La fiscal de Violencia Familiar y de Género 5, Liliana Jorge, representó al Ministerio Público Fiscal ante la Sala V del Tribunal de Juicio del Distrito Centro en la audiencia flexible y multipropósito contra un hombre de 50 años acusado de los delitos de lesiones leves agravadas por la relación de pareja preexistente y por violencia de género en cuatro hechos, amenaza con arma en dos hechos, daños y amenazas simples en dos hechos, hurto simple, privación ilegítima de la libertad agravada en tres hechos, coacción, desobediencia judicial en dos hechos y reducción a una persona a la esclavitud o servidumbre, bajo cualquier modalidad, todo en concurso real. Los hechos de violencia a los que sometió a quien fuera su pareja iniciaron en julio de 2022, en el dormitorio del departamento que es propiedad de la damnificada. En esa ocasión, el acusado la encerró bajo llave por cinco días, con la boca tapada, impidiéndole ingerir alimentos y usar el baño. Días después, el sujeto mantuvo a la mujer encerrada en el baño por espacio de ocho horas. Durante este tiempo, la golpeó, la ató de pies y manos, la amordazó, y le arrojó un balde de agua fría, mientras la insultaba. En tanto, meses después, el acusado la agredió físicamente con golpes de puño, mordeduras y rasguños en diferentes partes del cuerpo, argumentando celos. El 20 de abril de 2023 se sucedieron una serie de hechos de violencia por parte del individuo contra su expareja. Estos incluyeron golpes de puño en el rostro, lesiones con un cuchillo y daños a objetos de propiedad de la denunciante. Al día siguiente, el individuo se presentó en el departamento, ingresó por la fuerza y la golpeó, ocasionándole lesiones en las piernas con una tijera de trozar pollo. Posteriormente, tomó un grill y un horno portátil de propiedad de la damnificada para venderlos. Su accionar continuó en los próximos días cuando, estando detenido en la Alcaldía, el sujeto llamó por teléfono a la mujer, ejerciendo violencia psicológica e incumpliendo la orden emanada de la autoridad judicial que había dispuesto medidas cautelares. En el requerimiento de juicio, la fiscal Jorge sostuvo que, a partir de los elementos probatorios, se entiende que los hechos denunciados por la víctima muestran que estuvo conminada a quedarse con el imputado bajo amenazas, sufriendo diferentes tipos de lesiones y vejaciones como parte de su vida cotidiana. Experimentó ultraje, humillación y despersonalización debido a la conducta del acusado. Esta situación se fue agravando con el tiempo, hasta que la damnificada logró radicar la denuncia. La jueza Victoria Montoya Quiroga, luego de escuchar la confesión del acusado y prestar su conformidad con el acuerdo de juicio abreviado, lo condenó a la pena de 7 años y 6 meses de prisión de ejecución efectiva. Además, lo declaró reincidente por octava vez y dispuso su inmediato traslado a la Unidad Carcelaria N° 1.