El ministro de Economía, Sergio Massa, avanzó en Washington en las negociaciones con el Club de París para renegociar la deuda por US$ 2.400 millones, durante un encuentro que mantuvo con su secretario general, Emmanuel Moulin, y programa un viaje a Francia a fines de octubre para rubricar el entendimiento.
"El acuerdo está casi cerrado. Hay muy buenas perspectivas. Se está programando un viaje a Francia para el 27 y 28 de octubre", expresó Massa y otro grupo de periodistas a la salida de una de las reuniones del equipo económico en Estados Unidos, en el marco de la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.
El objetivo de la Argentina -señalaron fuentes del equipo económico- es negociar una refinanciación de la deuda de US$ 2.400 millones a partir de una extensión de los plazos de repago, una reducción de la tasa de interés -que actualmente es del 9% anual-, y la incorporación de los US$ 430 millones ya abonados en dos pagos en febrero de 2022 y julio de 2021.
La tasa de interés del 9% obedece a una penalidad por la demora en la que incurrió el gobierno de Mauricio Macri al final de su mandato, y que podría ser rebajada para cuando se selle el acuerdo en octubre.
Reunión en instalaciones del FMI
Massa salió exultante de la reunión que tuvo lugar en las instalaciones del FMI, en la que estuvo acompañado por el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, el responsable de las negociaciones con los organismos y quien lleva la letra chica del acuerdo; el titular del Indec, Marco Lavagna; el jefe de asesores Leonardo Madcur y el director del Banco Central, Lisandro Cleri.
También se lo vio al director argentino ante el FMI, Sergio Chodos, y al asesor en asuntos internacionales, Gustavo Martinez Pandian, acompañando la delegación.
El encuentro duró un poco menos de una hora, y fue para reconfirmar y sellar el visto bueno del trabajo previo del equipo económico, que viene trabajando hace semanas en la cuestión y que se mostró muy optimista tras la finalización de la reunión.
Resultó clave para avanzar en las negociaciones la aprobación de la segunda revisión del programa vigente con el FMI, ya que para el Club de París es una condición de base (no escrita), para evaluar el desempeño y las políticas para la refinanciación de la deuda de la Argentina con dicho organismo multilateral, confirmaron las fuentes.
Antecedentes del acuerdo con el Club de París
A finales de mayo de este año el Gobierno llegó a un acuerdo con el Club para diferir los pagos de deuda hasta el 30 de septiembre de 2024 -mismo plazo de implementación del acuerdo con el FMI- mientras se avanzaba en un entendimiento que contemple un nuevo mecanismo de repago de los compromisos.
Ese acuerdo se basaba en el respaldo al programa de Facilidades Extendidas y establecía que, durante la vigencia del programa, Argentina realizará pagos parciales a los miembros de Club de manera proporcional a los que efectúe a otros acreedores bilaterales, de acuerdo con los términos establecidos en el entendimiento de junio de 2021.
El Gobierno trabajó en los últimos meses en negociaciones con cada uno de los países acreedores y con las autoridades del Club para llegar a un nuevo esquema de repago.
Según el cronograma heredado de las gestiones anteriores, la Argentina debía afrontar el 31 mayo de 2021 un pago cercano a los US$ 2.400 millones -correspondientes a 40 créditos otorgados por 14 países y en ocho monedas distintas- en los términos del Acuerdo firmado en 2014, el cual contemplaba un periodo de gracia de 60 días.
Sin embargo, los acuerdos alcanzados en 2021 y 2022 permitieron a la Argentina posponer los pagos de deuda para no caer en default, y dar tiempo para pactar un nuevo esquema de pago de intereses y renegociación de tasas.
El saldo de capital, los plazos e intereses que se definirán en el nuevo acuerdo que Argentina alcance con las autoridades del Club y los 16 países integrantes quedará fijada en los términos de un nuevo acuerdo, que ya no tendrá como base el entendimiento de 2014.
Según consta en el anexo del Decreto 412/2021, la Argentina debe renegociar el pago de cerca de US$ 2.400 millones que adeuda a 24 agencias y bancos de 16 países: Alemania, España, Francia, Estados Unidos, Bélgica, Dinamarca, Austria, Canadá, Israel, Italia, Japón, Suecia, Suiza, Reino Unido, y Países Bajos.