La vacuna bivalente ARVAC-Cecilia Grierson contra el COVID-19, de la que se viene informando con detalles y adelantos todo su proceso de innovación, ensayos clóinicos y productivo desde el primer día, acaba de dar otro paso firme rumbo a su concreción: encaminarse a completar con éxito su Fase III y los científicos a cargo están listos para solicitar su autorización ante la agencia reguladora local, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).
Este desarrollo es enormemente significativo para el sistema científico argentino por su conformidad con el contexto socio-histórico en el que se está generando y el grado de novedad que aportará, ya que se realiza íntegramente con talento local y en territorio argentino para todas sus etapas: investigación, desarrollo, producción, envasado y finalización (fill&finish). Según fuentes del ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MinCyT) a Infobae, la vacuna “podría estar lista lista antes de fin de año. Y en una primera etapa estará lista para menores de 60 años, mientras se siguen buscando voluntarios mayores de 60″.
Como se había publicado, la vacuna ya mostró su inmunogenicidad ante diferentes variantes del SARS-CoV-2, desde la originaria de Wuhan, pasando por Gamma y Ómicron junto a sus subvariantes. De esta forma, ARVAC Cecilia Grierson podrá actualizarse a medida que surjan nuevas variantes, porque conjuga una alta seguridad por su diseño, y además, al ser una proteína recombinante purificada y aislada, la generación del antígeno se hace fuera del cuerpo humano. La vacuna podrá tener una actualización de variantes ante un “escape inmunológico” o ante la aparición de una nueva variante en el país o la región.
El nuevo mojón en el próspero camino de ARVAC se conoció hoy, ya que el equipo de investigación completó el ensayo clínico de Fase III y presentará la información correspondiente ante la ANMAT para continuar el proceso de evaluación y los pasos de rigor en busca de su aprobación. La vacuna se inscribe en las llamadas de segunda generación o dosis de refuerzo destinadas a personas ya inmunizadas porque aparece en una etapa en la que la mayoría de las personas han recibido una o dos dosis.
Consultado por Infobae, el ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación, Daniel Filmus, expresó, “es un orgullo para la ciencia argentina disponer de una vacuna nacional diseñada por nuestras científicas y científicos y producida por una empresa privada, lo que significa llevar la investigación y el desarrollo al servicio de las personas. Espero que antes de fin de año contemos con “una vacuna íntegramente desarrollada en el país para atender a nuestra población”.
De la investigación básica y desarrollo del hallazgo se ocupó Cassataro y equipo; y de la producción en escala y tecnología de Cassará, Juan Manuel Rodríguez y equipo. Más de 100 personas entre científicos, técnicos e investigadores integran los equipos de este proyecto ARVAC-CG.
La vacuna bivalente contra el COVID-19 fue desarrollada íntegramente en la Argentina por científicos del CONICET, la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y el Laboratorio Cassará, con apoyo de los ministerios de Salud y de Ciencia, Tecnología a Innovación (MinCyT), junto a la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), sumados al esfuerzo conjunto de más de 20 instituciones públicas y privadas del país.
El titular del MinCyT, Daniel Filmus, junto a su par de Salud, Carla Vizzotti, y el presidente de la Agencia I+D+i, Fernando Peirano, mantuvieron ayer una reunión con el equipo de investigación encargado del ensayo clínico de la Fase III de la ARVAC Cecilia Grierson, encabezado por la líder del proyecto, la bióloga y doctora en Inmunología Juliana Cassataro, investigadora de la UNSAM y el CONICET.
Durante el encuentro Cassataro repasó algunos resultados del trabajo realizado en la Fase III y subrayó que la vacuna “cumple el objetivo en cuanto a respuesta inmune contra las tres variantes probadas y eso es lo que vamos a presentar ante la ANMAT”.
Según puso saber Infobae, posteriormente, funcionarios e investigadores delinearon los pasos del camino regulatorio, que son definidos por la ANMAT, y dialogaron sobre la posibilidad de presentar la vacunas ante la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para ser evaluada en proceso de precalificación y con esto pensar en un horizonte de ingreso al Fondo Rotatorio, de la mano de posibles estrategias para la exportación de la vacuna a diferentes países de la región.
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