El secretario de Política Tributaria del Ministerio de Economía, Roberto Arias, miembro del equipo de Martín Guzmán, confirmó que el gobierno adelantará el aumento del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias a mayo o junio de este año, para evitar que aumente el número de asalariados que pagan el tributo.
El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, había planteado la necesidad de que el Gobierno aumente el piso a partir del cual los trabajadores en relación de dependencia tributan Ganancias a $ 265.000 desde el mes próximo, en lugar de enero del 2023. Horas más tarde, Guzmán dijo que ese aumento era “una obviedad”, pues así lo dispone una ley sancionada el año pasado. “Es lo que razonablemente establece a ley para que el beneficio a las trabajadores y los trabajadores no se pierda con la inflación, y es lo que el Gobierno ejecutará”, dijo Guzmán, pero se abstuvo de precisar a cuándo se adelantaría el aumento del umbral.
Luego, fuentes de Economía dijeron se hará "cuando se actualice la proyección de inflación”, aunque en verdad el mínino no imponible debe actualizarse en función de la evolución de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), que computa la Anses.
Massa pidió adelantar seis meses esa decisión, que está en manos del Ejecutivo por facultad delegada del Congreso Nacional, para que los aumentos salariales de los últimos tiempos no sean absorbidos por el fisco, por lo que adelantar el aumento tendría un costo fiscal que Economía aún no precisó.
Desde 2018 la determinación de quiénes pagan el impuesto a las Ganancias y con qué alícuotas se actualiza al inicio de cada año, en función de la evolución anual, a octubre, del Ripte, pero una ley aprobada a fines de 2021 facultó al Ejecutivo a aumentar ese piso cuando quisiese.
El Ripte precisa el salario promedio de los trabajadores declarados por sus empleadores al sistema previsional por al menos 13 meses consecutivos (de ahí lo de “estables”). En el primer trimestre 2022 aumentó 18,1 por ciento, dos puntos por sobre la inflación en el mismo período. Pero sucede que al actual ritmo de inflación, un año de espera implica que, a través de los sucesivos aumentos paritarios, más asalariados son alcanzados y/o deben pagar alícuotas más altas. Actualmente, el descuento se aplica sobre salarios brutos superiores a $ 226.000. Massa pidió que ese mínimo se lleve a $ 265.000, lo que significaría un aumento de poco más del 17 por ciento.
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