Mientras Alberto Fernández le da forma a la mesa del Frente de Todos, el kirchnerismo con base política en la provincia de Buenos Aires sostiene otro ámbito de discusión más reducido y referenciado directamente en Cristina Kirchner. Esa mesa K, con preponderancia de la dirigencia bonaerense, suele reunirse en el municipio de Ensenada. Esta semana hubo encuentro y en medio de la interna que atraviesa el oficialismo se planteó -nuevamente- que hay que romper con la proscripción electoral que denunció la Vicepresidenta y que esa premisa tiene que estar en el contenido de la mesa del Frente de Todos, que fue convocada por el Presidente para el jueves de la semana que viene. Además, se empezaron a ajustar detalles de lo que será la movilización de las organizaciones kirchneristas del próximo 24 de marzo.
A priori, las intenciones de la dirigencia K, que este lunes por la noche se dio cita en el municipio que gobierna Mario Secco, desordena un poco la hoja de ruta que adelantó el jefe de Estado. Al anunciar la creación de dicha mesa, Fernández afirmó que la intención es un espacio que diseñe las reglas electorales del Frente de Todos y la estrategia a seguir con miras a las distintas elecciones de este año. Como se sabe, el kirchnerismo busca que en esa mesa haya discusiones de fondo sobre el rumbo de la gestión. Pero también aparece en el temario intentar traccionar la situación judicial de la ex presidenta, quién denunció que la Justicia la proscribió de las próximas elecciones tras el fallo por la causa Vialidad que la terminó condenado a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua para el ejercicio de la función pública.
“Acá no hay renunciamiento ni autoexclusión, hay proscripción”, había lanzado a finales del año pasado durante un acto en el municipio de Avellaneda.
“Lo que se plantea es que la persona con más votos en la Argentina no puede presentarse a elecciones”, desliza una fuente del universo kirchnerista que sigue el pulso de las distintas reuniones. El plan, entonces, es “romper” esa condición. La pregunta que sigue es cómo hacerlo y un operativo clamor o -como lo prefieren describir en el kirchnerismo- militando, es la respuesta inicial. Explicar en la discusión mediática y ante la sociedad cuál es la situación que atraviesa CFK. Interpretan que la mesa del Frente de Todos es el ámbito más propicio y cercano para plantearlo.
Después de la reunión de la mesa del Frente de Todos, a la que no asistirán ni Cristina ni Máximo Kirchner, aunque sí algún enviado o enviada política, el próximo paso en el calendario para avanzar con ese clamor será la movilización del 24 de marzo al conmemorarse el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Allí, las agrupaciones K confluirán masivamente sobre las calles de Buenos Aires. La Cámpora junto al resto de las organizaciones K harán un gran despliegue, como ocurrió el año pasado. Será entonces, otra demostración de poder dentro de la discusión interna que atraviesa el Frente de Todos.
Si bien celebran el llamado de la mesa del Frente de Todos que realizó Fernández, en el kirchnerismo repiten que no se puede hablar de candidaturas mientras Cristina Kirchner esté “proscripta”.
Algunos sectores ya avanzan con el operativo clamor que desarticule la imposibilidad de la ex presidenta a -si quisiera- ser candidata en 2023. Desde Nuevo Encuentro, el espacio que preside el actual titular del Acumar y ex presidente del AFSCA, Martín Sabbatella, activaron este martes una pegatina de afiches bajo la leyenda: “Cristina es la esperanza. No a la proscripción”.
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