La ayuda humanitaria resulta insuficiente en la Franja de Gaza, donde hay más víctimas que socorristas y suministros, lo que provoca el caos entre miles de víctimas desesperadas que reclaman auxilio.
Miles de residentes de Gaza irrumpieron en las últimas horas en los almacenes de la ONU, apoderándose de harina y otros artículos de primera necesidad, en una señal de que habían llegado a un "punto de quiebre", informó la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
Uno de los almacenes, situado en Deir al-Balah, en el centro de Gaza, es donde la UNRWA guarda los suministros entregados por las caravanas humanitarias que cruzan a Gaza desde Egipto.
Imágenes de Jan Yunis, en el sur de Gaza, mostraban a hombres sacando frenéticamente cajas y grandes bolsas de un almacén, izándolas sobre sus hombros o cargándolas en sus bicicletas.
"Esta es una señal preocupante de que el orden civil está empezando a quebrarse después de tres semanas de guerra y un estricto asedio a Gaza", apuntó la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Medio (UNRWA) en un comunicado.
En declaraciones a la agencia de noticias Reuters desde Amán, Jordania, Juliette Touma, directora de comunicación de la UNRWA, alertó que las escenas en los almacenes y centros de distribución mostraban la desesperación de la gente.
"Esto es un indicio de que la gente en Gaza ha llegado a un punto de quiebre. Los niveles de frustración y desesperación son realmente muy altos, y la gente está tocando fondo en lo que respecta a su paciencia, a su capacidad de aguantar más", indicó.
Los suministros de ayuda a Gaza se vieron bloqueados desde que Israel comenzó a bombardear el densamente poblado enclave palestino en respuesta a un ataque mortal del grupo militante Hamás el 7 de octubre.
Touma precisó que la UNRWA se había visto obligada a reducir la escala de su operación humanitaria en el enclave porque no podía distribuir combustible a algunas instalaciones médicas y añadió que no había recibido ningún suministro adicional el domingo.
"Esos suministros son muy, muy escasos y no se corresponden con las enormes necesidades sobre el terreno. Pedimos un flujo estándar y regular de suministros humanitarios, incluido el combustible, y un aumento del número de camiones en estas caravanas", comentó.
La UNRWA confirmó que su capacidad para ayudar a la población de Gaza se vio completamente desbordada por los ataques aéreos que mataron a docenas de sus empleados y restringieron el movimiento de suministros.
"Cincuenta y nueve colegas de UNRWA murieron durante la guerra. Este es sólo el número que UNRWA ha podido verificar y confirmar. Lamentablemente, el número de compañeros muertos podría ser mayor. También tenemos informes de personas que están atrapadas bajo los escombros", apuntó Touma.
Incluso antes del conflicto, la organización había dicho que sus operaciones estaban en peligro debido a la falta de financiación.
Creada en 1949 tras la primera guerra árabe-israelí, la UNRWA presta servicios públicos como escuelas, asistencia sanitaria y ayuda humanitaria en Gaza, Cisjordania, Jordania, Siria y Líbano.
Las autoridades israelíes declararon que llegaron alimentos, agua y medicinas a través de la frontera egipcia y que esperaban que las cantidades aumentaran.
Funcionarios de Naciones Unidas afirmaron que los suministros de ayuda son limitados y no se corresponden con la enorme necesidad sobre el terreno.
En una visita no anunciada, el fiscal de la CPI acudió al paso fronterizo de Rafah entre Egipto y Gaza a primera hora del día y publicó una declaración en video desde su ubicación en las redes sociales X.
Khan aclaró que no pudo entrar en Gaza, pero que espera visitar la franja de Gaza e Israel mientras esté en la región.
El tribunal lleva desde 2021 investigando en los territorios palestinos ocupados posibles crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos allí desde 2014.
Israel, que no es miembro de la CPI, rechazó previamente la jurisdicción del tribunal y no participa formalmente en sus investigaciones.
Khan comentó anteriormente que la CPI tiene jurisdicción sobre presuntos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad tanto durante el ataque de Hamás del 7 de octubre en Israel como en el territorio de Gaza.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Egipto se había quejado el sábado de que "obstáculos israelíes", entre ellos los procedimientos de inspección de camiones, impedían la rápida entrega de ayuda a la Franja de Gaza a través del paso fronterizo de Rafah entre Egipto y el enclave palestino.
Antes del conflicto, cruzaban a Gaza unos 500 camiones al día, pero en los últimos días sólo ingresó un promedio de 12 camiones diarios, según declaró el viernes el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres.
Una fuente fronteriza explicó que ese viaje supone un retraso de 16 horas y fue la razón por la que el número de camiones no volvió a alcanzar el máximo de 20 logrado el primer día en que se reanudaron las entregas.
La población asediada de Gaza apenas tenía comunicación con el mundo exterior el sábado, mientras los aviones israelíes lanzaban más bombas y las autoridades sugerían el comienzo de una ofensiva terrestre contra Hamás.
Las autoridades palestinas informaron la muerte de más de 7.000 personas.
El Papa pidió un alto el fuego entre Israel y Hamás y la liberación de los rehenes.
A todo esto, los habitantes de Gaza buscan a sus seres queridos.
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