El Banco Central aumentó nuevamente los rendimientos mínimos que pagan los bancos a los depositantes. El FMI pidió que ese índice se mantenga en terreno positivo, pero la aceleración de precios complica la tarea. Cuánto paga cada alternativa y cuál protege realmente los ahorros.
Tras la publicación del dato de inflación de abril, que llegó a 6%, el Banco Central (BCRA) decidió subir dos puntos las tasas de interés del sistema financiero por quinta vez en el año. Entre ellas, las que pagan los plazos fijos.
Con retornos nominales de 48% o inferiores, las tasas efectivas anuales de los plazos fijos -que son las que se comparan con la inflación- llegan ahora a la zona del 60%. El INDEC informó que los precios subieron 58% en los últimos 12 meses. Por lo tanto, los nuevos retornos de los pesos le ganarían a la inflación pasada, pero no a la escalada futura, ya que las expectativas de inflación para este año ya superan el 65%.
Aunque no aseguren un rendimiento positivo, las subas en las tasas mínimas de plazos fijos suelen impulsar las colocaciones bancarias en este instrumento tradicional de ahorro.
Cómo quedaron las tasas de los plazos fijos tradicionales a 30 días
Los rendimientos de los plazos fijos a 30 días se incrementaron 2 puntos porcentuales y quedaron de la siguiente manera:
Los depósitos de hasta $10 millones realizados por personas humanas en bancos pagarán, como mínimos, una tasa nominal anual de 48% (o 4% mensual), lo que significa un retorno efectivo anual de 60,1%.
El resto de los plazos fijos -incluye a los realizados por empresas y a aquellos que hagan individuos por monto mayores a los $10 millones- tendrán un rendimiento mínimo de 46% nominal (o 3,83% por mes), que se traduce en 57,1% efectivo.
Plazos fijos versus inflación
Aunque el FMI pidió al Gobierno que mantenga la tasa real en terreno positivo, la persistente suba de precios dificulta cumplir con la consigna. En abril, pese a la mejora en los rendimientos, los plazos fijos tradicionales perdieron 2,3% mensual o 28% anual.