Mientras el Gobierno se ilusiona, aunque con cautela, en torno a una posible desaceleración en el nivel de precios minoristas de mayo, en línea con lo sucedido en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el mercado siguen avizorando un segundo semestre de muy alta inflación, incluso aceleración algunos meses, y en el que el 149% anual que para este año arrojó el reciente Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) pasó a ser un piso.
Las elecciones, primarias primero y generales después, podrían generar algún sobresalto, pero si no se produce una devaluación del tipo de cambio oficial antes del cambio de gobierno, el índice de precios al consumidor (IPC) debería oscilar entre 7% y 9% hasta diciembre, según coincidieron varios economistas.
“Para mí, la inflación de mayo va a dar más de 8%, pero si da 7,8% u 8,2%, es exactamente lo mismo. Estamos ante un escenario similar al de la salida del Plan Austral, en 1986 y 1987, cuando teníamos niveles de inflación de 6% a 9% mensuales. No vemos un escenario de hiperinflación porque hay una expectativa de cambio el 10 de diciembre. Sí puede ser que tengamos dos dígitos después de las elecciones”, afirmó el director de Macroview, Rodolfo Santángelo.
De esta manera, el economista le restó importancia al optimismo que manifestaron desde la cartera económica al referirse a los datos de mayo. “Estamos ante un escenario que no es de hiper ni de Rodrigazo, pero sí de aceleración escalonada”, precisó, al tiempo que agregó que si devalúan antes de fin de año, podrá haber algunos meses con 15% de inflación. Sí aseguró que eso ocurrirá en 2024, cuando el nuevo gobierno avance con un plan de estabilización que necesariamente deberá contemplar una corrección de precios relativos. Por eso, aseguró, “la inflación de los primeros meses del año próximo va a ser muy alta”.
Desaceleración “no sostenible”
Desde Econviews, su economista jefe, Andrés Borenstein, afirmó que las proyecciones de la consultora refieren un 9% de inflación para mayo, aunque considerando las cifras de algunos distritos, como Córdoba, CABA y Bahía Blanca, “podría dar menos”.
De todos modos, coincidió con Santángelo respecto de la tendencia y de que por más que un mes los precios suban un poco menos, el piso de inflación para lo que resta del año es 7% mensual, y el techo, 8 o 9%, con la posibilidad de que dé algún mes doble dígito. Si se concretara a nivel nacional la desaceleración registrada en el distrito porteño, no es sostenible en el actual contexto, según los economistas.
También para Econométrica la inflación de mayo está prevista en 9%, aunque “puede ser menos”, reconoció su director, Ramiro Castiñeira. De todos modos, remarcó que “el proceso inflacionario está viajando a una velocidad crucero de 7%, que anualizado da un piso de 150% en el año”.
Entre las causas de esta inercia que no frena, el economista mencionó el alto grado de emisión monetaria del Banco Central, no sólo por la “asistencia al Tesoro, sino también por la compra de dólares a pérdida y, muy especialmente, la remuneración de las Leliq al 8% por mes”.
“Si el BCRA remunera toda la base monetaria al 8% y devalúa al 6/7% mensual, eso le pone ese piso de ritmo inflacionario a la economía”, aseguró Castiñeira. Según recordó, el organismo monetario emite $1 billón mensual para pagar los intereses de las Leliq, lo que le abulta cada vez más el déficit cuasifiscal.
“Se está dando algo que esperábamos, y es que el proceso de aceleración inflacionaria que se produjo desde noviembre se frene porque empieza a pegar la recesión. De todos modos, es algo aún muy incipiente. Pero vemos una estabilidad de la inflación entre 7% y 9% de acá a fin de año, lo que fija un piso para el año de 140%”, afirmó el economista Fausto Spotorno, de Ferreres & Asociados, quien agregó que en el medio está el factor electoral que juega un papel importante. Para esta firma, la inflación de mayo cerró en 8,8 por ciento.
Lorenzo Sigaut Gravina, de Equilibra, afirmó que sus números muestran una inflación para mayo de 8,5% y que más allá de la leve desaceleración que reflejó el dato de CABA, hay que analizar la evolución de la inflación núcleo, que no tiene en cuenta ni lo regulado ni lo estacional. “Hacia adelante, la inflación va a estar en torno al 8%; todo suponiendo que el mercado cambiario está estable, que creo que es lo que va a suceder hasta las PASO. Luego va a depender mucho del resultado electoral”, afirmó el economista.