Un nuevo enfrentamiento entre la policía israelí y palestinos en la mezquita de Al-Aqsa dejó un saldo de 17 heridos y 9 detenciones. Este nuevo episodio de violencia generó temor ante una posible toma del recinto por parte de Israel. Todo esto, en un momento en el que coinciden por primera vez en 33 años las celebraciones religiosas de los musulmanes, cristianos y judíos.
A primera ayer domingo, agentes israelíes irrumpieron en el recinto de la mezquita de Al-Aqsa, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, para facilitar la visita rutinaria de los judíos al lugar sagrado. Esto, a pesar de que no pueden rezar en este Templo en virtud a unos acuerdos alcanzados hace tiempo.
Este nuevo enfrentamiento se saldó con 17 heridos, entre ellos cinco personas que fueron hospitalizadas, según el servicio médico de la Media Luna Roja palestina. Además, nueve personas quedaron detenidas.
La policía israelí acusó a los palestinos de "profanar y profanar" un lugar sagrado. Dijo que los palestinos habían hecho acopio de piedras y habían levantado barreras en previsión de la violencia, mientras que los funcionarios palestinos acusaron a Israel de “intentar dividir el sensible lugar sagrado”.
En los vídeos que circularon por las redes sociales se ve a los agentes de la policía utilizando porras para someter a los palestinos detenidos y desalojar a los religiosos de la explanada.
- Internacionales