El Gobierno oficializó los nuevos incrementos en las tarifas de gas y electricidad, con impacto sobre los hogares y comercios tanto en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) como en el resto del país. Las medidas fueron aprobadas por el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) y el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), a través de distintas resoluciones publicadas en el Boletín Oficial, en el marco de la actualización mensual definida por el Ministerio de Economía.
En el caso de la electricidad, el incremento final en las facturas será del 2,97% para Edenor y del 2,90% para Edesur respecto de agosto. La suba resulta de dos componentes: una actualización del 2,54% en el Costo Propio de Distribución (CPD), calculada según los índices de precios mayoristas y minoristas del Indec; y el traslado a usuarios de los nuevos valores estacionales de la energía mayorista, fijados por la Secretaría de Energía para septiembre y octubre.
El impacto en las boletas también depende del nivel de segmentación socioeconómica: los usuarios de altos ingresos (Nivel 1) abonan tarifa plena, mientras que los de ingresos bajos (Nivel 2) y medios (Nivel 3) mantienen bonificaciones y topes de consumo.
El esquema tarifario incorpora además un aumento promedio en el Valor Agregado de Distribución (VAD), que representa el ingreso de Edenor y Edesur por operar y mantener las redes, junto con el recargo del Fondo Nacional de la Energía Eléctrica (FNEE) y los precios mayoristas sin subsidio.
También se incluyen cargos por transporte, costos del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), valores de inyección de usuarios generadores, subsidios discriminados en las facturas, y los costos por energía suministrada en malas condiciones (CESMC) y no suministrada (CENS), aplicables hasta febrero.