En la segunda jornada del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, su madre, Graciela Sosa, se descompensó a causa de un pico de presión, hecho que obligó a suspender momentáneamente el proceso.
El hecho ocurrió ayer en horas de la tarde, en los Tribunales de Dolores, donde se desarrolla el juicio contra los 8 jóvenes acusados de matar a Báez Sosa en la localidad costera de Villa Gesell, en enero del 2020.
Las palabras de Graciela Sosa
Una vez terminada la audiencia, Graciela y su marido, Silvino Báez, hablaron con los medios presentes en la puerta de los tribunales y brindó detalles acerca de su descompensación.
"En un momento me sentí re mal por ver cómo atacaban a Fernando. Ya estaba tirado en el piso e imploraba clemencia para que dejaran de golpearlo. Es muy difícil para una madre ver eso", contó la mujer entre lágrimas.
Acto seguido, dijo: "Me apoyo mucho en Dios, agarro fuertemente este Rosario, y pienso en que tengo que estar fuerte para seguir buscando justicia por él. Fernando merece una justicia ejemplar, que no vuelva a haber otro Fernando".
Por último afirmó que "lo amaba a mi hijo. Lo amábamos con Silvino. Nosotros ya no somos nada, somos dos infelices que caminamos este mundo sin sentido, pero vamos a ser fuertes por él. Siento que se va a hacer justicia por Fernando".
Graciela Sosa está acompañada por su marido, Silvino Báez. Ambos tomaron la decisión de estar presentes en las audiencias. Este martes, debieron ver distintos videos con imágenes del ataque que le costó la vida a su hijo.
Tensión en la sala
En una nueva jornada en el TOC 1, se vivieron momentos de tensión, cuando uno de los amigos de Báez Sosa se volteó para mirar a la cara a los acusados por el homicidio.
El hecho ocurrió cuando el abogado le pidió si podía reconocer a uno de los agresores y la presidenta del Tribunal se lo impidió.
"¿Quiere que me de vuelta?", fue la pregunta que el joven Thomas D´Alessandro le hizo al abogado Fernando Burlando.
Su intención era reconocer al acusado Lucas Pertossi, a quien el testigo lo había mencionado previamente como agresor.
D´Alessandro estuvo cerca de Fernando Báez Sosa cuando los rugbiers lo atacaron, lo tiraron al piso y le pegaron tanto hasta matarlo. Al declarar en el juicio por el caso, señaló que Lucas Pertossi había sido uno de los agresores de toda esa situación.
Cuando el joven testigo se paró a señalar su ubicación en la pantalla de televisión donde se exhiben videos del lugar y de aquella noche, el testigo volteó su mirada, y con bronca, se les quedó mirando por segundos. Lo hizo en dos ocasiones y fue evidente en toda la sala que se generó un silencio rotundo.
A tal punto que el abogado querellante Fernando Burlando notó esa situación y le consultó si a quien él había nombrado como agresor, Lucas Pertossi, podía reconocerlo en la sala.
"¿Quiere que me de vuelta?", reaccionó el joven, a lo que rápidamente intervino la presidenta del Tribunal 1 de Dolores, Claudia Castillo, para impedirlo porque infringía una norma del Código Procesal.