El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, debió ser hospitalizado tras sufrir un cuadro de laberintitis. Luego de quedar en observación en el hospital Sirio Libanes, se le pidió "reposo" lo cual lo llevó a cancelar su agenda oficial.
Tras ser internado por una sensación de vértigo, Lula (79) "fue sometido a exámenes de sangre y de imagen, que fueron normales", afirmó la institución. Se le diagnosticó laberintitis, una inflamación del oído interno responsable de la audición y el equilibrio.
Ya dado de alta, el hospital le pidió “reposo a lo largo del día” y ya se encuentra en su residencia. Una fuente del gobierno brasileño le dijo a AFP que da Silva “canceló parte de su agenda” debido al malestar. A finales de 2024, pasó por dos cirugías de emergencia para tratar y prevenir hemorragias en la cabeza.