En medio de una nueva ola de calor que castiga a Europa con temperaturas superiores a 40 grados, Países Bajos advirtió que atraviesa una situación de “escasez de agua” a causa de la sequía que también afecta a la vecina Alemania.
El gobierno neerlandés no anunció restricciones, pero alertó que podría avanzar en esa dirección si persisten las actuales condiciones de falta de lluvias.
La situación es preocupante. Por ello, el ministro de Infraestructura, Mark Habers, anunció que el Equipo de Gestión de Escasez de Agua tomará las competencias de las autoridades locales y regionales. “La sequía persistente hace que haya una demanda nacional de agua mayor a la que ingresa a nuestro país por lluvias y ríos”, advirtió.
Países Bajos analiza restricciones en el consumo de agua
Los expertos vaticinan que la situación seguirá en los próximas semanas. El gobierno dijo que ante este cuadro podría adoptar medidas “para distribuir el agua”.
Habers pidió a la población tomar medidas de ahorro y pensar “dos veces” antes de lavar el auto o llenar por completo la piscina. “Países Bajos es un país de agua, pero aquí también el agua es preciada”, afirmó. El ejecutivo de la Unión Europea había advertido en junio que el continente enfrenta uno de sus años más difíciles con sequías e incendios forestales ante el aumento del cambio climático.
La sequía también impacta a los agricultores alemanes
Países Bajos no es el único país en sufrir la sequía en Europa. Su vecina Alemania también enfrenta los estragos de la falta de lluvias y el calor sofocante.
En ese marco, la Asociación de Agricultores Alemanes (DBV) informó esta semana que la sequía redujo la cantidad de cereal recolectado, que en algunas regiones se sitúa un 15% por debajo de la media habitual.
Los agricultores cosecharon 21 millones de toneladas de trigo, ligeramente más que el año pasado pero entre un 10 y un 12 % por debajo de la media de los últimos años, señaló la organización en un comunicado citado por Efe.
En las zonas afectadas por la sequía preocupa además a los ganaderos el abastecimiento de forraje verde para alimentar al ganado. La segunda cosecha de pasto fue muy escasa o faltó por completo, un problema agudizado por la calidad del maíz almacenado en silos, también afectada por el clima.