Los socios de Juntos por el Cambio mantienen sus diferencias en torno a la estrategia parlamentaria que adoptarán sobre el acuerdo con el FMI, ya que el PRO sigue poniendo condicionamientos para votar, mientras que esa misma fuerza no logró respaldo de sus socios en el tema de los subsidios al transporte en la ciudad de Buenos Aires, divergencias que quedaron expuestas en las últimas horas tras la reunión de la mesa nacional del espacio.
La extensa reunión del jueves pasado de la conducción política de la coalición opositora intentó mostrar un mensaje único en relación al entendimiento con el FMI: Juntos por el Cambio no pondrá piedras en el camino, aunque insiste en ver la letra fina del acuerdo antes de votar.
Sin embargo, en el espacio opositor persisten las diferencias entre dos visiones: la que insiste en dar quórum al entendimiento, encarnada por la UCR y la Coalición Cívica, y la que pone condicionamientos para votar, detrás de la cual se embandera el PRO.
Pese a las declaraciones posteriores a la cumbre, en el seno de la coalición opositora hay dos posturas marcadas: el radicalismo, hoy conducido por el jujeño Gerardo Morales, y la Coalición Cívica, de Elisa Carrió, piensan que tienen que dar quórum al debate en el Congreso.
El PRO pone más reparos y dice que no se puede votar lo que no se conoce. De hecho, fueron tan evidentes estas diferencias que durante la semana hubo una reunión específica del bloque macrista para debatir su posición.
En ese marco, escucharon a los economistas del partido e insistieron en su postura de que no pueden avalarlo sin conocer le letra chica del entendimiento.
Las divergencias internas ya habían quedado expresadas cuando el gobernador Morales pidió no olvidar que fue la administración de Mauricio Macri el que tomó el endeudamiento extraordinario de 44 mil millones de dólares con el FMI, cuya devolución ahora trata de renegociar la gestión de Alberto Fernández.
- Nacionales