Uno de los estados más poderosos de México está bajo alerta después de que una seguidilla de chicas de entre 12 y 27 años fuesen raptadas. Incluso una apareció sin vida mientras continúa la búsqueda de las demás. Los funcionarios, que dispusieron de nuevos grupos para rastrearlas, rechazaron la versión que habla de una banda involucrada. Grupos feministas se levantaron ante la pasividad de Gobernación y reclaman justicia.
Semanas de temor se viven en el estado mexicano de Nuevo León, uno de los más opulentos del país, luego de que 15 mujeres desaparecieran y una fuese hallada muerta en la zona metropolitana de Monterrey. Sin embargo, no hay un patrón en común entre ellas y la franja etaria varía desde los 12 hasta los 26 años.
Esta secuencia de secuestros despertó a los grupos feministas, los cuales se alzaron para reclamar justicia y que el Estado tome un rol más activo para esclarecer el paradero de las víctimas.
En este panorama, el Gobierno estatal decretó el pasado miércoles que se desarrollen “acciones urgentes y extraordinarias” para las operaciones de búsqueda de las mujeres que no han vuelto a sus casas en el último mes.
Dentro de la reacción de la administración regional, el último 11 de abril anunciaron que formarían “un grupo especial” que se encargue de los crímenes. El gobernador, Samuel García, habilitó un aumento de personal del Grupo de Búsqueda de la Fiscalía, el cual recientemente ascendió a 200 efectivos.
A su vez, se creó la ‘Fuerza de Tarea’, la cual componen diversas instituciones de seguridad que realizarán un trabajo coordinado con las dependencias policiales, municipales, estatales, federales, la Fiscalía y la Comisión Estatal de Búsqueda.
También tendrá un lugar en el Centro de Control y Comando, donde están todas las imágenes generadas por las cámaras de videovigilancia de la ciudad. No obstante, el paquete de anuncios y flamantes grupos de rescate no se reflejaron en efectividad para encontrar a las mujeres desaparecidas.
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