“La gestión es lo que importa porque somos la primera ventanilla de reclamo”. La frase se repite como un mantra entre intendentes de la provincia de Buenos Aires, que prácticamente no distinguen entre oficialismo u oposición. Coinciden que para que esa gestión sea óptima se requieren de fondos. Es por eso que los jefes comunales peronistas del conurbano se mueven en bloque detrás de recursos, sean nacionales o provinciales. El problema, creen algunos, es que se da en medio de una interna de la alianza de gobierno de la que intentan escapar para garantizar que esos recursos lleguen.
Esta semana se materializó esta idea con la reunión que un grupo de intendentes de la región metropolitana y peronista mantuvo con Alberto Fernández, 48 horas más tarde a las punzantes definiciones que el presidente del Partido Justicialista bonaerense, Máximo Kirchner, tuvo para con el jefe de Estado. En reserva, algunos intendentes creen que el diputado nacional se excedió en su descripción, al tildarlo de aventurero de un proyecto personal. Otros de que no hablaba de Fernández -de hecho no fue nombrado- y, una tercera línea de jefes comunales, encolumnados con la Vicepresidenta, sostiene que Kirchner estuvo acertado.
“La reunión con Alberto estaba acordada con antelación y no se habló de lo que pasó en Mar del Plata. Nosotros estamos enfocados en la gestión”, le dijo a Infobae uno de los participantes de esa foto final en la Rosada de la que también participaron el ministro de Economía, Sergio Massa, el jefe de Gabinete, Juan Manzur y en la que al presidente se lo ve sonriente.
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En la reconstrucción de los hechos, los intendentes sostienen que la reunión que mantuvieron con Fernández fue la continuidad de un almuerzo que había tenido con él en Almirante Brown, cuando entregó viviendas junto al saliente ministro de Hábitat y Desarrollo Territorial, Jorge Ferraresi y su sucesor, Santiago Maggiotti. Ambos son intendentes: Ferraresi de Avellaneda y Maggiotti de Navarro. En ese almuerzo pos acto, donde el intendente en uso de licencia del distrito, Mariano Cascallares, hizo de anfitrión y de la que participaron jefes comunales de la Primera y Tercera sección electoral, se planteó la eventual suspensión de las PASO, también de la necesidad de recursos y la problemática por la inseguridad en los distritos, más allá de la cuestión inflacionaria que es ítem obligado en cada convite dirigencial. Fernández tomó nota y dijo que iba a trabajar con las inquietudes que se llevaba. Con el tema de las PASO casi descartado, lo que impera es la gestión hacia las elecciones del año que viene.
Semanas más tarde, el Presidente los convocó a la Rosada y se sumó Massa que apila adhesiones de los jefes territoriales del conurbano. Casi todos ellos se hicieron presentes en el anuncio de Precios Justos que Massa realizó este viernes y donde los intendentes no hablan de cuidar y controlar los precios, sino de “monitoreo”.
La presencia del ministro de Economía en la reunión a principio de semana en Casa Rosada tenía que ver con la necesidad de recursos y darle un marco de participación a los intendentes en el diseño de políticas de precios. “Salimos conformes, fuimos escuchados y ahora queda seguir trabajando para avanzar con los puntos que planteamos”, aseguró otro de los participantes que también forma parte de otra mesa política del Frente de Todos; la que funciona a nivel a nivel provincial con sede en la gobernación bonaerense y con el gobernador Axel Kicillof como unos de sus protagonistas. El otro es Máximo Kirchner.
Esa mesa ya tuvo dos reuniones en el último mes, la primera -que duró cinco horas y de la que también participó el presidente del PJ bonaerense- no fue tan auspiciosa como el último encuentro que llevaron adelante. Es que en el careo inicial, los intendentes pidieron fondos para afrontar en algunos casos el pago de sueldos de trabajadores municipales. La recepción fue que Ejecutivo bonaerense realizaría una evaluación con el equipo del ministro de Hacienda y Finanzas, Pablo López y en base a eso se determinará si corresponde tal asistencia, como sí ocurrió durante la pandemia cuando el gobierno provincial auxilió a los municipios en este tema. Una de las herramientas que suelen pedir los intendentes son Aportes del Tesoro Provincial (ATP). Así, los intendentes buscan fondos a nivel nacional y provincial. Creen que por el volumen y peso económico tendrán más suerte en Balcarce 50.
Sin embargo, algunos municipios ya avanzaron con el pago de una suma fija en forma de bono agregando también un mensaje político. Esta semana, la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, -cristinista- garantizó el pago de un extra de $50 mil pesos a fin de año para los municipales, una recomposición al mes de diciembre, que llega a un incremento acumulado del 94,5% y una caja navideña a municipales. Durante los anuncios también anticipó que irá por la reelección. “Quiero que sepan que si me acompañan, voy a dejar todo para poder seguir gobernando este Municipio, para seguir solucionando de a poco muchos de los problemas, para seguir dándole dignidad a los trabajadores municipales y para recuperar, como dijo Cristina hace pocos días, la alegría”, dijo en el marco del festejo de los trabajadores municipales en línea con el pedido de Cristina Kirchner de una suma fija a fin de año. En las próximas semanas más municipios del conurbano se plegarán al pago de un bono de fin de año.
La búsqueda de fondos no solo corre por cuenta de los intendentes peronistas. “No tenemos mucho más margen de engrosar y hay que estar atento ante futuras eventualidades como necesidades alimentarias, bonos de fin de año, algún reajuste de la última paritaria. Algunos tenemos y otros la necesitarán. Nosotros siempre tenemos un poco en revisión, pero la recaudación no ha sido la mejor”, advierte un intendente del PRO, que este viernes participó de un encuentro con el resto de los jefes comunales de Propuesta Republicana en el que se analizó el presupuesto bonaerense.
En lo que respecta al presupuesto de la provincia de Buenos Aires para el año que viene, los intendentes también intervienen en esa negociación. En un doble rol entre negociador del Ejecutivo y portavoz de los líderes territoriales, el Jefe de Gabinete bonaerense Martín Insaurralde, tiene actividad de alta demanda por estos días. Es el encargado de negociar la ley de leyes con la oposición en nombre de Axel Kicillof y a la vez el responsable de garantizarle a los intendentes que habrá fondos.
El pedido allí parte de los jefes comunales de Juntos que ya blanquearon que quieren 82 mil millones en concepto del Fondo de Infraestructura Municipal y del Fondo de Seguridad -50 mil millones para obras y 32 mil para gastos en seguridad- para avanzar con la negociación de una iniciativa que proyecta gastos totales por $6.9 billones de pesos. En silencio público, sus pares del oficialismo suscriben a la demanda.
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