Horas después de la caravana de la Selección argentina que arribó al país con la Copa del Mundo y reunió a una multitud en la Ciudad y el Gran Buenos Aires, escaló la tensión en la zona del Obelisco. Hubo pintadas y al menos cuatro personas se metieron a la fuerza en el monumento histórico y treparon hasta la parte más alta. Infantería y Bomberos tuvieron que actuar para bajar a un hombre que se colgó de la cima, poniendo en riesgo su vida.
Hasta el momento, hay ocho heridos entre policías y bomberos producto de los botellazos. Fuentes oficiales confirmaron que hay 13 personas detenidas por vandalizar el espacio público.
Cómo fue el intento de cuatro personas para llegar a la punta del Obelisco
Aunque por prevención la escalera interna del emblema estaba obstruida, los jóvenes lograron treparse por los cables para llegar a la cima, a más de 67 metros de altura, y hacer flamear la bandera albiceleste.
Después de una desconcentración que se realizó en calma, un grupo de personas reducido dio lugar a los disturbios al arrojar piedras y botellas a los agentes policiales que respondieron con balas de goma.
Todo sucedió mientras los agentes policiales intentaban ayudar a los Bomberos que habían entrado a rescatar a las 4 personas que habían quedado atrapadas dentro del Obelisco.
Fuentes de la Policía de la Ciudad precisaron que por la mañana varias personas lograron arrancar por completo las rejas que rodeaban el monumento, que ya había sufrido daños en los festejos del domingo, en la previa del partido contra Francia en la final del Mundial.
“Ya era imposible continuar con el operativo por la cantidad de gente y porque se ponía a los muchachos de la Selección ante un riesgo no deseable, y a las mismas personas también”, expresó el director del SAME, Alberto Crescenti.
“Yo creo que en el mundo también se ven estas imágenes: es muy difícil manejar a toda una ciudad que sale a la calle”, agregó Crescenti respecto del cambio de recorrido que debió realizar la caravana de los jugadores, previsto para avanzar por la avenida 9 de Julio.
Esta noche, después de los festejos, una decena de delincuentes levantó la persiana de la sucursal del banco Galicia ubicada en Cerrito y Lavalle para robar una impresora de gran tamaño.
Los ladrones aprovecharon los incidentes entre la policía y un grupo de hinchas que permanecían al interior del obelisco para efectuar el robo e introducir el equipo en una camioneta blanca. El episodio quedó grabado en las cámaras de seguridad de la calle y las fuerzas policiales ya están trabajando en la investigación.
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