Miles de personas se manifestaron en Madrid contra los elevados precios de los alquileres para las viviendas. Se trata de un grave problema social, que amenaza a las familias de ingresos bajos e impide a la mayoría de los jóvenes alcanzar su independencia. Según el gobierno, unas 22.000 personas participaron en la protesta, pero los organizadores estimaron que 150.000 manifestantes coparon la Gran Vía, una de las principales calles del centro de la capital española. Hubo un absoluto colapso del tránsito. Convocados por el Sindicato de Inquilinos, los manifestantes llamaron al gobierno del socialista Pedro Sánchez, a las inmobiliarias y dueños de departamentos a bajar los precios. De lo contrario, amenazaron con dejar de pagar los alquileres. ”No hay policías, juzgados ni matones suficientes” para desalojarlos a todos si dejan de pagar, advirtió la portavoz de la organización, Valeria Rapu.
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