En un contexto de ajuste fiscal y aumentos tarifarios, una de las medidas más destacadas del gobierno de Javier Milei ha sido el incremento en la cantidad de hogares beneficiarios de subsidios a la energía. Según datos oficiales del Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE), entre diciembre de 2023 y julio de 2024, 852.677 nuevos hogares se sumaron a los subsidios a la electricidad, mientras que más de 111.114 accedieron a subsidios en el gas natural.
Lo que da un total de 963.791 nuevos hogares que reciben subsidios, todo un lujo en este año de ajuste fiscal y motosierra.
Esta situación genera una paradoja, ya que mientras el gobierno impulsa una política de ajuste fiscal y busca reducir el gasto público, al mismo tiempo se registra un aumento en la cantidad de beneficiarios de subsidios.
Razones de este paradójico fenómeno
Este incremento en la cantidad de beneficiarios se debe a varios factores. Pérdida del poder adquisitivo: la inflación y la devaluación han erosionado el poder adquisitivo de los salarios, lo que ha llevado a que más hogares requieran de subsidios para afrontar el pago de los servicios públicos.
El aumento de la pobreza también juega su papel. Las provincias con mayores índices de pobreza, como Corrientes, Formosa, Catamarca, Chaco y Córdoba, son las que han registrado un mayor incremento en la cantidad de beneficiarios.
Pero la máximo “no hay plata”, no es la única que explica este fenómeno. La segmentación tarifaria también lo hace. El esquema de segmentación tarifaria implementado por el gobierno ha permitido identificar a más hogares que cumplen con los requisitos para acceder a los subsidios.
El aumento en la cantidad de beneficiarios de subsidios representa un desafío para las finanzas públicas. Si bien el gobierno ha implementado medidas para reducir el gasto en subsidios, el incremento en la cantidad de beneficiarios podría compensar parcialmente estos esfuerzos.