Un mes antes de las elecciones del Partido Justicialista, el peronismo celebró el 17 de octubre en plena división interna. De esta manera, el Día de la Lealtad tuvo tres actos separados: uno encabezado por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, otro por el exsecretario de Comercio Interior Guillermo Moreno y el tercero organizado por parte de un sector del PJ porteño cercano a la expresidenta Cristina Kirchner. La jornada estuvo marcado por el fuerte hermetismo por parte de todos los sectores del espacio opositor producto del fuego cruzado que desató el "operativo clamor" que lanzó La Cámpora para pedir que Cristina Kirchner sea la conductora del partido, de cara a las elecciones legislativas del año próximo.Esta campaña dividió las aguas y generó posicionamientos a favor y en contra de las candidatura de la expresidenta, quien por primera vez puso sus ojos en partido que se encaminaba a liderar Ricardo Quintela, el gobernador de La Rioja.