Como siempre, de una forma menos ruidosa que la del PRO, pero en espejo, la posible incorporación de Juan Schiaretti a JxC también pegó con fuerza dentro de la UCR, a días de la Convención Nacional. Mientras tanto, crece además la tensión en el radicalismo en plena definición de candidaturas y cuando cada sector negocia posible vices con Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich.
La Convención se reunirá el próximo lunes, desde las 14:00 en Parque Norte, Ciudad de Buenos Aires, adónde llegarán unos 300 dirigentes partidarios de todo el país. Hasta hace unos pocos días, se esperaba meramente como un trámite formal, sin hipótesis de conflicto, pero como punto de partida para que el lugar de la UCR empiece a definirse dentro la interna opositora.
Con Juntos por el Cambio en crisis, crecen ahora las dudas sobre el tono que tendrá el encuentro radical, que tenía previsto ratificar simplemente la participación del partido dentro de la coalición opositora y plantear la necesidad de “fortalecerla para hacerla todavía más amplia” entre quienes compartan el programa opositor, fórmula ya habitual, pero sin mencionar nombres.
El presidente del partido a nivel nacional, Gerardo Morales, fue uno de los principales defensores en los últimos días de la “necesidad” de llegar a un acuerdo electoral con Schiaretti. El jujeño confrontó públicamente sin medias tintas con el ala dura del PRO, y hasta llegó a sugerir la posibilidad de un quiebre en la coalición opositora.
Aunque en algunos sectores de JxC toma cada vez más fuerza la idea de que ese camino está bloqueado, y pese a las fuertes críticas del partido en Córdoba, el titular de la UCR no dio marcha atrás.
En el equipo del gobernador jujeño, que por ahora sostiene su candidatura presidencial, aseguran que tendría el número suficiente de convencionales alineados si quisiera forzar una posición partidaria sobre la alianza con Schiaretti, en tándem con el sector de Evolución Radical de Martín Lousteau. También entre sus detractores reconocen que es así. Sin embargo, no lo haría, a menos que haya un cambio de panorama general.
“Depende de las condiciones que se generen en el PRO para avanzar en un frente amplio electoral. Si Larreta consigue dar vuelta la situación ahí adentro, y hay espacio para avanzar en un acuerdo con el sector de Schiaretti, nosotros vamos a ir a fondo. Pero no tiene sentido ir a la pelea si no va a pasar nada después”, señalan cerca del presidente del partido.
Morales -que hace solo dos semanas había estado en una cumbre radical en Córdoba, donde rechazó un acuerdo con Schiaretti antes de la elección provincial- fue duramente criticado por la UCR en la provincia, que lleva a su presidente Marcos Carasso como candidato a vice de Luis Juez.
El partido local le cuestionó al gobernador jujeño que, siendo justamente mandatario provincial, no haya tenido visión federal cuando impulsó públicamente un acuerdo con el actual gobernador peronista de Córdoba. “Si presionan con el tema Schiaretti va a haber problemas, aunque tengan los números”, advertía un radical cordobés en las últimas horas.
Para el lunes faltan pocos días, pero mucho tiempo para la política. Si la posibilidad de un acuerdo con Schiaretti quedara definitivamente sepultada, se cumpliría la predicción que un radical histórico de fuerte peso partidario hizo: “Se va a llegar con la espuma baja. La convención va a decir que hay que ampliar, pero sin nombres. No va a ser Gualeguaychú. Los cordobeses irán armados por las dudas, pero ya ganaron la batalla. Si en el PRO murió la discusión, ya no hay chance”.
La Convención Nacional es el órgano político principal del partido. No está encabezado por el presidente del partido. Su titular es hoy Gastón Manes, hermano de Facundo Manes. El neurocientífico ratificó en los últimos días que siempre estuvo a favor de ampliar la coalición y llegar a un acuerdo electoral para competir en un frente con Schiaretti.