El fiscal federal Diego Luciani vuelve a hablar en el juicio oral por la obra pública en Santa Cruz en el que pidió 12 años de prisión para la vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner. Será para responder los planteos de nulidad que hicieron algunas defensas. Es un etapa técnica que llevará una sola audiencia pero es el comienzo del tramo final del proceso previo al veredicto que será antes de fin de año.
Después de tres meses, a fines de octubre terminaron los alegatos en el juicio. Fue la etapa en la que la Fiscalía pidió condena para los 13 acusados al entender que durante los gobiernos de Néstor y Cristina se cometieron irregularidades en las 51 obras públicas viales que recibieron las empresas de Lázaro Báez para Santa Cruz. Las defensas rechazaron las imputaciones y pidieron las absoluciones.
En los alegatos de las defensas algunos abogados plantearon nulidades. Eso tiene que ser contestado por los acusadores y ocurrirá en la audiencia de mañana que comenzará a las 9.30. Primero serán los abogados de la Unidad de Información Financiera (UIF) -tienen que responder solo una de las nulidades- y luego los fiscales Luciani y Sergio Mola.
Una de las nulidades planteadas es el uso de los mensajes de whatsapp del celular del ex secretario de Obras Públicas José López que se le secuestró cuando fue detenido en junio de 2016 con los bolsos con nueve millones de dólares. La Fiscalía planteó que a través de esos mensajes se reveló lo que llamaron “plan limpiar todo” para beneficiar a Báez los últimos meses del gobierno de Cristina Kirchner en 2015.
Otra objeción es sobre el uso del procesamiento del propio López en la causa de los cuadernos de la corrupción donde declaró como arrepentido. Otras nulidades son por las escuchas telefónicas a Báez y cuestiones más técnicas.
Primero responderán los abogados de la UIF y luego la Fiscalía. Se descarta que van a pedirle al Tribunal Oral Federal 2 que rechace todos los pedidos. Con eso se cierra una etapa del juicio pero hay que resolver si se abre otra.
Se trata de la que se conoce como réplicas y dúplicas. Es para los casos en los cuales durante los alegatos alguna parte haya introducido un tema nuevo que no pudo ser contestada por la otra. El tribunal le dio al fiscal Luciani la potestad para decidir si tiene que habilitarse esa etapa.
Se le preguntó si el fiscal ya tomó una decisión. “Hermetismo total”, fue la respuesta. Pero todo indica que va a rechazar habilitar esa etapa. “Tuvo nueve audiencias de alegatos, habló cerca de 70 horas de toda la causa y ninguna defensa introdujo nada nuevo que habilite las réplicas”, coincidieron dos abogados de la causa ante la consulta de este medio. Por otra parte, algunas defensas adelantaron en sus alegatos que entendían que nada nuevo había ocurrido para que haya réplicas.
Así, cuando el fiscal plantee que no pedirá las réplicas se habrá evitado una etapa del juicio que podría demandar algunas audiencias. Con ese salto, al proceso solo le queda lo que se conoce como últimas palabras antes del veredicto.
Es el momento en el que los acusados pueden o no –es un derecho, no una obligación– hablarle a los jueces por última vez. El veredicto se tiene que dar el mismo día que hable el último acusado.
Así lo que se espera es que el tribunal oral arme el cronograma de esas últimas palabras. Se pudo saber que no serán todas el mismo día, sino que se piensa en un esquema de bloques. Es decir, dividir a los imputados en audiencias. Lo que resta definir es en cuantas audiencias se hará.
El orden de las últimas palabras será como fue para los alegatos: por orden alfabético de los imputados. Así, el primero sería Báez y Cristina Kirchner, la sexta en tener la oportunidad de hablar ante los jueces antes del veredicto.
Esa etapa podría comenzar esta semana. Dependerá del esquema que arme el tribunal y de eso la fecha del veredicto. Los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso mantienen la idea de que sea antes de fin de año. Y los tiempos del calendario y lo que le falta al proceso da para que eso ocurra.
El veredicto será virtual si ninguna parte pide que sea presencial. Desde agosto de 2020 el juicio se hace por videoconferencia por la pandemia del coronavirus. Para los alegatos algunas partes pidieron estar presentes en la sala de audiencia y el tribunal lo aceptó. Hasta el momento ninguna hizo planteos para modificar el esquema. Un veredicto presencial en Comodoro Py implicaría montar un operativo de seguridad especial por la presencia de Cristina Kirchner, más aún después del intento de homicidio que sufrió. Y se suma una posible movilización de la militancia.