El Partido Republicano, que seguía hasta anoche al borde de quedarse con la mayoría de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, eligió ayer a Kevin McCarthy como aspirante a presidir el cuerpo, mientras al gobierno del presidente Joe Biden solo le quedará el control de medio Congreso.
El Partido Demócrata de Biden ya logró mantener el Senado, con 50 de sus 100 bancas (más el eventual voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris) y hasta tiene la posibilidad de sumar otra más cuando se defina la que queda pendiente por el estado de Georgia, el 6 de diciembre en un balotaje.
La oposición republicana necesitaba una ganancia neta de solo cinco bancas para arrebatar a los demócratas la Cámara de Representantes, que tiene 435, en las elecciones legislativas del 8 de noviembre pasado.
La televisora CNN y otros medios informaron este martes por la noche que los republicanos controlaban 216 escaños, lo que los dejaba a solo dos de la mayoría en la cámara baja, después de haber reportado durante el día que ya habían alcanzado 217.
Los republicanos confiaban en tener una mayoría mucho más abultada para complicar la agenda legislativa de Biden e iniciar investigaciones sobre la gestión del Gobierno, pero una ventaja numérica tan mínima como la que se anticipa complicaría los planes.
Aun así, ya anunciaron que buscarán que McCarthy, actual líder de la por ahora minoría republicana, sea el titular, tras imponerse a la opción de Andy Biggs, defendida por la facción más ultraderechista del partido.
Fuentes cercanas a los republicanos citadas por CNN dijeron que la votación se saldó con 188 votos a favor de McCarthy y 31 en contra, muy por encima de la mayoría simple que se necesitaba para nominar a un nuevo candidato a presidir la Cámara de Representantes.
La verdadera prueba para McCarthy será conseguir en enero el voto mayoritario para presidirla, lo que significa que podría ceder a algunas posturas de republicanos descontentos.
A McCarthy se suma Steve Scalise como nuevo líder de la mayoría republicana dentro de la Cámara, por lo que queda vacante el puesto 'número 3', el encargado de la disciplina del partido, que pasa a manos del representante por Minesota Tom Emmer, presidente del Comité Nacional Republicano del Congreso.
Las elecciones se celebraron en un contexto de alta inflación y de descontento con los fuertes aumentos del precio de los alimentos y combustibles, algo en lo que hicieron foco los candidatos republicanos.
Sin embargo, Biden no solo no sufrió el gran voto castigo que se esperaba, sino que incluso realizó la mejor elección de mitad de mandato de un presidente estadounidense en 20 años.
Analistas atribuyeron esto al crecimiento económico y la creación de empleos que ha experimentado Estados Unidos desde su asunción y también a la alta movilización del electorado para defender el derecho al aborto.
Biden y los candidatos demócratas al Congreso hicieron campaña diciendo que iban a pelear por sancionar una ley federal de aborto legal, luego de que la Corte Suprema terminara con ese derecho en julio y lo dejara en manos de los estados.
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