Algunas tímidas señales de expectativa favorable comenzaron a aparecer en los despachos oficiales del Ministerio de Economía y el Banco Central (BCRA) respecto a la inflación de mayo, un dato que se esperaba, hace pocas semanas, por encima del 8,4% de abril por el efecto arrastre de la crisis cambiaria de ese mes y el impacto de las subas de tarifas.
De todas formas, un par de elementos hacen pensar al equipo económico que el índice de precios al consumidor (IPC), que se conocerá mañana, será menor al 9% que espera el mercado y algunos arriesgan que podría estar incluso por debajo del indicador del mes anterior. No aparecen, en ese marco, posibilidades de relajar la tasa de interés de los plazos fijos, que hoy está anclada en 97% nominal y 154% efectiva anual.
En el Banco Central y el Palacio de Hacienda aseguran que los últimos datos del cierre de mayo dejaron al IPC en una zona más leve de lo esperado en la previa. Desde un despacho oficial arriesgaron que incluso podría estar por debajo del 8 por ciento, es decir, que marque una desaceleración en comparación con la inflación de abril, un escenario descartado hace pocas semanas.
Esa hipótesis está sustentada, en parte, en el dato de inflación de la Ciudad de Buenos Aires, que marcó en el quinto mes del año un 7,5%, por debajo del 7,8% que había registrado abril. Ese movimiento de desaceleración de precios le dio la pauta al equipo económico de que, por lo pronto, no hubo una disparada de precios tras haber contenido el tipo de cambio mediante la venta de reservas y bonos desde fines de abril. Despejado, de momento, el riesgo de un índice mensual de dos cifras, en Economía se esperanzan entonces con un IPC similar al de abril.
El Índice de Precios al Consumidor Online, que mide de manera particular la variación de bienes y servicios en Bahía Blanca y que es una de las pocas mediciones alternativas -en este caso, no oficial- también tuvo una desaceleración, desde el 7,9% hasta el 7,22%, según informaron.
En el último informe de Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que hizo la autoridad monetaria que preside Miguel Pesce, el Central había dado una pista de lo que esperaba para mayo. “Luego de que las y los participantes del REM brindaran sus pronósticos al BCRA, se conoció nueva información que sugiere que la inflación mensual se moderó con respecto al 8,4% observado en abril”, indicó el informe.
“Tanto los diversos indicadores de alta frecuencia de precios mayoristas y minoristas monitoreados por el BCRA como el IPC de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (7,5% de aumento en mayo) sugieren una evolución más contenida que en el mes previo”, consideró.
Un funcionario de estrecha relación con el ministro Sergio Massa, en las últimas horas, especuló con esa chance de una suba de precios sorpresivamente más baja de lo proyectado por el mercado pero negó que haya posibilidades de bajar la tasa de interés y que el equipo económico priorizará sostenerla aún si el dato terminara siendo más favorable de lo esperado.
El 97% de tasa de interés nominal fue establecida a mediados de mayo tras el dato de inflación de abril. Desde que comenzó el año -en que todos los meses, consecutivamente, hubo aceleraciones mes a mes del ritmo interanual de precios- la tasa tuvo un incremento de 22 puntos porcentuales. “No estamos tan sobrados de tasa, no hay margen para bajarla”, opinó un alto funcionario, un día antes de que se conozca el IPC.
El dato de inflación de mayo, que de todas formas será con claridad el más crítico en términos interanuales de toda la gestión del Frente de Todos y será cercano al 115%, de acuerdo a estimaciones privadas. Ese dato, de todas maneras, es matizado en los despachos oficiales con cifras de la primera semana de junio. Según mediciones preliminares de la Secretaría de Comercio, que encabeza Matías Tombolini, en los primeros días del mes la suba de precios en los supermercados habría sido de 0,2% por ciento.
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