El primer Superclásico del año fue para Boca Juniors: por la fecha 7 de la Copa de la Liga Profesional, los dirigidos por Sebastián Battaglia se impusieron por 1 a 0 en el Monumental, gracias al gol de Sebastián Villa en el inicio del complemento. El Xeneize golpeó en una de las chances con las que contó y cimentó el triunfo en el esfuerzo colectivo y en la enorme actuación de Agustín Rossi, que tuvo media docena de tapadas decisivas.
El Millonario, con la misma alineación que goleó a Gimnasia la fecha pasada, apostó a la presión alta para tomar la pelota cerca de Rossi y a partir de ahí generar peligro. Al mismo tiempo, Boca puso a Villa encima de Rojas, potencial salida y descarga en ofensiva, para obturar el sector. Y se cerró con plena concentración, para evitar dar espacios. Con la pelota, buscó juntar pases y crecer desde la tenencia, con Ramírez como hombre más despierto.
En el choque de planes, se dio un contexto friccionado y con poco juego. Tres veces llegó el local: un buscapié de Barco que desvió Julián Álvarez, un pase de Enzo Fernández para el citado ex Independiente, que no alcanzó a rematar de lleno y encontró bien plantado a Rossi; y la mejor, una acción individual del delantero de la selección argentina que también conjuró el guardameta.
Si bien el Millonario tuvo la iniciativa y elaboró varias acciones en las que no estuvo fino en la puntada final para que se convirtieran en llegada, Boca también hizo correctamente su trabajo de destrucción, aunque el desgaste defensivo le costó perder frescura en ataque. En consecuencia, se fueron al descanso sin gritos.
Battaglia hizo dos ajustes en el entretiempo: ingresó Vázquez por Benedetto y Figal por Advíncula, quien estaba al borde de la expulsión. Casi inmediatamente, una corrida suya representó la primera jugada de peligro para su equipo, en un centro que bajó con dificultad Armani. Y, a los 8 minutos, un blooper abrió la puerta de las emociones.
Vázquez sacó el lateral, Villa apostó a apurar, González Pirez buscó cubrir y que saliera Armani, el arquero no reaccionó, y el colombiano se los devoró a los dos: regateó al guardameta y firmó el 1-0.
El Millonario profundizó su dominio y convirtió decididamente a Rossi en figura. El portero tapó otro mano a mano frente a Álvarez, un cabezazo en contra de Zambrano y un tiro libre del ingresado Quintero. Además, un remate de Enzo Fernández sacudió el travesaño. Gallardo tiró todo al campo con Juanfer, Braian Romero, Palavecino, Elías Gómez y Pochettino. Pero si había mostrado imprecisiones en el 0-0, en desventaja se multiplicaron.
Boca se preparó para intentar defender el 1-0 lo más lejos posible de Rossi. Y de contra dispuso de un par de chances para rematar el pleito. Como el enganche y remate de Ramírez que cacheteó Armani y Oscar Romero no pudo facturar en el rebote. O en la patriada de Vázquez, cuyo intento se marchó por encima del travesaño.
El partido dio espacio para la última perla de Rossi: el manotazo ante el cabezazo bombeado de Palavecino, que valió un gol, la ratificación del conseguido por Villa, el decisivo. Así, Boca enhebró su segundo triunfo consecutivo y se subió a la cima de la Zona 2 del certamen, en el mismo escalón de Estudiantes de La Plata. La Banda, en tanto, perdió algo de terreno con el tropiezo y quedó a dos unidades de Racing, hoy puntero del Grupo 1 y único invicto de la competencia.
- Actualidad Deporte