El Gobierno vive horas determinantes en las negociaciones con el FMI. Necesita pasar la primera barrera en el Congreso para lograr que el acuerdo que el ministro de Economía, Martín Guzmán, cerró con el Fondo reciba la aprobación de las dos cámaras parlamentarias antes del 22 de marzo, fecha en que vence una nueva cuota que la Argentina le debe pagar al organismo internacional.
La situación es compleja para el oficialismo porque después de que arrancara el tratamiento de la ley en la comisión de Presupuesto, Juntos por el Cambio dejó en claro que no avalará el plan económico dispuesto por Guzmán, que es parte de unos de los anexos. Están dispuestos a votar la refinanciación del acuerdo, pero no las metas planteadas por el ministro.
En la reunión que los jefes de los bloques PRO, UCR y Coalición Cívica tuvieron esta mañana con el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, le plantearon que acompañarán el acuerdo completo si se modifica el artículo 1 de la ley y se elimina el 2, que es el que los obliga a votar el plan económico como parte del acuerdo general.
En caso contrario, se inclinarían por votar la ley en general, y rechazar el artículo 2 en la votación particular. El problema de esa posición es que Guzmán considera que la refinanciación de la deuda y el plan económico son vinculantes.
El acuerdo es uno solo y el ministro de Economía pretende que salga tal cual fue enviado al Congreso, debido a que el Fondo aceptó el plan de refinanciación en base a las proyecciones sobre el déficit fiscal, la emisión, las reservas, los subsidios, las tarifas y el crecimiento de la actividad económica.
Si el Gobierno decide eliminar ese artículo 2 o negociar una reformulación que cambia su sentido, el titular de la cartera de Hacienda quedará expuesto y debilitado dentro del Gobierno. Su palabra perderá peso específico, pese a que fue quién llevó adelante toda la negociación.
En las próximas horas Massa se reunirá con el presidente Alberto Fernández para analizar el escenario que quedó planteado después del movimiento opositor. El titular de la Cámara de Diputados tiene voluntad de negociar para que el acuerdo salga, pero los límites de esa negociación dependen del Jefe de Estado.
Si la oposición no acompaña el acuerdo, el Gobierno no podrá aprobarlo en la Cámara baja. Al día de hoy depende del respaldo de Juntos por el Cambio. En gran medida lo necesita porque no tienen claridad sobre si La Cámpora votará o no a favor. La duda sigue y el tiempo pasa.
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