La Corte Suprema de la Nación ordenó que la jueza Ana María Figueroa deje su cargo en la Cámara de Casación, a raíz de que la magistrada cumplió los 75 años, límite que marca la ley para su retiro de la actividad.
Figueroa cumplió el pasado agosto los 75 años de edad, límite de edad que fija la Constitución Nacional para el cese en las funciones de los jueces (art. 99 inciso 4), y no tenía un nuevo acuerdo del Senado para poder mantenerse en su cargo.
Ayer, previo a esta decisión de la Corte Suprema, la jueza Figueroa evaluaba tomar una licencia extraordinaria por 30 días a la espera de que el Senado se expida sobre su continuidad. Lo reveló la propia magistrada en los tribunales federales de Comodoro Py luego de una reunión de tres horas que mantuvo con sus colegas en la sala de acuerdos de la Casación en el primer piso del edificio en Retiro.
El eje de la reunión pasó por analizar las alternativas que podía seguir la jueza Figueroa hasta que el Senado resuelva si le da acuerdo para que permanezca en el cargo por cinco años más: ocurre que desde que cumplió los 75 años y a la espera de que decida el Poder Legislativo la magistrada decidió no suscribir sentencias ni actos administrativos para evitar que pudieran ser nulificados luego.
El 10 de agosto pasado, los jueces que integran el Tribunal de Superintendencia de la Casación informaron al presidente de la Corte Suprema de Justicia y del Consejo de la Magistratura, Horacio Rosatti, que la situación de la jueza Figueroa, que acababa de cumplir 75 años y aún no obtuvo acuerdo del Senado, "podría devenir en el cese de sus funciones", lo que finalmente hoy resolvió el máximo tribunal.
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