A horas de que el presidente Alberto Fernández dirija al Congreso su discurso de apertura de sesiones ordinarias, el Gobierno aún no terminó de cerrar el acuerdo técnico con el Fondo Monetario Internacional, que el propio parlamento tendrá que discutir. La letra chica del programa financiero aún se discute entre Buenos Aires y Washington, en medio de la tensión interna en la coalición de Gobierno sobre los alcances que tendrá.
El fin de semana continuaron los contactos por videoconferencia, a pesar de que el ministro de Economía Martín Guzmán repartió su agenda con actividades en la provincia de Misiones, donde fue a anunciar una asistencia de $ 2.000 millones del Estado nacional a esa provincia a través de un fondo fiduciario. El margen de maniobra de la Casa Rosada respecto al soporte financiero que podría realizar a los gobernadores fue uno de los puntos en duda en los últimos días, luego de la aparición de un borrador preliminar del punteo final con el staff del Fondo.
En un sector del oficialismo generó resquemores que el Ejecutivo se comprometiera, al menos en esa versión preliminar, a limitar las transferencias a las provincias y a las empresas públicas, aunque en una cuantía aún no fue determinada. Algunos dirigentes de la coalición de gobierno también miran con sospecha que el programa financiero ponga topes al gasto salarial para los empleados públicos, para que se actualicen al ritmo de crecimiento de la actividad económica. Y con mayor recelo aún un estudio de fondo sobre la “sustentabilidad y equidad” del sistema jubilatorio, aspecto que fue cuestionado en público por miembros del Frente de Todos cercanos a la vicepresidenta Cristina Kirchner, como Fernanda Vallejos, habitual crítica de la dirección de las negociaciones que lleva a cabo Guzmán.
El ritmo y tamaño de los desembolsos es uno de los primeros ítems de las cuestiones aún sin resolver. La expectativa del Gobierno es acceder a un primer aporte de al menos USD 7.500 millones en marzo, incluyendo la devolución de los Derechos Especiales de Giro (DEG) que usó para pagar vencimientos con el Fondo.