Se realizó el primer operativo de ablación de órganos en el hospital Materno Infantil, con un donante pediátrico. En esta oportunidad se ablacionaron hígado, riñones, córneas, válvulas cardíacas y fascia muscular.
En la ablación de hígado y fascia muscular, intervinieron profesionales de la Fundación Favaloro, de Buenos Aires; la ablación de riñones estuvo a cargo de un equipo local, integrado por los médicos Guillermo Verasay y Pablo Martos.
Las córneas fueron ablacionadas por Tomás Olivera Rojo y las válvulas cardíacas, por Daniel Sánchez, ambos profesionales salteños.
Importancia de la donación
Los avances de la ciencia médica hacen posible que el trasplante de órganos sea una práctica cotidiana, con la cual se puede mejorar la calidad de vida de muchas personas y, en muchos casos, salvar vidas.
Para realizar un trasplante es necesario contar con órganos o tejidos, lo que indica la importancia de que las personas mayores de edad manifiesten su voluntad favorable a la donación.
La Ley N° 27.447 habilitó que la ablación de órganos o tejidos pueda realizarse sobre toda persona mayor de 18 años que no haya dejado constancia expresa de su oposición. Asimismo, la norma contempla que las personas que deseen manifestar su voluntad afirmativa o negativa, puedan hacerlo. Esta manifestación se puede modificar en cualquier momento.
La escasez de órganos es una problemática mundial y es la principal limitación para el trasplante. Siempre habrá más pacientes que requieran un trasplante que órganos disponibles, razón por la cual existen listas de espera únicas para todo el país, ya que todos los ciudadanos tienen el mismo derecho y las mismas posibilidades de recibir un trasplante.
Las listas contienen el registro de los pacientes que necesitan un trasplante, agrupados por órganos o tejidos a trasplantar. El ordenamiento de la lista se da en cada operativo de procuración, cuando se conocen las características de compatibilidad entre el donante y el receptor, sobre la base de criterios preestablecidos.
No toda persona fallecida puede ser donante de órganos. Para que la donación sea posible, el fallecimiento debe producirse en la terapia intensiva de un hospital y la muerte debe certificarse según criterios neurológicos.