Mientras continúa escalando el conflicto en Medio Oriente y con un panorama también complejo en la guerra entre Rusia y Ucrania, el Papa Francisco se refirió a la creciente violencia en el mundo y pidió un "un alto el fuego inmediato en todos los frentes, para dar espacio a la diplomacia y al diálogo". "¡Dejen de matar inocentes!", enfatizó. Una vez finalizada la oración mariana del Ángelus, el Sumo Pontífice repudió ambos conflictos y enfatizó: "La guerra es una derrota para todos, ¡basta, por favor! Pido que se respeten las fuerzas de paz de la ONU. Rezo por todas las víctimas y que cesen los ataques aéreos contra la población civil".