Las críticas a las políticas económicas del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, crecen a poco de asumir. Analistas y un importante periódico denostaron a los ministros después de que los mercados locales se hundieron en los dos primeros días del mandato del líder del PT.
El ministro de Finanzas, Fernando Haddad, un político leal a Lula que presentó una frustrada candidatura presidencial por el Partido de los Trabajadores en 2018, era uno de los principales blancos, y el periódico de su ciudad natal, O Estado de S. Paulo, lo llamó el miércoles "ministro decorativo".
Haddad, exalcalde de Sao Paulo, asumió el cargo prometiendo restaurar las cuentas públicas y con el desafío de presentar un marco fiscal creíble luego de que el Congreso aprobó un gigantesco paquete de gasto social impulsado por Lula.
Lula ha dicho que eliminar la pobreza y el hambre serán los "sellos distintivos" de su Gobierno, lo que genera temores de un gasto desenfrenado y una escasa disciplina fiscal.
Los mercados reaccionaron mal a los primeros días de Haddad en el cargo, especialmente después de que Lula ordenó una extensión de la exención del impuesto al combustible que podría desencajar el presupuesto, y a la que el ministro se había opuesto públicamente.
"Haddad aprendió en su primer día en el cargo que será una figura decorativa, una especie de trabajador de tareas para el presidente Lula", dijo el diario conservador en un editorial.
El periódico, que no eludió criticar al expresidente Jair Bolsonaro, agregó que Haddad había sido "desacreditado desde el primer día" y que debería aprender a decir "no" a Lula.
Analistas de Citi dijeron el martes que, a pesar de que los primeros discursos de Lula y Haddad en el cargo fueron consistentes con su escenario de referencia, ambos sonaron menos pragmáticos y fiscalmente responsables de lo que se pensaba inicialmente.
"En general, han dado la impresión de un gobierno sordo, al menos con respecto a la clase de tono que los mercados financieros quieren escuchar", dijeron a los clientes los estrategas de FX de BMO Capital Markets, y agregaron que sus comentarios podrían conducir a una situación en la que "la inflación se reafirme".
El real brasilero cayó un 3,8% frente al dólar en las últimas tres sesiones, alcanzando su nivel más bajo desde julio de 2021, mientras que el índice de referencia Bovespa ha bajado aproximadamente un 5% en lo que va del año.
Los mercados se vieron sacudidos aún más por las declaraciones de los ministros de Seguridad Social y Trabajo de Lula.
El ministro Carlos Lupi desconcertó al mercado con sus comentarios de que el sistema de seguridad social del país no estaba en déficit, a pesar de que las cifras del Tesoro mostraban una brecha acumulada entre enero y noviembre de 267.900 millones de reales (49.000 millones de dólares).
Eso se agravó cuando dijo que el gobierno de Lula necesitaría revisar la reforma de pensiones favorable a los inversores aprobada por la administración de Bolsonaro.
El ministro de Trabajo, Luiz Marinho, crítico de una reforma laboral de 2017 aprobada por el expresidente Michel Temer, dijo que el nuevo Gobierno priorizaría la regulación de las relaciones laborales establecidas a través de aplicaciones de teléfonos celulares y plataformas digitales.
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