Miles de rusos salieron de las estaciones de tren y las terminales de los aeropuertos de Europa esta semana, dejando atrás su país de origen que está cada vez más aislado del resto del mundo y además del gobierno que actúa con violencia para acabar con la disidencia.
Algunos expresaron su furia contra el presidente ruso, Vladimir Putin, por la invasión de Ucrania. Otros dijeron que estaban avergonzados. Varios tenían miedo de hablar.
“No tiene sentido quedarse. No hay futuro para nosotros”, dijo Vyacheslav, de 59 años, quien partió de San Petersburgo, Rusia, con su esposa y su hija de 7 años en un tren de alta velocidad el lunes por la mañana. A primera hora de la tarde, él y su familia habían llegado a Helsinki, la capital de Finlandia, donde los rusos han sido recibidos con flores y carteles en los últimos días.
“Putin está loco”, dijo una mujer rusa que llegó en avión a Belgrado, la capital serbia, con su hijo adolescente el fin de semana.
Es difícil evaluar cuántos rusos se oponen a la guerra en Ucrania, ya que una encuesta reciente realizada por un grupo de organizaciones de investigación independientes sugiere que la mayoría respalda la invasión. Pero miles de personas se apresuran a abandonar Rusia para siempre, ya que temen que los cierres de fronteras los aíslen de sus familiares en el extranjero, o temen ser reclutados para la guerra. Los que se van dicen que se oponen con vehemencia a la invasión y que estaban alarmados por la escalofriante represión del Kremlin contra las pocas plataformas de crítica restantes.
Algunos rusos que llegaron a ciudades europeas la semana pasada parecían temer el alcance del Kremlin, en medio de informes de que las autoridades rusas están interrogando y registrando a algunos viajeros salientes. Varios de los rusos que se fueron por razones políticas se negaron a proporcionar sus nombres completos, citando preocupaciones por los familiares que se quedaron o que no se les permita regresar para ver a amigos o familiares.
Tenían pocas opciones para salir, después de que casi todas las aerolíneas europeas suspendieran sus vuelos entre Rusia y el resto de Europa durante la última semana, luego de las sanciones a aviones rusos.
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