El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, confirmó que 60 personas murieron luego de que un ataque aéreo ruso alcanzara una escuela en el este de Ucrania, en cuyo sótano había decenas de refugiados. Al mismo tiempo un alfil de Vladimir Putin lanzó una "amenaza nuclear" a la OTAN.
"En el pueblo de Bilogorivka, en la región de Lugansk, una bomba rusa mató a 60 civiles", afirmó Zelenski durante una intervención por videoconferencia en una cumbre del Grupo de los Siete (G7).
Más temprano, el mandatario local había anticipado que el ataque a la escuela provocó un incendio y que rescatistas habían logrado sacar solamente a 27 personas con vida, a la vez que confirmó que dos chicos de 11 y 14 años murieron en otro ataque ruso en la vecina localidad de Privillia.
Un día antes del desfile anual en Moscú para celebrar la victoria soviética contra los nazis en 1945, que en Rusia se recuerda el 9 de mayo, fuerzas rusas buscaban completar la captura de la sureña ciudad Mariupol, en el Donbass.
Cabe destacar que el único lugar de la ciudad que no está bajo control ruso es una una planta siderúrgica. Los combatientes ucranianos que siguen en su interior se niegan a deponer las armas. Asimismo, se cree que cientos de ellos están heridos.
El Ejército ruso tiene rodeada la planta. "Rendirse no es una opción", dijo Ilya Somoilenko, oficial de inteligencia del Batallón Azov, la unidad militar ucraniana que resiste en la planta.
En otras partes de la costa de Ucrania, varias explosiones se escucharon en la gran ciudad portuaria de Odesa, sobre el mar Negro. La Marina ucraniana también aseguró haber destruido, a un centenar de kilómetros de las costas de Odesa, el navío de desembarco ruso Serna. Esta información no fue confirmada por Rusia, que declaró en cambio que hundió "el barco de asalto ucraniano Stanislav".
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