En el mundo de lo inexplicable, pocos fenómenos resultan tan enigmáticos como las curaciones físicas llevadas a cabo por místicos y chamanes.
Estos actos, que se remontan a las profundidades de la historia, encuentran en Pachita, la renombrada curandera mexicana, uno de sus ejemplos más fascinantes. Sus habilidades, desafiaron la lógica científica, y continúan siendo un misterio.
Bárbara Guerrero, conocida como Pachita, fue una curandera espiritual que operó en México durante el siglo XX. Afirmaba ser guiada por un "hermano" espiritual llamado Cuauhtémoc, quien le permitía realizar cirugías psíquicas y curaciones milagrosas sin instrumentos médicos convencionales. Sus métodos incluían la extracción de tumores con las manos, la sanación de enfermedades terminales y la regeneración casi espontánea de tejidos, siempre en un contexto ritualístico y espiritual.
Pachita atrajo a miles de personas, desde campesinos, hasta figuras públicas, que buscaban alivio donde la medicina tradicional había fallado.
Aunque estas prácticas fueron frecuentemente tachadas de fraudulentas, y en muchos casos explotadas por charlatanes con fines de enriquecimiento, el caso de Pachita llamó la atención de científicos como el Dr. Jacobo Grinberg, un psiquiatra mexicano reconocido por sus investigaciones sobre fenómenos paranormales y curativos.
El Dr. Grinberg dedicó parte de su carrera a estudiar a curanderos y sana-dores espirituales, destacando su trabajo con Pachita, a quien documentó en su libro "Pachita: Milagros y Realidades".
No solo registró sus métodos, sino que participó en múltiples cirugías psíquicas, guiado por el "hermano" espiritual. Estas experiencias, descritas en una narrativa asombrosa, incluyen testimonios de famosos y políticos que experimentaron curaciones que la medicina no podía explicar.
El Dr. Grinberg alcanzó relevancia internacional y fue invitado a programas televisivos en Europa y Estados Unidos, generando controversias en sectores conservadores de la ciencia. Incluso recibió amenazas de grupos escépticos, un fenómeno que se repite con quienes desafían los paradigmas establecidos. Pachita murió en 1980, y su legado quedó envuelto en misterio.
El Dr. Grinberg avanzo en sus estudios psíquicos y anuncio un prometedor estudio que se llevaría a cabo al mismo tiempo en dos continentes en donde dos personas se comunicarían por medio de telepatía, con todos los preparativos listos, el día previo a su vuelo, desaparece sin dejar rastro; posteriormente su esposa corrió la misma suerte, y hasta el día de hoy se desconoce el paradero de ambos.
Aunque las curaciones de Pachita parecen desafiar toda explicación racional, estudios modernos como los del Profesor Tony Kay sobre la imaginería motora ofrecen una perspectiva científica que podría arrojar luz sobre estos fenómenos.
El Prof. Kay, experto en biomecánica y fisiología del ejercicio en la Universidad de Northampton (Reino Unido), ha demostrado que el cerebro es capaz de activar vías neuronales y respuestas fisiológicas simplemente al imaginar un movimiento o una acción.
En sus investigaciones, los individuos que fueron instruidos para que se visualicen realizando ejercicios físicos, luego del control previo, demostraron aumentos significativos en la fuerza muscular, sin haber realizado ningún esfuerzo físico real, llegando a incrementar su fuerza hasta en un 33%.
En otro experimento, se sometió a dos grupos a estudios de actividad neuronal: el primer grupo aprendió a tocar el piano físicamente, mientras que el segundo grupo solo imaginó hacerlo, visualizándose sentados frente al teclado y tocando una partitura.
El resultado fue asombroso: ambos grupos activaron las mismas áreas cerebrales. Las neuronas responsables del aprendizaje no distinguieron entre la práctica real y la imaginada, lo que sugiere que la mente tiene un poder profundo sobre el cuerpo, capaz de influir en procesos biológicos de maneras que aún no comprendemos del todo.
En el caso de Pachita, es posible que la combinación de la fe, la visualización y la sugestión, activaran mecanismos similares en los pacientes. Al creer firmemente en las habilidades de la curandera, sus cerebros podrían haber liberado sustancias o activado mecanismos inmunológicos, facilitan-do así la curación y recuperación de las enfermedades que los aquejaban. Aunque esto no explica completa-mente las cirugías psíquicas o las curaciones milagrosas, sí ofrece un marco científico para entender cómo la mente puede influir en el cuerpo de maneras extraordinarias.
El legado de Pachita y las investigaciones del Prof. Kay nos invitan a ex-plorar los límites de nuestra mente y qué somos capaces de lograr con nuestros pensamientos. Nos provoca a reflexionar sobre esa misteriosa conexión entre lo físico y lo mental, ese vínculo que, aunque esquivo, parece ser más pro-fundo de lo que imaginamos.
En un mundo superficial que nos em-puja a creer que lo espiritual es un atavismo del pasado, la ciencia y el misticismo se encuentran en un terreno común.
Quizás, después de todo, estas dos visiones, no estén tan alejados como creemos, sino que sean las dos puntas de una misma madeja de conocimiento.
Dos caminos que, aunque opuestos en un principio, nos llevan a preguntarnos: ¿Qué pasaría si lo que hoy consideramos “curaciones místicas" fuera simplemente la ciencia médica del futuro?
Autor: Juan Pablo Quintanal
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