El Ministerio de Defensa británico dio cuenta de que una batería de vehículos pesados rusos que estaban paralizados reactivaron sus movimientos con el objetivo de asaltar la capital ucraniana en los próximos días. "Tomar la cúpula de poder" es la meta que han expresado públicamente las autoridades de Rusia y la caída de Kiev podría ser un punto de inflexión en el conflicto.
Los avances de Moscú sobre la ciudad más importante de Ucrania han sido más lentos de lo que se preveía. Errores logísticos de Rusia y, sobre todo, la feroz resistencia del Ejército ucraniano y de sus milicias voluntarias han sostenido a Kiev durante las últimas dos semanas de guerra.
La postura agresora debió mutar y los ataques a la urbe principal se volvieron indirectos, enfocándose más en las ciudades periféricas. Sin embargo, dicha metodología podría sufrir otro cambio, según indicó el Ministerio de Defensa de Reino Unido.
A través de imágenes satelitales, dieron cuenta que potentes unidades militares que permanecieron estacionadas en los últimos días cerca del aeropuerto de Hostomel se reactivaron e iniciaron desplazamientos.
Los funcionarios británicos señalaron que "es probable" que Rusia busque reposicionar sus fuerzas para "una actividad ofensiva renovada" en los días venideros con Kiev en el centro del plan.
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