El ex árbitro argentino Javier Castrilli dejará su cargo como presidente de la comisión de arbitraje de la federación chilena de fútbol (ANFP), luego de que se filtraran unos audios en los que el argentino habría ejercido una presión extra futbolística para el partido correspondiente a la Promoción que entregaba una plaza para la Primera Divisón entre Huachipato y Copiapó.
Según informó el diario local La Tercera, las autoridades de la entidad andina se reunieron con el ex árbitro para comunicarle que “sería apartado de sus funciones mientras se realizaba la investigación”. Sin embargo, “tanto Castrilli, como Osvaldo Talamilla y Braulio Arenas, los otros miembros de la comisión, no aceptaron, por lo que fueron despedidos”.
“No podemos permitir que el fútbol siga transmitiendo la impunidad. Queremos que el fútbol tenga la transparencia. Es un deporte magnífico, es la mejor disciplina. Hay que disminuir la posibilidad de cualquier error”, habían sido las palabras del argentino cuando asumió en su nueva función en la que no llegó a los 7 meses.
Durante las últimas horas, la prensa chilena expuso la conversación que sostuvo el árbitro local que estuvo a cargo del encuentro de la Promoción, Francisco Gilabert, que derivó en el despido del Sheriff. “Cobro el penal, entendiendo que podía no ser penal, porque me la jugué. Vi desde atrás que la tocaba en el tobillo y caché que me iba a llamar el VAR. Cuando me llama el VAR, veo que no es penal. Iba a salir con tiro de esquina y me dicen Francisco, por favor, momento; analiza la camiseta. Y veo un jalón de camiseta”, fueron los argumentos sobre el polémico accionar del colegiado.
La conversación que mantuvo el juez de la polémica reconoció que la orden de Castrilli era la de favorecer a un equipo: “Me llamó y me dijo que era un tipo valiente, corajudo, que se sentía representado por mí en la cancha. Te vamos a bancar a muerte, eres la gente que necesitamos, gente comprometida con el proyecto, me dijo”...
Cabe señalar que el sindicato de árbitros de Chile inició el un paro en protesta por el despido de 11 compañeros por decisión de Javier Castrilli, antes de que dejara su cargo. El presidente de la federación, Pablo Milad, apoyó los despidos y no descartó contratar jueces extranjeros.
Los árbitros decidieron tomar una medida de fuerza y por el momento se desconoce que pasará con la novena fecha del campeonato local programada para el fin de semana.
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