La primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas dejó al actual presidente Emmanuel Macron y a la candidata de extrema derecha, Marine Le Pen, como las dos opciones para el balotaje del próximo 24 de abril. Con una distancia de tan solo 4,5 puntos porcentuales entre ambos, la dirección del voto del 22% de franceses que le dieron su apoyo al candidato de izquierdas Jean-Luc Mélenchon, será clave para encumbrar a la próxima persona que ocupe el Palacio del Elíseo.
"No, no, no a Le Pen o a Macron", se escuchó este jueves a las puertas de la famosa Universidad de la Soborna en París, la capital de Francia, en donde cientos de estudiantes mostraban su hartazgo frente a la política actual en el país. Una muestra del hartazgo de parte de la juventud francesa con un sistema político que, de nuevo, les obliga a decidir entre lo que para muchos es "el mal menor".
“Estamos cansados de tener que votar siempre al menos malo de los dos, y eso es lo que explica esta revuelta. Ni Macron ni Le Pen”, dijo a Reuters Anais Jacquemars, una estudiante de filosofía de 20 años de la Sorbona, universidad que se encuentra ocupada por algunos estudiantes desde este miércoles.
Los jóvenes, amontonados en una de las universidades más reconocidas de Europa, no son, sin duda, muestra de lo que toda la juventud francesa piensa, pero sí un extracto poblacional de un grupo de edad, el que va de los 18 a los 24 años, y que votó mayoritariamente por el político de izquierdas Jean-Luc Mélenchon. Un 65% consiguió el candidato de izquierda entre los de 25 y 34 años.
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