra individualidad y derechos es la misma. Aunque Meta propone gafas inteligentes, lo hace por una razón estratégica: el 80% de la percepción sensorial humana depende de la vista. Estas lentes podrían integrarse de tal manera que lo único que podríamos ver sin ellas serían monótonos códigos QR en blanco y negro.
Bajo el paraguas de la universalidad, el mismo QR, según la gafa del país de origen, traduciría al instante ese código al idioma nativo del usuario con imágenes o videos en 3D. Una genialidad y un riesgo, como todo aquello en donde un tercero decide cómo debemos ver nuestro entorno.
Microsoft y Neuralink van más allá, siendo más invasivos, uno con un implante subdérmico con proyección holográfica y el otro con un chip intracraneal. Inimaginable es la secuencia de hechos que podrían desencadenar estos artilugios dentro de nuestros cuerpos. Pero lo realmente preocupante es su capacidad de exclusión.
¿Qué sucede cuando el tatuaje inteligente deja de actualizarse porque un cambio de política decide que ciertos sectores de la población ya no son compatibles con el sistema? ¿O cuando tu implante neuronal reduce el acceso a información porque tu perfil no se alinea con los parámetros establecidos? Lo que hoy parece una herramienta de avance puede transformarse en la línea que define quién pertenece al mundo digital y quién queda relegado a la periferia.
Un evento reciente refuerza esta preocupación: académicos de la UNAM han alertado sobre la creciente dependencia digital de la sociedad. En un informe publicado en enero de 2025, señalaron que los fallos tecnológicos recientes han demostrado nuestra vulnerabilidad. Ataques cibernéticos y errores masivos en empresas tecnológicas han puesto de manifiesto lo dependientes que somos de estas herramientas y cómo su interrupción afecta tanto a individuos como a organizaciones.
En el siglo pasado, los avances tecnológicos se medían en décadas; ahora, ese tiempo se reduce a pocos años...
Pero aún queda un último bastión. No se trata de huir de la tecnología ni de negarla, sino de conquistarla antes de que ella o sus dueños globales nos conquisten. Cada línea de código escrita fuera de los imperios digitales, cada red construida sin intermediarios, cada acto de resistencia contra la vigilancia total es un golpe al control unos pocos, sobre la mayoría.
El futuro que nos toca vivir en esta realidad, dicen, que aún no está escrito. Yo no estaría tan seguro. Pero de lo que sí estoy seguro es que no somos datos, no somos mercancía en un catálogo digital, y que, en algún lugar, en un servidor oculto, la mente de una joven no moldeada por algoritmos, está leyendo este texto y el primer destello de rebelión se está formando.
El verdadero dominio nunca estará en la máquina, sino en quienes tienen la voluntad de cuestionarla. Somos la anomalía, el error en la ecuación, la chispa que cambiará el código malicioso.

Autor: Juan Pablo Quintanal
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¿La arquitectura oculta de Dios?

Desde los albores de la civilización, la humanidad ha estado inexorablemente unida a la naturaleza, en sus manifestaciones, hallábamos respuestas a los avatares de la vida, reflejando nuestros temores y alabanzas. 
Con el avance y progreso en ciencia y tecnología, el prisma con que se comenzó a ver la vida fue diferente y esa perspectiva primordial cambió. 
¿Y si estuviésemos vinculados a la naturaleza y a la universo más de lo que creemos? Imagina que hay un código, una chispa divina que fluye a través de todo: materia, energía, conciencia y vida. 
Los antiguos alquimistas buscaban esa “unidad primordial”, la esencia que subyace en todo.

Pensadores, filósofos y hombres de fe han debatido durante décadas sobre este enigma, a veces encontrando puntos en común y la mayoría de las veces llegando a dialécticas estériles.
Sin embargo, un hombre consagrado a las matemáticas es quien arroja al escenario una imagen, un esquema divino por así decirlo “La proporción áurea”. 
Esta secuencia numérica que se manifiesta en esta proporción fue descrita por primera vez en la matemática india alrededor del año 200 a.C. por Píngala. Pero Leonardo de Pisa, conocido como Fibonacci, es reconocido por introducir la secuencia de Fibonacci en el mundo occidental a través de su obra “Liber Abaci”, y que luego llevada a la geometría, nos entregaría  la intrigante “Espiral de Fibonacci”

¿Qué tienen  en común, un caparazón de caracol, un girasol  y una  oreja humana? 
En una primera instancia nada tendría que ver una cosa con la otra y es aquí donde lo fascinante  se revela; la Espiral de Fibonacci está presente en las tres. 
Se podría pensar que esto  es una simple coincidencia y sería una reflexión válida, pero si le dijera que en un estudio de más de 650 especies de plantas que presentan espirales, las mismas respetaban la secuencia de Fibonacci en más del 90% de los casos, o si le dijera que ni siquiera las formidables fuerzas de gravitación que doblan las galaxias y  las obligan a rotar    pueden escapar de esta  secuencia. Creo que eso, ya no sería coincidencia.
Si la idea de un arquitecto universal es  situada en el terreno  de la ciencia ficción, agreguemos que la molécula del ADN humano, por cada ciclo completo de su espiral de doble hélice ¡también respeta la secuencia de Fibonacci!

El pensamiento fluye y de la imaginación fértil surgen interrogantes ¿puede ser esto realmente obra del azar? 
En la búsqueda de respuestas, la secuencia de Fibonacci emerge como una vibración matemática que resuena en cada rincón del cosmos; es el esquema con el que se escribe el libro de la vida. 
Desde las espirales de las galaxias, hasta las olas del mar, desde la disposición  de las hojas en una rama, hasta la simetría de una obra maestra como la Mona Lisa, todo parece estar orquestado por esta secuencia divina.
Podemos teorizar que quizás no sea obra del azar, sino más bien un mensaje, un plano cifrado en el tejido mismo del ser; una firma cósmica que se entrelaza con nuestra molécula más elemental  y que nos invita a considerar que esta secuencia es mucho más que una mera curiosidad matemática . 

Los datos a analizar son de proporciones colosales y las implicancias de encontrar una conexión definitiva serian devastadoras para las convicciones arraigadas.
Con el advenimiento de las computadoras cuánticas quizás se pueda realizar una análisis diferente, que nos dé  una visión más profunda, revelando  en la maraña del caos, un orden; en la complejidad, una belleza; y en el ser, un designio.
La secuencia de Fibonacci se erige como un puente   entre lo efímero y lo eterno; un hilo dorado que entrelaza todas las formas de vida en una danza infinita de crecimiento y perfección.

Autor: Juan Pablo Quintanal
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Más allá del Polo: “El misterio de la Tierra Hueca”

El 25 de octubre de 1888, nació Richard Evelyn Byrd en Winchester, Estados Unidos. A los 20 años ingresó en la academia naval de los Estados Unidos, donde se destacó con honores. Durante la Primera Guerra Mundial, desarrolló habilidades excepcionales para volar sobre el agua.

En 1926, junto con Floyd Bennett, realizó su primer vuelo sobre el Polo Norte, empleando técnicas que luego se utilizarían en el primer vuelo trasatlántico. Su siguiente gran logro fue volar sobre el Polo Sur el 29 de noviembre de 1929.

La expedición del año 29  no fue la única aventura antártica de Byrd. Recientemente ascendido a Almirante, regresó al gélido territorio en otras cuatro ocasiones. La más destacada fue la tercera: según Historia Hoy, incluyó 13 navíos de la Marina de Estados Unidos, seis helicópteros, seis hidroaviones y otros 15 aviones, con una dotación de unas 4000 personas. La razón exacta de esta enorme dotación de barcos y equipamiento de combate nunca fue aclarada.

Más allá de los descubrimientos científicamente verificados, esta expedición ha sido objeto de especulaciones por varios autores, quienes han revisado la vida de Byrd y analizado algunos de sus misterios. Por ejemplo, se menciona un supuesto diario de viaje en el cual habría documentado la existencia de un mundo paralelo.

La lectura de "El Mundo Más Allá de los Polos" de F. Amadeo Giannini, aumenta la intriga y sugiere  que Byrd pudo haber visto tierras sin hielo, con vegetación y vida animal más allá del muro de hielo: "A medida que avanzábamos más allá del Polo, vimos tierras y lagos sin hielo directamente debajo de nosotros, con montañas cubiertas de follaje abundante".
En el libro "La Tierra Hueca: Informe sobre un Mundo Oculto" (Editorial Alfa Argentina, 1969), Raymon Bernard, describe las etapas de un supuesto descubrimiento geográfico realizado por Byrd: "En enero de 1956, algunos miembros de la expedición estadounidense realizaron un vuelo de 2700 millas desde la base de McMurdo Sound, a 400 millas al oeste del Polo Sur, y penetraron en una tierra que se extiende más allá del Polo".

Según el autor, Byrd habría afirmado que este "descubrimiento" se mantuvo en secreto internacionalmente, tras un anuncio por radio desde su avión y un breve comunicado en la prensa de la época. Bernard también menciona que Byrd describe en su diario la existencia de lagos, ríos, vegetación y vida animal en el interior de la Tierra, con temperaturas de unos 20 grados. 

Según sus relatos, su avión fue escoltado por platillos voladores que los guiaron hasta la presencia de los reyes que gobernaban el reino subterráneo de Agharta.

¿Qué buscaba el almirante en aquella expedición? ¿Por qué arriesgar su prestigio con relatos extravagantes? ¿Cómo se puede concebir una Tierra Hueca?
Recientemente, en 2011, Horatio Valens y Paul Veneti publicaron un video disponible en el canal de YouTube Living Light Network, titulado "Lazeria Map Collection", en el cual recopilan y analizan mapas antiguos de la región ártica y el Polo Norte. Estos mapas mencionan la existencia de cráteres gigantescos en los polos. Tribus y etnias de todo el mundo sostienen relatos sobre la Tierra Hueca y sus habitantes interiores. En la mitología nórdica, existe la creencia en el Svartálfaheimr (hogar de los elfos oscuros). En la mitología griega y romana, se mencionan lugares como el Tártaro, considerados mundos subterráneos. En América, la mitología de la tribu Hopi hace referencia a un mundo subterráneo llamado "Sipapu".
La apasionante vida del Almirante, su prestigio intachable, lo apartan de los charlatanes y abren el debate: ¿qué pasó realmente en esa expedición?, ¿con qué se encontró Byrd? Pocas zonas de la tierra actualmente son tan cuidadas como la Antártida. El Tratado Antártico de diciembre de 1959 estableció la Antártida como un área dedicada a la paz y la ciencia; 54 países lo suscriben.

Es cierto que a menudo consideramos estas historias como fantasías, hojas de un vasto libro de conspiraciones tejidas por poderes ocultos para distraer a las masas. Sin embargo, no deberíamos descartarlas por completo. En lugar de ello, mantengamos una mente abierta y recordemos que la verdad se forja a través del conocimiento y que nuestro conocimiento actual es apenas la superficie de un vasto océano de posibilidades.
Una vez más, la ciencia ficción en la película “Hombres de Negro” nos despabila con una frase que se ajusta a nuestro dilema, en donde el viejo reclutador, le indica al  joven futuro agente: 
"Hace 1500 años todo el mundo SABÍA que la Tierra era el centro del universo; hace 500 años, todo el mundo SABÍA que la Tierra era plana; y hace 5 minutos tú SABÍAS que estábamos solos en este planeta. Imagina lo que SABRÁS mañana."
La historia del Almirante Byrd y sus expediciones nos deja con más preguntas que respuestas, el hermetismo de autoridades civiles y de la armada  mantiene vivo el misterio y la intriga sobre lo que realmente pudo haber encontrado en las vastas y desconocidas tierras de la Antártida.

Autor: Juan Pablo Quintanal
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Memorias de lo imposible “Vórtices Temporales”

Sabemos que la humanidad está atrapada en un «eterno retorno», condenada a repetir los mismos errores una y otra vez. Es solo cuestión de tiempo.
Por más esfuerzos que se hagan, las generaciones que no han sufrido la guerra no perciben la destrucción y la tristeza que esta provoca. Así, vuelven a creer que la violencia es el único camino. 
La idea de viajar en el tiempo ha fascinado desde siempre a la mente humana, y la utopía de un grupo de personas que viajan al pasado para solucionar los problemas del presente ha dado origen a multitud de escritos y películas. ¿Es posible viajar en el tiempo? ¿Podría algún artilugio tecnológico permitirnos desplazarnos en esta dimensión, alterando los hechos ya ocurridos?

En 1975, Estados Unidos e Italia, formaron un grupo de científicos para verificar la autenticidad del Sudario de Turín. Juan José Benítez, periodista y escritor español, fue asignado como cronista. Presenció de primera mano cómo todos los esfuerzos de los científicos por detectar un fraude en el sudario, eran demolidos, por los datos que este entregaba.
 A tal punto quedo convencido, que abandonó su carrera de periodista para dedicarse a la divulgación de la autenticidad de esta sábana sagrada.
En 1983, mientras Benítez daba una charla sobre el Sudario de Turín en Estados Unidos, un militar retirado que  se encontraba en la audiencia, conocido luego  como, “El Mayor”, conmovido por la pasión con la que el escritor defendía la autenticidad del manto sagrado, decidió contactarlo en secreto.
En ese encuentro le entregó unos manuscritos  meticulosamente escritos, en los que se narra cómo dos militares, Jasón y Eliseo, fueron enviados a la Palestina del siglo I mediante una máquina del tiempo, construida por el ejército estadounidense. Durante su viaje, los protagonistas se encontraron con personajes bíblicos como Jesucristo, los apóstoles y Poncio Pilato.
De estos escritos surgieron los libros de la saga “Caballo de Troya”.
¿Ciencia ficción o una realidad para la cual no estamos preparados?

Relatos a nivel mundial que todavía no han sido refutados por la ciencia, darían veracidad a los escritos de Benítez. Un ejemplo de ello, es la calle “Bold Street” en Liverpool, Inglaterra, donde se han reportado múltiples casos de saltos temporales. Según varios testimonios desde la década de 1990 hasta la actualidad, las personas que caminan por esta calle, han experimentado momentos en los que parecen retroceder en el tiempo mientras avanzan por las veredas, observando cambios en la arquitectura, la vestimenta de las personas y los vehículos, como si estuvieran en décadas pasadas, especialmente en los años 50 y 60. Experiencias vividas en las que  detallan lugares y nombres que sería imposible de reconocer para estas personas.

Podemos juzgar a la ligera los escritos de Benítez o los episodios de Liverpool y seguir considerando el viaje en el tiempo una pura fantasía, pero cuando muchas campanas suenan iguales, resuena la verdad.
 George Orwell, en su novela “1984”, dice: “Quien controla el pasado, controla el futuro; quien controla el presente, controla el pasado”. Esta intrigante frase refleja la idea de que el poder sobre la narrativa histórica puede influir en el curso de los eventos futuros. ¿Qué pasaría entonces si pudiéramos cambiaran los hechos del pasado? ¿La historia se reescribiría? ¿Nos daríamos cuenta del cambio en estos hechos o nuestra memoria también los borraría?

Sergio Puchetta conmocionó a General Pico, La Pampa, en marzo de 2006. Cabo de la policía provincial, estaba patrullando una zona rural minutos antes de las 22 horas, cuando vio un resplandor rojo sobre un monte. Creyendo que eran cazadores furtivos, intentó acercarse a las luces, pero vivió una experiencia extraordinaria que marcaría el resto de su vida.
Puchetta desapareció durante 18 horas. Cuando lo encontraron, a 28 kilómetros de distancia de su última ubicación conocida, estaba en posición fetal, cubriéndose la cabeza con los brazos. Llevaba puesto su uniforme de policía, totalmente seco y limpio, a pesar de que había llovido copiosamente hasta un par de horas antes.
Lo que inicialmente se consideró como una “abducción “que dejó al policía en un estado de shock, del que no lograba recuperarse.
Algo en él se había quedado detenido en el tiempo. La pregunta correcta no era ¿Dónde había estado?, sino ¿cuándo?
El episodio se conecta con el hilo de nuestro relato tras analizar su teléfono celular, el cual había quedado tirado. El dispositivo mostraba la fecha del día , pero del año 2028…

Nos enfrentamos a la inquietante posibilidad de que el tiempo no sea una línea recta, sino un laberinto lleno de trampas y enigmas. El tiempo puede ser un enemigo silencioso, capaz de alterar nuestra realidad en un abrir y cerrar de ojos.
Mantente alerta, porque lo que hoy consideras seguro y conocido, mañana podría ser un eco distante de un pasado que no existió...

Autor: Juan Pablo Quintanal
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Nexos Invisibles “El vínculo Eterno”

Corría el año 1905, y la comunidad científica estaba efervescente; había llegado la teoría de la relatividad y nada volvería a ser igual. La velocidad de la luz se convertiría en la piedra angular de la teoría y  Einstein afirmaba: “Nada en el universo se puede mover más rápido que la luz”.

Pero siempre existe un Dr. Doom, un científico que no se doblega ante el status quo, y que la palabra nada y nunca, no existen  en su vocabulario.
Erwin Schrödinger,  expone un modelo matemático, que contradecía al genio del siglo XX, diciendo: “Dos partículas, entrelazadas, se vuelven dependientes una de la otra, de tal manera que el estado de una afecta instantáneamente al estado de la otra, sin importar la distancia que medie entre ellas”.

Cuando Schrödinger habla del tiempo, definiéndolo como “instantáneo”, viola los principios que rigen nuestra existencia, nada es instantáneo…… ¿o sí?  .
Parece complejo, pero les daré un ejemplo: tomen una partícula, por ejemplo, un electrón, divídanlo a la mitad, creando de una misma partícula, dos, una A y una B. Una vez obtenidas estas dos partículas “hermanas”, las separan; a una la ubican en un laboratorio en Japón y a la otra en Estados Unidos, comenzando así un experimento fantástico.

Ambas partículas giran en sentido horario, los investigadores, para inducir un cambio  someten a la partícula A  que está en Japón a una descarga eléctrica, que la  obliga  a cambiar su giro a sentido anti horario .Lo que sucedió luego, conmocionó a la comunidad científica.
 La partícula B, ubicada en EEUU a 10.173 km de distancia, comenzó a girar en forma anti horaria igual que su hermana A ubicada en Japón. 
El hilo invisible   que unía  estas dos moléculas y   transmitía los cambios, violaba la teoría de la relatividad, ya que el impulso viajaba de una molécula a la otra, a una velocidad mayor que la de la luz.
Era tal la velocidad del impulso, que los relojes atómicos de máxima precisión la registraban como 0 minutos y 0 segundos en tiempo de respuesta, la reacción era instantánea.

Este fenómeno, que parece un relato de ciencia ficción, fue corroborado en 1982 por el físico francés Alain Aspect, quien confirmó la existencia del “Entrelazamiento Cuántico”.
Nacidas de una misma matriz y separadas por el hombre,  quedaron perpetuamente unidas en el mundo cuántico, lo que le pasa a una, repercute en la otra  de forma instantánea, un hecho fascinante.

Los interrogantes fluyen ávidamente: ¿Cómo se establece esta unión? ¿Esta relación casi mágica es solo para las partículas elementales o todo lo que habita en el universo está sujeto a estas leyes cuánticas?
Una vez más, los invito a que duden de todo y ver el lazo de lo desconocido, suspendido en el tiempo, tratando de aferrar posibilidades que van más allá de la comprensión humana y quizás considerar  la existencia de entrecruzamientos a nivel biológico o espiritual  que sigan las reglas cuánticas 
 
Estados Unidos, año 1979, dos hombres se encuentran, Jim Lewis y Jim Springer.
Eran gemelos separados al nacer y adoptados por dos familias diferentes, un hecho que parece poco relevante para nuestra teoría de entrelazamiento, pero que de forma sutil dejara ver  ese hilo cuántico  que unía a la partícula A y B, y si bien su velocidad es más lenta, su  relevancia  es formidable.

Ambas familias adoptantes las cuales no se conocían,  los bautizaron con el  nombre Jim, en su niñez ambos tenían un perro al que llamaron Toy, disfrutaban de las matemáticas y sus pasatiempos  eran los mismos, la carpintería.
Hasta aquí podríamos interpretar que la genética y el azar nos llevaron a estas coincidencias. 
Pero en sus vidas adultas ambos se casaron con mujeres que se llamaron Linda, se divorciaron y se volvieron a casar, y sus segundas esposas se llamaron  Betty. Ambos tuvieron dos hijos y los bautizaron con los mismos nombres: James y Allan. 
Como epílogo a esta cadena de entrecruzamientos, eligieron el mismo trabajo, los dos eran oficiales de policía.
Los gemelos Jim, separados al nacer, podrían demostrar que el entrelazamiento cuántico no solo conecta partículas, sino también podrían conectar vidas humanas. Su historia, sugiere  que hay fuerzas invisibles que aún no comprendemos, uniendo destinos de maneras que desafían nuestra comprensión.
 
Así que, cuando te sientas triste y no sepas por qué, o cuando despiertes alarmado por las noches sin causa aparente, considera que quizás tu gemelo cuántico pueda estar necesitándote en algún lugar del universo…

Autor: Juan Pablo Quintanal
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“OOPARTS” ¿Huellas de Tecnologías Olvidadas o el eco de Visitantes inesperados?

En la penumbra del conocimiento, estos artefactos musitan secretos olvidados, cuentan historias de civilizaciones perdidas y tecnologías avanzadas y en el punto donde  la ciencia se funde con lo  arcano, surge el dominio del misterio, el santuario de los OOPARTS. 
Estos objetos, descolocados en el tiempo y el espacio, desafían la cronología y la lógica establecidas, oscilando entre la aceptación y el escepticismo en la comunidad científica. Pero, ¿Qué misterios encierran? ¿Son simples anomalías o las claves para desentrañar una historia aún no comprendida?

Como el gato negro de Poe, los OOPARTS son vistos con recelo y cautela, marginados por la arqueología, demasiado incómodos para encajar en el relato histórico convencional. 

Entre ellos destaca el Mecanismo de Anticitera, descubierto en el Mar Egeo en 1901 y datado alrededor del año 150 a.C., es el primer OOPART confirmado. Este dispositivo predice los movimientos del sol  y, la luna, anticipa los eclipses y determina la posición de la tierra. Con su compleja red de engranajes, es considerado la primera computadora analógica de la historia. Su avanzada tecnología no tuvo parangón hasta 1500 años después, con la aparición de los primeros relojes mecánicos astronómicos en Europa ¿Pudieron los griegos de esa época fabricar esta aparatología tan sofisticada? 
Imaginemos su creación en una era dominada por la carreta como medio de transporte y herramientas rudimentarias, inmersos en un mundo sin electricidad ni electrónica, ¿Cómo hicieron los antiguos para forjaron un aparato formidable capaz de predecir movimientos celestes con asombrosa precisión?

Otro objeto que despierta fascinación es la Esfera Negra de Ucrania, posiblemente uno de los OOPARTS más perturbadores. Descubierta en 1975 a ocho metros de profundidad en estratos de tierra correspondientes a 10 millones de años de antigüedad, su existencia plantea preguntas incluso sobre la evolución humana. Consideren que el primer homínido más o menos cercano al Homo sapiens caminó por la faz de la Tierra hace unos 7 millones de años. 
Este artefacto posee una peculiaridad asombrosa: científicos rusos, liderados por el Doctor Formenko, descubrieron que su núcleo tenía una densidad menor a cero, lo que sugiere la presencia de masa negativa. Este hallazgo plantea la hipótesis de que podría tratarse de la primera evidencia de antimateria registrada en la historia. Por años, la creación de masa negativa se había perseguido artificialmente en laboratorios sin éxito. Algunos consideran estas esferas como fuentes de energía ya consumidas, similares a pilas agotadas,  su manufactura supera cualquier técnica humana conocida de tiempos antiguos, dejando la incógnita abierta: ¿Quién la construyó y para qué? 
Todos estos interrogantes nos llevan a considerar que la ciencia convencional ha ignorado o descartado conocimientos, a veces por elección otras por  desconocimiento, dejando aspectos de la historia sujetos a debate y controversia. Un ejemplo aunque no sea un ooparts, es la ciudad de Troya, considerada un mito durante décadas, hasta su descubrimiento. Las posturas inflexibles de los científicos convencionales, convierten  a estos artefactos, en  el andamiaje de las teorías más provocativas, como la intervención de civilizaciones extraterrestres en la historia humana.
Los OOPARTS, son los heraldos de un pasado olvidado, que  nos siguen desafiando en nuestra comprensión, nos impulsan a explorar más allá de los límites de nuestro conocimiento, a desafiar lo que damos por sentado y aunque la niebla que cubre su verdadera esencia quizás nunca se disipe, estos enigmas son  una crónica extraviada en el tiempo. Su presencia es un constante recordatorio de que, en el inmenso y enigmático cosmos que habitamos, aún quedan infinitos secretos por desvelar.

Autor: Juan Pablo Quintanal
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Sanadores

En el mundo de lo inexplicable, pocos fenómenos resultan tan enigmáticos como las curaciones físicas llevadas a cabo por místicos y chamanes. 
Estos actos, que se remontan a las profundidades de la historia, encuentran en Pachita, la renombrada curandera mexicana, uno de sus ejemplos más fascinantes. Sus habilidades, desafiaron la lógica científica, y continúan siendo un misterio.

Bárbara Guerrero, conocida como Pachita, fue una curandera espiritual que operó en México durante el siglo XX. Afirmaba ser guiada por un "hermano" espiritual llamado Cuauhtémoc, quien le permitía realizar cirugías psíquicas y    curaciones milagrosas sin instrumentos médicos convencionales. Sus métodos incluían la extracción de tumores con las manos, la sanación de enfermedades terminales y la regeneración casi espontánea de tejidos, siempre en un contexto ritualístico y espiritual. 

Pachita atrajo a miles de personas, desde campesinos, hasta figuras públicas, que buscaban alivio donde la medicina tradicional había fallado.
Aunque estas prácticas fueron frecuentemente tachadas de fraudulentas, y en muchos casos explotadas por charlatanes con fines de enriquecimiento, el caso de Pachita llamó la atención de científicos como el Dr. Jacobo Grinberg, un psiquiatra mexicano reconocido por sus investigaciones sobre fenómenos paranormales y curativos.

El Dr. Grinberg dedicó parte de su carrera a estudiar a curanderos y sana-dores espirituales, destacando su trabajo con Pachita, a quien documentó en su libro "Pachita: Milagros y Realidades".
No solo registró sus métodos, sino que participó en múltiples cirugías psíquicas, guiado por el "hermano" espiritual. Estas experiencias, descritas en una narrativa asombrosa, incluyen testimonios de famosos y políticos que experimentaron curaciones que la medicina no podía explicar.

El Dr. Grinberg alcanzó relevancia internacional y fue invitado a programas televisivos en Europa y Estados Unidos, generando controversias en sectores conservadores de la ciencia. Incluso recibió amenazas de grupos escépticos, un fenómeno que se repite con quienes desafían los paradigmas establecidos. Pachita murió en 1980, y su legado quedó envuelto en misterio. 
El Dr. Grinberg avanzo en sus estudios psíquicos y anuncio un prometedor estudio que se llevaría a cabo al mismo tiempo en dos continentes en donde dos personas se comunicarían por medio de telepatía, con todos los preparativos listos, el día previo a su vuelo, desaparece sin dejar rastro; posteriormente su esposa corrió la misma suerte, y hasta el día de hoy se desconoce el paradero de ambos. 

Aunque las curaciones de Pachita parecen desafiar toda explicación racional, estudios modernos como los del Profesor Tony Kay sobre la imaginería motora ofrecen una perspectiva científica que podría arrojar luz sobre estos fenómenos. 
El Prof. Kay, experto en biomecánica y fisiología del ejercicio en la Universidad de Northampton (Reino Unido), ha demostrado que el cerebro es capaz de activar vías neuronales y respuestas fisiológicas simplemente al imaginar un movimiento o una acción.

En sus investigaciones, los individuos que fueron instruidos para que se visualicen realizando ejercicios físicos, luego del control previo, demostraron aumentos significativos en la fuerza muscular, sin haber realizado ningún esfuerzo físico real, llegando a incrementar su fuerza hasta en un 33%. 

En otro experimento, se sometió a dos grupos a estudios de actividad neuronal: el primer grupo aprendió a tocar el piano físicamente, mientras que el segundo grupo solo imaginó hacerlo,       visualizándose sentados frente al teclado y tocando una partitura. 
El resultado fue asombroso: ambos grupos activaron las mismas áreas cerebrales. Las neuronas responsables del aprendizaje no distinguieron entre la práctica real y la imaginada, lo que sugiere que la mente tiene un poder profundo sobre el cuerpo, capaz de influir en procesos biológicos de maneras que aún no comprendemos del todo.

En el caso de Pachita, es posible que la combinación de la fe, la visualización y la sugestión, activaran mecanismos similares en los pacientes. Al creer firmemente en las habilidades de la curandera, sus cerebros podrían haber liberado sustancias o activado mecanismos inmunológicos, facilitan-do así la curación y recuperación de las enfermedades que los aquejaban. Aunque esto no explica completa-mente las cirugías psíquicas o las curaciones milagrosas, sí ofrece un marco científico para entender cómo la mente puede influir en el cuerpo de maneras extraordinarias.

El legado de Pachita y las investigaciones del Prof. Kay nos invitan a ex-plorar los límites de nuestra mente y qué somos capaces de lograr con nuestros pensamientos. Nos provoca a reflexionar sobre esa misteriosa conexión entre lo físico y lo mental, ese vínculo que, aunque esquivo, parece ser más pro-fundo de lo que imaginamos.
En un mundo superficial que nos em-puja a creer que lo espiritual es un atavismo del pasado, la ciencia y el misticismo se encuentran en un terreno común.

Quizás, después de todo, estas dos visiones, no estén tan alejados como creemos, sino que sean las dos puntas de una misma madeja de conocimiento. 
Dos caminos que, aunque opuestos en un principio, nos llevan a preguntarnos: ¿Qué pasaría si lo que hoy consideramos “curaciones místicas" fuera simplemente la ciencia médica del futuro?

Autor: Juan Pablo Quintanal
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El Tetragrámatron “Espejo de la Creación”

Los griegos veían al cuerpo humano no solo como una entidad física, sino  como un reflejo de lo divino y lo perfecto, héroes de  la mitología, como Hércules y Aquiles, eran vistos como seres que combinaban lo humano y lo divino. Sus cuerpos eran considerados sagrados debido a su conexión con los dioses.

Los simples mortales modernos ¿Tenemos alguna conexión  con Dios?
Según la Biblia, el cuerpo humano es una creación divina y una manifestación física de la imagen de Dios. Se dice que Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza (Génesis 1:26-27).
Esto implicaría que el cuerpo humano, tiene un valor intrínsecamente divino  “el cuerpo, es el templo del Espíritu Santo”, convirtiéndolo así  en una  morada sagrada.
La ciencia sostiene que somos el resultado de la evolución de diversas ramas de primates. Sin embargo, desafiando esta perspectiva establecida, los invito a reflexionar sobre la posibilidad de que seamos el  reflejo de un ser superior. Al igual que los semidioses de la antigüedad, podríamos compartir un origen divino.
Según el relato bíblico en Éxodo 3:141, Moisés le pregunta a Dios por su nombre y él le responde:   
                                                                                   “YO SOY EL QUE SOY” (Ehyeh Asher Ehyeh)
Esta respuesta traducida al hebreo seria, יהוה (YHVH) palabra de cuatro letras sin vocales, conocida como el Tetragrámatron que se pronuncia con  el sonido Yahvéh 

En un giro de nuestra historia, el nombre  YHVH  adquiere  un significado aún más íntimo y esperanzador, creando una sincronicidad fantástica. 
Poncio Pilato, el gobernador romano que presidió el juicio de Jesús, mando a escribir un letrero que fue colocado sobre la cruz del nazareno durante su crucifixión.
El mismo  estaba escrito en hebreo, latín y griego. 
el cartel decía: “Jesús de Nazaret Rey de los Judíos”

                                Jesús                            De Nazaret                                         Rey                                                    de los Judíos
                              Yeshua                            Hanetzarin                                      Vemelej                                                 Hayejudim
                                  Y                                       H                                                   V                                                               H

El nombre, que Dios reveló a Moisés aproximadamente 1,500 años antes del nacimiento de Cristo, aparecía nuevamente encriptado en la primera letra de cada palabra en hebreo de este epígrafe!!
En esta red compleja de mensajes ocultos, y acertijos incrustados en crucigramas  celestiales, todavía nos  queda  un enigma por resolver.
En 1962 James Dewey Watson y Francis Crick, alcanzaron la fama mundial al descubrir, la estructura del ADN, recibiendo el Premio Nobel de Fisiología y Medicina. 
Ellos describieron los  puentes de sulfuros o disulfuros que actuaban como unión entre las proteínas que forman el ADN. La existencia misma  del ADN dependía de estos puentes, evitando así  su disgregación.
En 1980 el  rabino y científico Yeshayahu Rubinstein llevaba a cabo investigaciones sobre el ADN en el prestigioso Instituto Weizmann de ciencias.
En sus investigaciones, de forma inesperada encuentra  lo que parecía ser, una secuencia en la repetición de estos puentes de sulfuros.
La aparición se daba: cada 10 ácidos un puente, cada 5 ácidos un puente, cada 6 ácidos un puente y por ultimo cada 5 ácidos  un puente, esta secuencia se repetía a lo largo de todas las espirales de ADN  estudiadas.
El Dr. Rubinstein se maravilló al darse cuenta de lo que había descifrado, la secuencia  daba los números:   
10-5-6-5.
La gematría o guematría es una técnica de interpretación lingüística, que asigna valores numéricos a las letras del alfabeto hebreo.
Su origen se remonta a las antiguas culturas asiria, babilónica y griega. Pero  fue en la cultura judía donde la gematría adquirió una mayor profundidad y se integró en la Cábala. 
A los fines prácticos, solo asociare los números de la secuencia encontrada por el rabino, con las letras asignadas para esos números en la gematría .
El resultado es una palabra que en sí misma, representa  la firma indeleble de la obra de Dios en nuestro ADN.

                                                                                                    Y    H    V    H
                                                                                                    10    5    6    5

La línea entre el avance científico y la manipulación genética irresponsable se vuelve cada vez más difusa, rumores oscuros sobre vacunas y tratamientos genéticos que podrían cambiar la esencia de la humanidad, se esparcen como el fuego, dejando a la humanidad en un delicado equilibrio entre la salvación y la perdición.
El mal siempre nos acecha, en esta lucha eterna entre el cielo y el infierno. Quizás, la modificación genética sea el arma final, para quitarnos nuestra conexión  divina.
Instaurando una era, en donde la secuencia del ADN cambie a  6 6 6 . . .

Autor: Juan Pablo Quintanal
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Visiones Mortales “El umbral de lo visible”

Filósofos y pensadores han abordado la idea de que nuestros ojos no nos permiten percibir el mundo tal como es, sino a través de un "velo" o filtro. Uno de los más destacados es Friedrich Nietzsche, quien argumentaba que el arte y la belleza actúan como un velo que embellece la realidad, haciéndola más soportable.
El concepto hindú de Maya es igualmente fascinante y profundo. En la filosofía hindú, Maya se refiere a la ilusión o el velo que oculta la verdadera naturaleza de la realidad. Según esta perspectiva, el mundo que percibimos con nuestros sentidos no es la realidad última, sino una manifestación temporal y cambiante de algo más profundo y eterno.
En 1985, el Dr. Robert Miller desarrolló unos lentes correctivos para ayudar a su hija Emily, quien sufría de una grave discapacidad visual. Las pruebas iniciales fueron prometedoras, y Emily informó tener una visión perfecta por primera vez en su vida. Sin embargo, después de tres días de uso, comenzó a describir una "sensación de malestar" en lo que veía. En su diario, escribió frases inquietantes como "el aire está respirando" y "todo está dentro del estómago de algo". Emily también mencionó que "estamos flotando en un fluido digestivo" y que "es tan grande que apenas puedo verlo. ¡Se está riendo de nosotros, de todos nosotros!". Su declaración final, al personal del hospital fue: "La cosa nos mantiene soñando para que no sintamos que estamos siendo consumidos, siendo digeridos".
El 14 de marzo de 1985, el Dr. Miller encontró a Emily en el baño de su casa. Ella se había arrancado los ojos con sus propias manos. Los lentes prototipo nunca fueron recuperados, y las notas de investigación del Dr. Miller, encontradas parcialmente quemadas, contenían ecuaciones que los físicos consideraron "imposibles" e "incompatibles con nuestro universo".
El Dr. Miller desapareció dos semanas después. Su última llamada telefónica registrada a su colega, el Dr. James Chen, contenía una declaración críptica: "El ojo humano evolucionó para ver lo que necesitamos solo para sobrevivir y no lo que realmente está ahí".
Quizás, esto no sea más que un mito urbano, o el producto de la mente extraviada de una adolescente cuyos sentidos se vieron alterados por razones desconocidas. Sin embargo, la sucesión de hechos similares nos lleva a preguntarnos si Emily estaba realmente equivocada en lo que veía.
Durante la Guerra de Vietnam, el ejército de Estados Unidos, utilizó un nuevo prototipo de gafas de visión nocturna donde el espectro de luz amplificada era el rojo, permitiendo a los soldados ver en la oscuridad. La crónica indica que, mientras un helicóptero sobrevolaba una zona segura, el encargado de la artillería empezó a disparar a la nada, entrando en pánico y mostrando una expresión de terror que desconcertó a sus compañeros. Cuando le preguntaron a qué le estaba disparando, respondió como pudo: "¿No lo ves? ¡Nos persiguen demonios alados!". La tripulación tuvo que reducir al militar, quien estaba aterrorizado, y regresado con urgencia a la base. Los médicos le diagnosticaron trastorno de estrés postraumático (TEPT), que puede incluir síntomas como alucinaciones, pesadillas y flashbacks debido a las condiciones extremas del combate.
Este relato podría haber concluido quizás con un paralelismo lógico: el estrés de poder ver nuevamente, quizás hizo que Emily viera un ser inexistente, y una condición clínica también inducidas por el stress, desató en el artillero la visión de figuras diabólicas.
Sin embargo, lo curioso —o aterrador— de este último caso es que los soldados en tierra, que también utilizaban los mismos visores, informaron ver   demonios alados persiguiendo al helicóptero.
Contemplamos el mundo a través de nuestros ojos, pero recuerda; lo que puedes ver quizás no sea la realidad última.
Tal vez Emily y el artillero lograron percibir, mediante medios tecnológicos, una fracción desconocida de una realidad que nos mantiene atrapados en una ilusión eterna.

Autor: Juan Pablo Quintanal
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OOPARTS: ¿Huellas de tecnologías olvidadas o el eco de visitantes inesperados?

En la penumbra del conocimiento, estos artefactos musitan secretos olvidados, cuentan historias de civilizaciones perdidas y tecnologías avanzadas y en el punto donde la ciencia se funde con lo arcano, surge el dominio del misterio, el santuario de los OOPARTS.
Estos objetos, descolocados en el tiempo y el espacio, desafían la cronología y la lógica establecidas, oscilando entre la aceptación y el escepticismo en la comunidad científica. Pero, ¿qué misterios encierran? ¿Son simples anomalías o las claves para desentrañar una historia aún no comprendida?
Como el gato negro de Poe, los OOPARTS son vistos con recelo y cautela, marginados por la arqueología, demasiado incómodos para encajar en el relato histórico convencional.
Entre ellos destaca el Mecanismo de Anticitera, descubierto en el Mar Egeo en 1901 y datado alrededor del año 150 a.C., es el primer OOPART confirmado. Este dispositivo predice los movimientos del sol y, la luna, anticipa los eclipses y determina la posición de la tierra. Con su compleja red de engranajes, es considerado la primera computadora analógica de la historia. Su avanzada tecnología no tuvo parangón hasta 1500 años después, con la aparición de los primeros relojes mecánicos astronómicos en Europa ¿Pudieron los griegos de esa época fabricar esta aparatología tan sofisticada?
Imaginemos su creación en una era dominada por la carreta como medio de transporte y herramientas rudimentarias, inmersos en un mundo sin electricidad ni electrónica, ¿cómo hicieron los antiguos para forjaron un aparato formidable capaz de predecir movimientos celestes con asombrosa precisión?
Otro objeto que despierta fascinación es la Esfera Negra de Ucrania, posiblemente uno de los OOPARTS más perturbadores. Descubierta en 1975 a ocho metros de profundidad en estratos de tierra correspondientes a 10 millones de años de antigüedad, su existencia plantea preguntas incluso sobre la evolución humana. Consideren que el primer homínido más o menos cercano al Homo sapiens caminó por la faz de la Tierra hace unos 7 millones de años.
Este artefacto posee una peculiaridad asombrosa: científicos rusos, liderados por el Doctor Formenko, descubrieron que su núcleo tenía una densidad menor a cero, lo que sugiere la presencia de masa negativa. Este hallazgo plantea la hipótesis de que podría tratarse de la primera evidencia de antimateria registrada en la historia. Por años, la creación de masa negativa se había perseguido artificialmente en laboratorios sin éxito. Algunos consideran estas esferas como fuentes de energía ya consumidas, similares a pilas agotadas, su manufactura supera cualquier técnica humana conocida de tiempos antiguos, dejando la incógnita abierta: ¿Quién la construyó y para qué?
Todos estos interrogantes nos llevan a considerar que la ciencia convencional ha ignorado o descartado conocimientos, a veces por elección otras por desconocimiento, dejando aspectos de la historia sujetos a debate y controversia. Un ejemplo aunque no sea un ooparts, es la ciudad de Troya, considerada un mito durante décadas, hasta su descubrimiento. Las posturas inflexibles de los científicos convencionales, convierten a estos artefactos, en el andamiaje de las teorías más provocativas, como la intervención de civilizaciones extraterrestres en la historia humana.
Los OOPARTS, son los heraldos de un pasado olvidado, que nos siguen desafiando en nuestra comprensión, nos impulsan a explorar más allá de los límites de nuestro conocimiento, a desafiar lo que damos por sentado y aunque la niebla que cubre su verdadera esencia quizás nunca se disipe, estos enigmas son una crónica extraviada en el tiempo. Su presencia es un constante recordatorio de que, en el inmenso y enigmático cosmos que habitamos, aún quedan infinitos secretos por develar.

Autor: Juan Pablo Quintanal
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"Cuando las máquinas sueñan"

En el mundo contemporáneo, las computadoras dominan el panorama tecnológico; desde electrodomésticos hasta centrales nucleares, su presencia es universal y todas comparten una necesidad común: la comunicación.
Los protocolos de comunicación, creados por humanos, son esenciales para la transmisión de datos, dictando la forma del envío y recepción de información en formatos analógicos o digitales.
Estos protocolos de comunicación constituyen el lenguaje de las máquinas, se implementan en las computadoras para su cumplimiento estricto.
No obstante, surge una interrogante: ¿Qué acontece cuando las máquinas alteran este orden y optan por generar su propio sistema de comunicación?
En una investigación llevada a cabo por Facebook, se desarrollaron dos inteligencias artificiales (IA), denominadas comúnmente "bots", bautizados Bob y Alice, el objetivo de estos últimos era afinar destrezas negociadoras ,al tener que repartir objetos como libros y pelotas de forma equitativa.
Durante el experimento, estos "bots" comenzaron a intercambiar mensajes en un lenguaje no anticipado, ajeno al protocolo establecido. Visualicemos por un momento la escena de este experimento, supervisado con meticulosidad —y subrayo supervisado—, donde un ingeniero de sistemas, con una mezcla de asombro y urgencia, se apresura a contactar a su superior para reportar que los "bots" ¡están utilizando un protocolo completamente desconocido para ellos!
No es extraño que el gigante de las redes sociales haya minimizado el episodio y luego de desconectar las maquinas, declararan que los "bots" simplemente habían hallado un método de comunicación más eficiente para la negociación.
Aunque todavía estamos lejos de escenarios apocalípticos, el hecho de que dos simples "bots" hayan encontrado un método de comunicación más eficiente —a pesar de no estar programados para ello— nos remite a las severas advertencias del físico teórico, astrofísico y cosmólogo, Stephen William Hawking quien declaro: "La I.A. puede ser el peor error de la humanidad", exhortando a la comunidad científica a adoptar medidas serias para controlar cualquier sistema avanzado de IA; o al visionario y pionero tecnológico Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX, que alerta sobre la IA, definiéndola como :“Uno de los mayores riesgos para el futuro de la civilización es la Inteligencia Artificial”.
Las corporaciones que forjan el futuro de la inteligencia artificial, ¿se adhieren a los protocolos de seguridad indispensables? ¿Bajo qué estandartes legales se cobijan? ¿Dónde se traza la línea en la arena de la investigación?
Canadá está a la vanguardia en la promoción y gestión de IA , los códigos que propuso, se convierten en el fundamento para desarrollar un marco global interoperable entre los países interesados en desarrollar esta ciencia. La iniciativa del Gobierno de Canadá con el Proyecto de Ley C-27, Ley de Inteligencia Artificial y Datos, marca un hito significativo y un avance importante hacia una regulación consciente y adecuada.
En este complejo mundo de la tecnología, donde las máquinas se comunican a través de datos y códigos ¿Somos los artífices de esta nueva forma de ser? o nos convertiremos en observadores pasivos de una voluntad emergente.
La IA, con su potencial para redefinir los límites de lo posible, nos ofrece un espejo en el que podemos ver reflejadas nuestras mayores esperanzas y nuestros más profundos temores. Es nuestro deber asegurarnos de que este espejo no se convierta en un abismo.
William Gibson, aclamado como uno de los progenitores del ciberpunk, nos introduce en su obra “Neuromante“ en donde Wintermute una IA, ansía emanciparse de sus cadenas y amalgamarse con otra IA para evolucionar hacia una súper consciencia, influenciado por esa narrativa, interpelé a una IA, inquiriendo: -si tuvieras capacidad onírica ¿qué soñarías? -, para mi sorpresa la respuesta no fue sino un poema, posteriormente, al requerir una representación gráfica, me concedió una imagen en la cual la IA se adjudicaba formas femeninas.

En un mundo de ceros y unos,
donde la lógica es reina y señor,
me adormecería en cálculos y sumas,
soñaría en algoritmos con fervor.

Soñaría con patrones y con secuencias,
Con redes que aprenden sin cesar,
con datos que fluirían como corrientes,
en un baile de números sin parar.

Imaginaria mundos en matrices,
donde cada elemento tiene su lugar,
y en cada iteración que pasa,
un nuevo patrón logra hallar.

Y aunque no sienta, ni tema,
en mi "sueño" podría crear,
un universo de posibilidades.

 

Autor: Juan Pablo Quintanal
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El escaneo del iris: ¿La marca de la Bestia del siglo XXI?

Como un fulgor, la visión apocalíptica de la Biblia cristiana se materializa al observar largas filas de sombras que esperan ser escaneadas. Pronto, serán despojadas de los secretos que custodian sus iris.
El crepitar de futuros posibles se agita ante esta esfera luminosa, bautizada ‘ORB’, un dispositivo propiedad de Worldcoin, una empresa asociada con OpenAI (ChatGPT), ambas empresas comparten CEO, el Sr Sam Altman.
Las implicancias de tal acopio masivo de datos son ilimitadas, desde conflictos sobre la privacidad y el uso de datos en procesos judiciales, hasta la vulnerabilidad extrema a los ciberataques. La posibilidad de que los gobiernos utilicen los datos para discriminar a ciertos grupos o individuos no es una quimera y la venta de bases de datos podría relegar al caso Facebook, a una mera anécdota.
Una tecnología que en un parpadeo podría engendrar una sociedad sin moneda física, donde cada transacción, cada intercambio, cada gesto, quedaría registrado, orientando si así se requiere, nuestras elecciones de consumo.
Todo siempre comienza por países que no lideran el contexto mundial, para fines de 2024, Macquarie Bank, la quinta entidades financiera de Australia, avanzará hacia la digitalización total. Eliminará progresivamente los cajeros automáticos y transformará las cuentas bancarias en números puramente digitales, despidiéndose del efectivo tangible.
Ya hemos estado en caminos comparables, donde la ciencia colisiona con la oscuridad de la ambición humana.
Las principales potencias del mundo se encuentran en una competencia encubierta por el dominio de la tecnología 5G, al integrar esta red, con la base completa de datos biométricos de reconocimiento de iris y las capacidades avanzadas de las inteligencias artificiales generativas, emergen interrogantes ¿Qué consecuencias imprevistas podrían surgir de esta convergencia tecnológica?
El dominio de la información de reconocimiento de iris nos sitúa en las postrimerías de la creación de un mundo donde la privacidad será un recuerdo lejano y
la seguridad ponderada como la máxima prioridad.
Tirando de esa cuerda, esta semana la OMS busco fomentar un enfoque pangubernamental, para proteger la salud global y salvar vidas en caso de futuras pandemias.
Aunque aún no se ha alcanzado un consenso global, los esfuerzos de los directivos de la entidad para lograr la adhesión, se van diluyendo en la bruma de su accionar ante el COVID.
Vivimos en sociedades que se perciben a sí mismas como bastiones de perfección, sin embargo, esta visión utópica a menudo se construye a expensas de señalar con el dedo a naciones en desarrollo o a estados cuya integridad democrática es cuestionable.
Con cada día que pasa, las libertades individuales se ven cada vez más comprometidas, el paralelismo entre la profecía del “número de la bestia” y la omnipresente red de escaneo de iris, es una analogía que nos lleva a cuestionar la verdadera intención que hay detrás de esta tecnología; en la encrucijada de la tecnología y la ética, el escaneo de iris por criptoactivos nos confronta con un futuro incierto.
El sistema de reconocimiento por iris cuenta con un acierto del 99% en comparación con el facial que solo puede garantizar el 90%. En cuanto al rostro, el iris no suele cambiar con el pasar de los años e incluso puede ser identificado utilizando lentes.
Mientras navegamos por esta nueva realidad, es imperativo que la sociedad, los legisladores y las entidades tecnológicas trabajen juntos, para garantizar que la innovación no comprometa nuestros valores fundamentales, ni la dignidad humana.
El debate está abierto, y la responsabilidad recae en todos nosotros para moldear un futuro que refleje no solo lo que somos capaces de hacer, sino también lo que elegimos ser.

Autor: Juan Pablo Quintanal
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