Ya son más de un millón los refugiados que llegan a Polonia huyendo de la guerra. Entre tanto, por segundo día consecutivo falló el proceso para evacuar a los residentes de Mariúpol, mientras Moscú y Kiev se acusan mutuamente de incumplir el alto al fuego temporal para proceder con los corredores humanitarios.
Rodeados por las tropas rusas, con escasez de agua, sin gas ni electricidad, los habitantes de Mariúpol intentaron por segundo día salir de la estratégica ciudad del sureste de Ucrania, cuando el país vive el undécimo día de la guerra lanzada por Moscú.
Las autoridades locales trataron infructuosamente sacar a los residentes atrapados, mientras el Ejército ruso mantiene la presión sobre el sur del país y hacia Kiev, la capital y lugar estratégico que alberga al Gobierno, a donde las tropas del Kremlin esperan entrar. El Kremlin ha señalado que su objetivo es “la cúpula en el poder” en Ucrania.
Los combates se extienden por varias localidades de la nación, pese a que las delegaciones de Ucrania y Rusia mantienen programada una tercera ronda de conversaciones en Belarús.
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