Cinco clases de tres horas cada una, cientos de inscriptos y un objetivo encubierto: reforzar las bases de “La Libertad Avanza”. En la previa, el propio Javier Milei le reconocía a su círculo íntimo que la “escuela de conducción política”, auspiciada por el espacio político que él lidera, podía servir para “construir equipos”.
El curso se realizó por segunda vez en los últimos seis meses, se anotaron más de 300 personas y fue organizado por el movimiento “Ciudadanos”, que forma parte de La Libertad Avanza. Según se publicó en los canales oficiales de promoción, la plataforma invitaba a todo aquel que se inscribía a “ser uno de los nuevos cuadros políticos que la Argentina necesita” y a prepararse para “asumir las riendas de la Nación”.
Las clases que tuvieron lugar entre el 6 y el 10 de marzo fueron presenciales, aunque con la posibilidad de sumarse de manera virtual, y tenían un costo de $7 mil o 25 USD. Hubo talleres legislativos, de campaña política o de comunicación y políticas públicas, entre otros.
Milei fue uno de los principales expositores y brindó una clase de economía a sala llena. En un pizarrón blanco volcó un sinfín de gráficos y dibujos después de recibir un cuadro con la imagen de José de San Martín como regalo de parte de los organizadores. Ya había participado en la edición de octubre, que se había presentado como exclusiva para menores de 40 años. En esta oportunidad no hubo límites etarios.
Durante los días en los que se desarrollaba la “escuela”, Milei protagonizaba un cruce con la vocera presidencial, Gabriela Cerruti. Ante la consulta pública por su forma de generar ingresos, el diputado a TN que cobraba “entre 10 mil y 25 mil dólares” por cada una de sus conferencias. Esta participación no respondía a ese esquema de charlas patrocinadas y se realizó, según aclaran en su entorno, sin percibir dinero alguno.
Otro de los docentes fue Fernando Cerimedo. El nombre que suena desconocido para el gran público cobra cada vez más fuerza dentro del submundo liberal-libertario. Es consultor político y trabaja cerca de La Libertad Avanza, como asesor. Fue el encargado de la cátedra de “campaña política” y quien prestó la sede: todas las clases se dictaron en la sede de su empresa, en Puerto Madero.
Fue en esas mismas oficinas en las que, en noviembre de 2022, distintos referentes radicalizados del amplio espectro opositor se reunieron con Eduardo Bolsonaro, hijo del exmandatario brasileño y legislador de Brasil. Participaron entonces representantes del sector libertario, como el concejal porteño Ramiro Marra, y algunos del ala más dura de Juntos Por el Cambio, como Miguel Ángel Pichetto o Joaquin De La Torre. El organizador fue, precisamente, Cerimedo.
Milei, que estaba entre los invitados, se bajó a último momento de aquella cena. Quería evitar una foto que lo vincule de forma directa a la principal coalición opositora. Unos días más tarde desayunó mano a mano con Bolsonaro hijo.
La relación entre el consultor argentino y diputado federal por San Pablo surgió en otro “curso”: uno de marketing político que dictaba en Estados Unidos el ex gurú del macrismo, Jaime Durán Barba. A partir de ese contacto, Cerimedo llegó a quien fuera presidente de Brasil en el período 2018-2022 y trabajó en la última campaña de reelección.
El asesor, que se especializa en redes sociales y estrategia digital, fue uno de los impulsores mediáticos de la idea de “fraude” en la elección que tuvo como ganador a Lula Da Silva. En el PT, la fuerza que tiene como líder al actual presidente, hubo sectores que lo señalaron como uno de los promotores de la toma de los edificios públicos de Brasil (Congreso, Palacio del Planalto y Supremo Tribunal Federal). Todas esas acusaciones fueron desmentidas.
Cerimedo también participó en 2022 en la campaña de rechazo a la nueva constitución en Chile, pretendida por el presidente Gabriel Boric. En los meses de pandemia y cuarentena estricta también estuvo muy cerca de Patricia Bullrich y colaboró con la radicalización de su discurso. Quienes lo conocen indican que se abrió cuando la presidenta del Pro empezó “a quedar atrapada en la interna de su partido”.