El Gobierno nacional confirmó el lanzamiento de las primeras celdas de ion litio argentinas producidas por Y-TEC con recursos naturales de Catamarca y se pronostica un crecimiento exponencial de la capacidad productva instalada de litio entre los tres proyectos en marcha y otros cinco en producción.
La Argentina se posiciona hoy en el mercado con una capacidad de producción instalada de 37.500 toneladas de carbonato de litio y una producción anual promedio de 33.000 toneladas.
Posee tres plantas de litio en funcionamiento. Dos ubicadas en Jujuy, por un lado, en el Salar de Olaroz, de la empresa Sales de Jujuy; y por otro, en el Salar Cauchari-Olaroz de la Minera EXAR; y otra en Catamarca, ubicada en el Salar del Hombre Muerto, de la empresa Livent. Estos tres proyectos posicionan al país como el cuarto productor a nivel mundial, luego de Australia, Chile y China; y el segundo en recursos (concentración de un material de interés económico), solo superado por Bolivia. En materia de reservas (que son los recursos con viabilidad económica de explotación), la Argentina es el tercer país, por debajo de Chile y Australia.
En el corto plazo se espera que otros cinco proyectos de litio, que a la fecha se encuentran en construcción, entren en producción en Jujuy, Salta y Catamarca.
Se trata de Proyecto Mariana, de la firma china Ganfeng Lithium; Centenario-Ratones de la empresa francesa Eramet; Sal de Oro, de la surcoreana POSCO que la semana pasada lanzó la construcción de una segunda planta; Sal de Vida, de la australiana Allkem Lda; y Tres Quebradas, de la empresachina, Zijin Mining Group. Estos proyectos, junto a los dos que se encuentran en operación que están expandiendo sus capacidades (Sales de Jujuy, por su lado, aumentará 25.000 toneladas, mientras que Livent, en cada una de sus dos fases de expansión, sumará 20.000 toneladas), permitirán aumentar la capacidad productiva a más de 200.000 toneladas.
La francesa Eramet anunció recientemente que el grupo de materias primas Glencore expresó su interés en ayudar a financiar la producción de litio en el país y reveló estudian un esquema de participación, que implique el pago por adelantado y la comercialización conjunta de litio que se producirá a partir del próximo año en su proyecto Centenario Ratón.
Las baterías de litio argentinas
A principios de 2023, a partir del trabajo en conjunto de la provincia de Catamarca e Y-TEC, se firmó un convenio por el cual Livent proveerá el carbonato de litio para abastecer a UNILIB, la primera planta de desarrollo tecnológico de celdas y baterías de América latina, que se pondrá en marcha en conjunto con la Universidad Nacional de La Plata.
La planta que se pondrá en marcha en septiembre de este año, tendrá una capacidad de producción anual -medida en energía almacenada- de 15 MWh, equivalente a 2.000 baterías para almacenamiento estacionario de energías renovables o unos 300 para autos eléctricos.
En las últimas horas la secretaria de Minería, Fernanda Ávila, y el presidente de Y-TEC, Roberto Salvarezza, anunciaron la compra de litio a la estadounidense Livent.
“El desarrollo de la cadena de valor alrededor de la actividad minera es prioridad para el Gobierno y, tal cual lo indica Sergio Massa, debemos generar las condiciones para que el país sea un actor clave a nivel mundial...”, afirmó la funcionaria nacional, que la semana pasada participó en Salta de una expo de proveedores mineros de pueblos originarios de la Puna.
“Nuestro país -agregó Ávilacuenta con el capital humano y científico, y una industria nacional robusta para poder seguir avanzando en la cadena de valor. Este es un ejemplo concreto de eso y de que cuando la coordinación entre provincia, empresas privadas y Nación es virtuosa y las decisiones son firmes, podemos tenerresultados concretos y beneficios para nuestro país”.
Salvarezza celebró que en breve se pone en marcha el UNILIB y se comenzará a producir las primeras celdas de baterías de ion litio en el país. “Es importante para nosotros contar con el carbonato de litio para hacer realidad un emprendimiento que tiene más de 12 años de investigación científica. De esta manera, las primeras celdas argentinas serán producidas con carbonato de litio catamarqueño”, sostuvo.
Litio: los desafíos pendientes
La obtención de carbonato de litio grado batería es un proceso que conlleva un altísimo valor agregado, mientras impulsa el desarrollo de proveedores locales y genera empleo formal y bien remunerado en las comunidades donde se inserta. Pero hay desafíos pendientes.
Un informe realizado por Fundar en conjunto con la red Green Dealings y CENIT en base a la opinión de 600 expertos en litio recordó que Argentina, Bolivia y Chile forman una región que concentra el 53% de los recursos mundiales de litio y alrededor del 80% de aquellos que se encuentran en salmueras de salares. “A medida que la demanda de litio aumenta se abren nuevas oportunidades económicas para estos países. No obstante, conlleva riesgos de impactos negativos sobre el ambiente y las poblaciones que habitan los territorios donde se desarrolla la minería de litio, y en el desaprovechamiento de oportunidades para desarrollar capacidades productivas y tecnológicas”, advierten los especialistas en el reporte al que accedió Ámbito.
Los resultados de la encuesta indicaron un amplio acuerdo en torno a la idea de que la minería de litio en salares enfrenta desafíos significativos de sostenibilidad. El 77% de los participantes coincidieron en que se debe abordar este problema de manera prioritaria, aun si ello implica ralentizar o incluso suspender la actividad minera.
Según el panel, los desafíos ambientales son prioritarios. Los temas que requieren mayor atención están vinculados al impacto de la minería sobre el balance hídrico de la cuenca y sobre la biodiversidad del área donde se desarrolla la minería.
En segundo lugar, se encuentran los desafíos de carácter social. En este caso, se destaca la necesidad de mejorar la convivencia de la actividad minera con las economías regionales, así como también el respeto a las prácticas sociales y culturales de las comunidades cercanas o vinculadas con los salares.
Con relación a los desafíos para lograr la sostenibilidad económica, se señala la necesidad de que los países ricos en recursos de litio mejoren su capacidad para capturar el valor generado en su territorio. Con ese fin, se priorizaron dos canales: en primer lugar, que las comunidades locales logren una mayor participación en los beneficios obtenidos y, en segundo orden, que la minería establezca una vinculación más estrecha con los actores del sistema productivo y de innovación nacional.
Finalmente, en el caso de los desafíos de carácter social, se destaca la necesidad de mejorar la convivencia de la actividad minera con las economías regionales, así como también el respeto a las prácticas sociales y culturales de las comunidades cercanas o vinculadas con los salares.
“Para los y las expertas el concepto de justicia está fuertemente vinculado con temas de sostenibilidad económica, por encima de la sostenibilidad ambiental y social”, remarcó el informe, y añadió que el principal obstáculo es “la debilidad institucional y de capacidades estatales en los países productores”, mientras que en segunda instancia se destacó la asimetría de recursos que existe entre países demandantes y productores.