Francia es hoy un hervidero. Los gremios están en las calles, las huelgas se suceden y el gobierno de Emmanuel Macron cuenta las fichas de un tablero legislativo en el que se juega gran parte de su futuro político. El Parlamento dará el punto final al tratamiento de una impopular reforma previsional que prevé aumentar de 62 a 64 años la edad de jubilación.
La incertidumbre es total. Macron parece tener los números en el Senado, pero en la Asamblea Nacional (Diputados) las cosas no están tan claras. “En este momento no tengo idea” del resultado de la votación, dijo el presidente de la comisión legal del partido oficialista Renaissance (Renacimiento), Sacha Houlié.
La reforma dio un paso crucial. Una comisión legislativa bilateral consensuó un texto definitivo que será sometido a votación el jueves: primero en el Senado y después en Diputados. “Espero que asuman sus responsabilidades y sean consecuentes”, dijo la diputada oficialista Fadila Khattabi. La comisión aprobó el texto por 10 votos a favor y 4 en contra.
La derecha de Los Republicanos (LR) será el verdadero árbitro de la votación. “Lo que está en juego es el poder: quién gobierna Francia”, dijo el analista internacional Jorge Castro.
Las claves del proyecto de reforma previsional que quiere imponer Emmanuel Macron
Macron se juega mucho de su gestión en esta reforma previsional. Más allá de si logra o no aprobar la iniciativa, su figura terminará afectada. “Si fracasa, su gobierno habrá terminado, más allá de que continuará con su mandato constitucional”, hasta 2027, dijo Castro. Si la medida pasa el filtro del Congreso su imagen quedará esmerilada. Los motivos están a la vista.
Una medida impopular. Encuestas coincidentes afirman que siete de cada 10 franceses se oponen a la reforma. El proyecto ha desatado una oleada de protestas, huelgas y movilizaciones en las últimas semanas convocadas por distintas centrales obreras francesas. Este miércoles decenas de miles de personas salieron a las calles para rechazar la reforma en la octava jornada de protestas nacionales. Las medidas de fuerza afectaron sectores claves de la economía. París es hoy un basural a cielo abierto por un paro de recolectores que lleva 10 días y se extenderá hasta el lunes. “Los sindicatos son muy débiles desde el punto de vista de la representatividad, pero muy fuertes en su capacidad de movilización”, afirmó Castro.
Qué dice la ley. El texto retrasa la edad jubilatoria de 62 a 64 años, a razón de tres meses por año a partir del 1° de septiembre próximo y hasta 2030. Además, alarga el periodo de cotización de 42 a 43 años, hasta 2027, para obtener una pensión completa, sin descuentos. También suprime la mayoría de regímenes especiales actualmente en vigencia. El gobierno afirma que la reforma evitará un futuro déficit en la caja de pensiones.
Cómo será la votación. El Senado ya votó en primera instancia la ley y validó el punto más controvertido que extiende la edad jubilatoria dos años. Este jueves la cámara alta deberá votar el nuevo texto en general. Más tarde hará lo mismo la Asamblea Nacional (cámara baja). En el Senado el oficialismo confía en no pasar ningún sobresalto tras la victoria obtenida la semana pasada en primera lectura. Pero las cosas son más difíciles en Diputados, donde hasta ahora nunca se trató el proyecto. Macron necesita el apoyo de la oposición de derecha de Los Republicanos para pasar la reforma. El partido se muestra hoy dividido. “La cosa está complicada”, dijo Castro.
Cuáles son las alternativas. Macron confía en superar el filtro del Congreso y aprobar su proyecto estrella. Pero tendrá bajo la manga una salida de emergencia en caso de que anticipe una derrota legislativa. Puede hacer uso de un polémico procedimiento parlamentario que le permite al gobierno superar el trámite en la Asamblea Nacional sin someter la reforma a votación. El costo político de esta medida sería enorme, pero hay quienes vaticinan que es la única posibilidad. “En mi opinión, por el momento, es inevitable” su aplicación, afirmo el diputado de Los Republicanos Stéphane Viry.
Los opositores a la reforma también tienen otro camino. Como última medida pueden presentar y aprobar eventualmente una moción de censura contra el gobierno, algo de muy difícil éxito en este contexto político.