Cristina Kirchner y Cecilia Moreau, presidentas de la Cámara de Senadores y Diputados -respectivamente-, otorgarán una suma fija de 30 mil pesos a los trabajadores del Congreso. La medida pone presión a la gestión de Alberto Fernández, quien descartó la propuesta lanzada por la Vicepresidenta en el último acto que encabezó en Pilar con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).
Según se desprende del documento, los 30 mil pesos serán otorgados junto con los haberes del mes de noviembre a “todo el personal del Congreso de la Nación”. “Quedarán excluidos los legisladores de ambas Cámaras, las autoridades superiores y la planta política del Congreso”, aclararon.
La suma fija es un recurso para compensar los salarios por el que presionan la Vicepresidenta, La Cámpora y el kirchnerismo, entre los cuales hay sindicalistas afines como el dirigente camionero, la Corriente Federal de Trabajadores, donde está enrolado Sergio Palazzo (bancarios) y la CTA de Hugo Yasky. El ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, incluso reveló que esa modalidad salarial es tomada en cuenta por su par de Economía: “Sergio (Massa) está pensando con Cristina una suma fija para que aquellos que perdieron con la inflación puedan recuperar su nivel de consumo”.
Fernández de Kirchner hizo por primera vez mención pública sobre la suma fija durante el acto que encabezó en Pilar con la UOM. Consultada por el pedido, la flamante ministra de Trabajo, Kelly Olmos, dijo que al Gobierno no le “parece lo más adecuado” y señaló que “la paritaria está funcionando muy vigorosamente”. Además, confirmó que el Gobierno está analizando un bono de fin de año para ayudar a los trabajadores.
De la misma forma, el sector mayoritario de la CGT advirtió que “los trabajadores no quieren aumento por decreto” ya que “la herramienta de negociación paritaria es el instrumento más idóneo y beneficioso para las recomposiciones salariales”. De esta forma, “Gordos”, independientes y barrionuevistas, sin la presencia de Pablo Moyano, uno de los cotitulares cegetistas, se mostraron alineados con la postura de Alberto Fernández.
En cambio, el reclamo es sostenido por Pablo Moyano y el sindicalismo kirchnerista. “La suma fija y las asignaciones familiares son prioridad”, dijo el dirigente camionero.
Ante la resistencia de Alberto Fernández, en sintonía con la mayoría de la CGT, lo que está analizando el Gobierno es impulsar un bono de fin de año para los trabajadores, aunque, en realidad, sólo sería efectivo para los empleados estatales, ya que el Gobierno no tiene atribuciones legales para obligar a las empresas a pagarles ni el bono ni una suma fija a quienes trabajan en el sector privado.
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