Los motores de la carrera presidencial ya rugen en la línea de largada, pero la ansiedad llevó a algunos candidatos a poner primera cuando aún falta un año para las elecciones de 2023. Ya hay varios anotados que buscan suceder a Alberto Fernández.
El propio jefe de Estado habló públicamente de sus aspiraciones reeleccionistas. Y los funcionarios que le responden dentro de la alianza del Frente de Todos respaldan su “aventura”, tal como la calificó críticamente el líder de La Cámpora, Máximo Kirchner.
Justamente ese espacio activó a viva voz el operativo clamor para que Cristina Kirchner compita en 2023, buscando volver al despacho que dejó en 2015 y ocupó Mauricio Macri. El coro kirchnerista pide por “Cristina presidenta”. Pero la conductora del movimiento, la que tiene los votos, evita confirmar qué hará. Insinúa, pero no garantiza cómo jugará.
Persisten las dudas sobre qué hará el otro socio de peso del FdT: Sergio Massa. Concentrado en controlar la economía desde el ministerio que asumió hace 3 meses, el fundador del Frente Renovador dio a entender que dejará pasar este turno electoral. ¿Lo hará?
En el barrio más populoso de la oposición, el de Juntos por el Cambio, la cosa está caldeada. Arrecia la interna entre “halcones” y “palomas” mientras se adelantan los posicionamientos.
Las acciones de Mauricio Macri para volver a la presidencia caen al son de las encuestas. La mayoría lo de perdedor en cualquier escenario. “Macri nos hizo mierda”, se lamentó un dirigente del PRO de bajo perfil pero que transita las oficinas y tertulias donde se cocina la política del partido.
Las que en cambio suben son las de Horacio Rodríguez Larreta, quien se posiciona desde la Ciudad de Buenos Aires como un dirigente que puede mostrar gestión y conocimiento nacional suficiente para encabezar la fórmula de JxC. Quién podría ser su vice es algo que aún no tiene definición. Lo que más suena es un gobernador.
Esa potencial elección no es impensada. En el espacio opositor creen que para ganar y gobernar necesitan de al menos 12 gobernadores propios o aliados. Miran con especial atención provincias como Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Mendoza, y por supuesto Buenos Aires y la Ciudad.
Para Santa Fe piensan en la senadora Carolina Losada. La midieron y podría ganar. Pero ella se mostró seducida por una eventual vicepresidencia con Macri candidato.
En Buenos Aires, el mayor distrito electoral del país, la balanza está volcada hacia Diego Santilli. Hoy los sondeos lo ponen en condiciones de pelear la gobernación con Axel Kicillof. Allí quiere competir Cristian Ritondo. En el larretismo lo piensan para ir a disputarle La Matanza al peronismo, pero a él no le tentaría esa opción. También se anotó Joaquín de la Torre, quien está en el sector más “bolsonarista” de JxC.
Ritondo camina hoy en las filas de Patricia Bullrich, la titular de JxC que desde ese lugar sin responsabilidad de gestión se postula también para la presidencia. Lo que empezó como una posición para marcar la cancha se convirtió en proyecto cuando las encuestas mostraron que una parte del electorado la ve presidenciable.
Otro que se acercó a “Pato” es Jorge Macri. El primo del expresidente dejó Vicente López para ser ministro en la Ciudad y pensar en la sucesión de Larreta. Su juego propio lo alejó de “Horacio”, con el supuesto aval de Mauricio para ser el próximo jefe de Gobierno. Pero en la intimidad de una reunión, Macri aclaró: “Jorge no es mi candidato”.
Así se apresuró la decisión de lanzar al ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, como candidato en la Ciudad. Su nombre era el que sonaba más fuerte gracias a su gestión de la pandemia. Los otros que se barajaban eran Soldad Acuña y más de atrás María Eugenia Vidal. Pero la decisión parece tomada.
La “tercera vía” hoy por fuera de la grieta son los liberales de Javier Milei. Bullrich volvió a lanzarle guiños esta semana al economista para acercarlo a JxC. Las encuestas le dan al líder de La Libertad Avanza entre un 15 y un 20% a nivel nacional. No es un caudal menor.
En buena parte de Jxc la sensación es que la elección está ganada. Alberto Fernández no podrá reelegir y si no hay un candidato potable en el peronismo, descuentan que quien se imponga en la interna opositora será presidente. Y por eso esa definición no es menor. Si Bullrich se logra la candidatura, un buen resultado le daría un poder de fuego aún mayor para imponer nombres en las listas de legisladores.
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