La crisis por el cierre del gobierno de EEUU llegó a un punto crítico debido a que el programa federal de asistencia alimentaria enfrenta retrasos y millones de personas están a punto de ver un aumento dramático en sus facturas médicas. Los impactos en las necesidades básicas subrayaron cómo la falta de un acuerdo entre los legisladores sobre un proyecto de presupuesto está afectando a los hogares en todo el país.
Jueces federales frustraron los planes de la administración Trump de congelar los pagos al Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), pero el retraso en la entrega de las ayudas probablemente dejará a millones de personas con dificultades para pagar su despensa.
Todo esto se suma a la tensión en el país, mientras se cumple un mes de que los trabajadores federales no reciben su sueldo. El cese de funciones, debido a la falta de financiamiento, ya es el segundo más largo de la historia. Sin embargo, había poca urgencia en Washington para ponerle fin, con los legisladores fuera del Capitolio y ambos partidos atrincherados en sus posiciones.


