El dato de inflación de febrero, que según el INDEC fue del 6,6%, reavivó uno de los reclamos más insistentes del kirchnerismo: el pago de una suma fija para trabajadores que sirva para compensar la aceleración de precios. Las últimas presiones al Gobierno llegaron por parte de tres sindicalistas cercanos a La Cámpora: Pablo Moyano, Walter Correa y Hugo Yasky.
Moyano, cosecretario general de la CGT y representante de los Camioneros, pidió que el pago sea para “las actividades que quedaron por debajo de la inflación” en las paritarias. “Como se le da un dólar soja o un dólar malbec a los vitivinícolas, también se podría evaluar de dar la suma fija que están pidiendo muchas organizaciones gremiales”, justificó.
“Sería importante para tener un aliciente más en el salario, pero se ve que no les darán los números”, dijo sobre la negativa de Alberto Fernández y Sergio Massa. Y agregó, en diálogo con Futurock: “Se van a tener que seguir reabriendo las paritarias, y cada organización gremial sabe hasta dónde puede pedir según la actividad”.
En la misma línea, el ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires y titular del Sindicato de Obreros Curtidores, Walter Correa, marcó la necesidad de “mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores” y reconoció que ese es un “debate interno” en el Frente de Todos (FdT). Correa, en diálogo con AM 530, sostuvo que “hay una pelea de fondo que es la redistribución de la riqueza”.
El funcionario señaló que “este año se cumplen 20 años de que Néstor Kirchner nos devolvió las paritarias, allí no solamente que impera esta cuestión de la negociación de las partes en pos de mejorar los salarios, sino que también inserta una suma fija; si no se llegaba a un acuerdo, se podía abonar en cuotas”, comentó y añadió que por ese motivo “no es contradictoria la suma fija, el bono y la paritaria”.
Para el funcionario, es necesario “que el Estado nacional entienda esa lógica y que, para pegar un salto, necesitamos mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores, y este es un debate interno”.
Hugo Yasky, en tanto, criticó a “la mesa chica de la CGT y la ministra de Trabajo (Raquel Kelly Olmos)” por defender “la vigencia de la paritaria de una manera como si fuera una doctrina, una religión o un dogma”.
“Es un error. Nadie discute eso. El primero que dio aumentos por suma fija fue Néstor Kirchner y nunca nadie hizo tanto por las paritarias como Néstor. Hay que tener la flexibilidad de saber aplicar medidas, porque hay gremios que no pudieron cerrar buenas paritarias o que ni siquiera tienen”, le dijo a AM 530 el secretario general de la CTA.
Los sindicalistas K reavivaron así un viejo reclamo de La Cámpora que, al menos por ahora, el Gobierno se resiste a cumplir. Semanas atrás, la ministra de Trabajo volvió a rechazar la idea de otorgar la suma fija al plantear que eso le quitaría “poder a la negociación salarial y no va a mejorar la capacidad adquisitiva”.
Las opciones para contrarrestar el efecto inflacionario en el bolsillo de los trabajadores son desde hace tiempo tema de debate puertas adentro del Frente de Todos.
El sindicalismo cristinista defiende la idea de implementar sumas fijas que permitirían equiparar condiciones para los gremios que cerraron paritarias por debajo de la inflación, argumentan en el ala dura K. En el albertismo, en tanto, insisten en que ese pago achata las escalas y no soluciona el problema del fondo.
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