Unidad Piquetera y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) anunciaron la incorporación del espacio de Juan Grabois a un frente de lucha conjunta, con eje principal en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la emergencia alimentaria. Además, convocaron a una movilización contra del “ajuste” y el “hambre” el próximo 18 de mayo.
La decisión provocó el alejamiento de Libres del Sur del frente de lucha piquetero. “La UTEP se sentó con Sergio Massa hace pocos días para plantearle que apoyaban su gestión. ¡Su gestión económica! La misma gestión que nos doblega con el ajuste y nos tiene sumergidos en la incertidumbre y en la dificultad de garantizar el acceso a los alimentos de la canasta básica. No vamos a lavarles la cara ni a bancarles el doble discurso”, dijo Silvia Saravia, referente nacional del espacio.
Desde hace meses que la UTEP negociaba con Unidad Piquetera para sumarse a la lucha en las calles, pero las definiciones venían complicándose, por un lado, por el respaldo público de la organización oficialista a Axel Kicillof y, por otro, porque dentro del Frente de Todos presionaban para evitar que la grieta interna siga agrandándose.
En varias oportunidades cancelaron reuniones que tenían previstas con las organizaciones piqueteras no oficialistas y, finalmente, la semana pasada lograron avanzar en el acuerdo.
Ayer se realizó una conferencia de prensa en el Obelisco la UTEP junto a Unidad Piquetera, la CTA Autónoma, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) y otras organizaciones sociales, políticas y sindicales para anunciar un plan de lucha en conjunto.
“Nos parece una falta de respeto que no estemos pudiendo resolver el problema alimentario en nuestros barrios”, expresó el líder de la UTEP, Esteban “Gringo” Castro, al mismo tiempo que apuntó a la ministra Victoria Tolosa Paz: “Hay una decisión política de que eso no se resuelva y nos obliga a garantizar una movilización al ministerio de Desarrollo Social para empezar un plan de lucha”.
“El salario social complementario que cobramos no alcanza, tampoco el salario de los trabajadores que están en el marco de la formalidad”, agregó en una crítica a la gestión económica del Gobierno.
“Está claro que lo que se viene es seguir ajustando sobre la base de un 40% de pobreza en la Argentina. Eso es intolerable para cualquier militante popular de nuestro país”, concluyó Castro.
Por su parte, el líder del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, celebró la unidad de las organizaciones sociales y se diferenció de la CGT: “Es muy grave que los representante sindicales de este país aprueben salarios de hambre para los trabajadores, que son los mismos que después recibimos en los comedores populares”.
“Esperemos que este sea el primer paso de un plan de lucha por nuestras reivindicaciones, que hay que ponerlas por delante de todas las diferencias que podamos tener. Necesitamos una acción de la clase obrera ocupada y desocupada, que si no sale por arriba va a tener que salir por abajo, para lograr un paro nacional”, añadió.