La ministra de Capital Humano, Sandra Petovello, marcha decididamente hacia la eliminación del Monotributo Social, algo que el gobierno no pudo conseguir por vía del último paquete fiscal que se aprobó en el Congreso. La forma de hacerlo será la eliminación de un subsidio que la cartera le estaba abonando a los 585.000 beneficiarios de ese segmento. Se trata del componente de obra social de $6.900 que los monotributistas sociales no estaban pagando y que dentro de un mes deberían empezar a hacer en caso de que se reempadronen, tal cual lo dispuso la cartera en una Resolución publicada en el Boletín Oficial. Si bien se trata de más de medio millón de titulares, hay que tener en cuenta que en promedio cada uno de estas personas estaba incluyendo otros cuatro familiares a cargo, por lo cual se podría decir que unos 2,5 millones de personas que actualmente tienen cobertura médica a través de obras sociales sindicales. Sin otra solución a la vista, dentro de un mes tendrán que ir a los hospitales públicos. La mayoría de los monotributistas sociales son en realidad titulares de planes sociales derivados del Potenciar Trabajo, a quienes se los puede ver en plazas y parques públicos de los municipios en todo el país haciendo tareas de muy poca calificación.
La Legislatura de Mendoza definirá el futuro de Impsa, mientras que el Gobierno Nacional busca desprenderse de parte de Enarsa. Ambas empresas energéticas son blanco de interés de capitales privados.
En un nuevo capítulo de las privatizaciones en el sector energético argentino, dos empresas emblemáticas se encuentran en el centro de la escena. Impsa, la histórica compañía mendocina, y Enarsa, la empresa estatal de energía, podrían cambiar de manos en las próximas semanas.
Impsa: un paso más cerca de la venta
La Legislatura de Mendoza se apresta a votar un proyecto de ley que habilitaría la venta del 21% de las acciones que posee el gobierno provincial en Impsa. De obtener la aprobación, se allanaría el camino para que el Gobierno Nacional, a través de la Ley Bases, pueda desprenderse del 63,7% restante de la compañía.
La principal interesada en adquirir la totalidad de Impsa es Arc Energy, una firma estadounidense que presentaría una oferta formal el próximo lunes. Si bien el valor de la operación rondaría los 30 millones de dólares, lo importante para el Estado sería dejar de afrontar las pérdidas operativas mensuales de 2,5 millones de dólares.
Enarsa: foco en activos estratégicos
Por su parte, según detalla la publicación especializada Más Energía, el Gobierno Nacional también busca avanzar en la privatización de parte de Enarsa. Sin embargo, la actividad de importación de gas y GNL, que genera cuantiosas pérdidas, no resulta atractiva para los inversores privados.
En cambio, el interés se centra en las participaciones accionarias de Enarsa en centrales termoeléctricas, parques eólicos y en Transener. A mediano plazo, si se logra implementar una tarifa plena, el Estado podría incluso desprenderse de la actividad de importación de combustibles, asignándola al mercado.
En las próximas semanas se conocerán nuevos detalles sobre estos procesos de privatización, que marcarán un hito en la historia del sector energético argentino.