Con el descenso de la presión de la variante Ómicron, las autoridades francesas han dispuesto que las mascarillas ya no son obligatorias en interiores en la mayoría de los lugares públicos y se elimina la exigencia de mostrar el pasaporte de vacunación.
Estadios, museos, teatros, discotecas, ferias y transportes de larga distancia son algunos de los espacios en los que desde este lunes 14 de marzo ya no es obligatorio usar mascarilla y tampoco mostrar el pase sanitario. Sin embargo, estas protecciones tendrán que continuar utilizándose en el transporte público de rutas cortas, en los establecimientos de salud y en las residencias de adultos mayores, con el objetivo de proteger a los más vulnerables.
El ministro de Salud de Francia, Olivier Véran, remarcó en su cuenta de Twitter: "A partir de hoy, ya no están obligados a llevar mascarilla ni a presentar el pasaporte (de vacunas). ¡Y todos lo estábamos esperando! Pero hoy, como ayer, las personas frágiles o en presencia de personas frágiles, sigan vigilantes, mantengan los gestos barrera".
Uno de los lugares en donde los ciudadanos han expresado más alivio de no tener que utilizar las mascarillas son las áreas de trabajo. Allí, luego de pasar más de año y medio con la obligatoriedad, los empleados son libres de no usarlas, aunque las empresas pueden tomar la decisión de continuar exigiendo su portación.
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