Miles de trabajadores y empleados respondieron a la convocatoria del PIT-CNT, la central única sindical de Uruguay, que llamó a una manifestación frente al Congreso como cierre del paro general de cuatro horas en rechazo al proyecto del Gobierno de reforma de la seguridad social, informó la prensa local.
Bajo la consigna “Que no te roben el futuro”, el PIT-CNT marchó desde la explanada de la Universidad de la República hasta el Palacio Legislativo, donde el titular de la central obrera, Marcel Abdala, rechazó la iniciativa que ofrece “jubilarnos más tarde, trabajar más y cobrar menos”.
Dijo respaldarse en estudios técnicos de los representantes de los trabajadores en el Banco de Previsión Social (BPS) para advertir que todas las franjas salariales tendrán rebajas “sustantivas” en sus futuras jubilaciones.
“Este proyecto es Robin Hood al revés, es el modelo de la desigualdad, es sacarle al de abajo para darle al de arriba. No cambia en absolutamente nada la financiación; parten de la base de un presunto déficit en la seguridad social, pero no tocan la financiación, porque no están dispuestos a hacer lo que hay que hacer, que es gravar directamente a la riqueza de este país”, criticó Abdala.
E ironizó con que las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional (AFAP), “el zorro al cuidado de las gallinas”, son las “únicas beneficiadas por la reforma”.
El paro fue fuerte en la administración pública nacional y en la educación, pero no en otros sectores, en parte porque muchos gremios respaldaron la movilización pero sin hacer cese de tareas.
Antes de Abdala habló la titular de la Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social (ATSS), Karina Sosa, cuyo gremio impulsa plebiscitar la reforma jubilatoria a través de una reforma constitucional en simultáneo con las elecciones de 2024.
Para Sosa, “validar la premisa” de que la seguridad social y su reforma es “cosa de expertos” significa “empezar a perder la batalla”.
La reforma jubilatoria del gobierno es “clara” y su comprensión no requiere experticia: “Es una demolición para los débiles y una transferencia directa al capital”, afirmó, según el periódico digital La Diaria.
La dirigenta advirtió que si el proyecto es aprobado sin modificaciones en el Parlamento –lo que es muy posible porque la alianza gubernamental tiene mayoría- “habrá lucha, movilización y huelga”, pero más que nada “lo que habrá es el costo político que tendrán que pagar todos aquellos que levanten la mano a favor del capital y en contra del pueblo obrero”.
“Si desde 1996 las AFAP se arrancan los ojos para quedarse con la tajada más grande de la torta, ¿por qué no se fueron del país, por qué no dieron quiebra si es tan deficitario?”, se preguntó.
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